34. Me gustaría poder contártelo todo, enserio...

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Dedicaciones: LuzviAlexaEsparzaHer, dreamforever_ y EvelynAnguiano6

-Me acuerdo... Lo que pasó el día del accidente, lo recuerdo...

-¿De qué hablas, Leena? –me pregunta un Mike preocupado, mientras intenta entender lo que le digo.

-¡Acabo de recordar lo que pasó ese día! ¡Todo! –me siento en el sofá junto a mi psiquiatra y compañero de piso. ¡No me puedo creer que lo haya recordado!

-¿Estás segura de ello?

-¡Sí! Bueno... No del todo. Las caras y las voces aún son un poco borrosas y distorsionadas, pero sé lo que pasó, al menos en su mayoría. –me muevo inquieta y miro la habitación a mi alrededor. -Pero necesito hablar con alguien primero para acabar de atar algunos cabos... -me levanto del sofá nerviosa y voy en busca de un abrigo para salir cuanto antes posible.

-Alto, alto, alto... ¿A dónde te crees que vas? –grita Mike mientras corre y se interpone entre la salida y yo.

-Necesito hablar con...

-Sí, sí cariño, me parece muy bien, pero, ¿tú has visto la hora que es? –pregunta algo alborotado, señalando el gran reloj que tiene en la pared. Me giro siguiendo la dirección de su dedo y lo veo. Son la una y media de la madrugada. -Exacto, es demasiado tarde para ir a visitar a tu amiguito al otro lado del pasillo. Además, ya has ido antes y has asustado a todo el mundo. Será mejor que lo dejes para mañana...

-Sí, tienes razón... -suspiro cansada mientras me saco la chaqueta que ya me había puesto. Ahora que me fijo, me duele horrores la cabeza.- Me voy a dormir ya... Estoy agotada con tanto recuerdo. Buenas noches. –digo dando por finalizada nuestra charla y me giro para ir directa a mi habitación.


Me quedo un rato más tumbada en la cama después de despertar, intentando recordar algo más sobre el accidente. Alguna cara, alguna voz... Algo más antes de ir a preguntarle a Sally y a su padre qué demonios está pasando.

¡El maldito perro no deja de seguirme, Jeff! Por favor, llámalo y vete a jugar con él, a ver si me deja acabar las tareas de la casa de una vez.

Y ahí va otra vez. Un pequeño recuerdo que solo da un mínimo detalle. Inútil...

Me levanto de la cama y miro la hora. Son las seis de la mañana. Eso significa que el sol ha salido hace poco y su luz aún es débil. Entro directa al baño, para asearme. En menos de veinte minutos ya estoy duchada, vestida y arreglada. Salgo de la habitación y voy directa a la cocina, encontrándome en la isla una pequeña nota de Mike donde dice que ya se ha ido a trabajar y que ya me llamará sobre su hora de llegada. Genial.

Cojo una manzana del frutero y salgo de casa no sin antes coger las llaves y el móvil. Me acerco a la puerta B y llamo con tranquilidad, como si los recuerdos de ayer por la noche no me estuvieran comiendo viva. Después de unos segundos interminables, oigo el seguro de la puerta y la cabeza de Helen aparece despeinada detrás de esta.

-Oh Leena, ¿qué haces aquí? –pregunta sorprendido mientras acaba de abrir la puerta. Viste solo los calzoncillos y, por las marcas que veo por todo su cuerpo, sé que Pitt y él no han perdido el tiempo en "demostrar y consumar" su amor. Me río internamente y vuelvo a mirar a Helen, el cual me observa dudoso.

-Em sí, lo siento por despertarte. Necesito hablar con...

-¿Conmigo, verdad? –una voz detrás de Helen acaba la frase por mí, apareciendo una nueva cabeza en mi campo visual. Helen se hace a un lado, dejándome pasar y yo solo asiento, sin dejar de mirarlo. Ambos nos sentamos en el sofá, sin decir nada, solo observándonos. Es Helen quien tiene que romper el silencio.

Recuérdame en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora