"¿Me echas de menos? Leena, te echo de menos. No me recuerdas pero yo no soy capaz de olvidarte. Voy a encontrar la cura a cualquiera de los problemas, te lo juro. Te quiero..."
Siento un frenazo y un claxon de coche. Abro los ojos lentamente, aún con sueño, y miro a mi alrededor, algo confundida. Estoy en un taxi de camino al nuevo hospital, a mi lado está Ben, sonriéndome tiernamente. Le devuelvo la sonrisa y miro por la ventana.
Esa voz, me suena muchísimo, pero no la relaciono con ninguna cara. Bueno, no relaciono nada con nada. Mi cabeza es un lio de rostros, voces, lugares... Recuerdos que se mezclan entre ellos. La voz dice que me echa de menos y que me ayudará con mis problemas, ¿se refiere a los de la amnesia o a los de mi cuerpo? Tengo una sensación muy extraña. Es como si esta voz me acercara a la verdad, a la memoria. Pero a la vez me alejara de todo, me complicara aún más esta situación que aun no entiendo.
Noto que Ben me toma la mano y acaricia mis nudillos, giro la cabeza y lo miro fijamente a los ojos. Me sonríe tranquilizante, como si intentara calmar mis pensamientos.
-¿Estas bien, Leena?
-No lo sé... He soñado con una voz...
Ben tensa la mandíbula y niega levemente con la cabeza. ¿Sabe quién es la voz? Ben esconde demasiadas cosas... Cierra los ojos y parece estar contando hasta diez. Cuando consigue calmarse, abre los ojos y vuelve a sonreír.
-Debes descansar, Leena. –me acaricia la cara y cierro los ojos, durmiéndome al instante.
Estoy en una habitación sin ventanas ni puertas. Voy a levantarme de donde estoy sentada y veo que es una cama. ¿Una cama? ¿Dónde estoy? Camino por la habitación, nerviosa, aunque no sé porque. Cojo mi móvil para ver la hora y para intentar llamar a alguien. Son las doce de la noche y no hay cobertura. Perfecto... La pantalla de mi móvil empieza a hacer ruidos y luces raras. Asustada, lo tiró con fuerza contra una pared y se rompe en varios pedazos. Retrocedo unos pasos y choco contra algo. Este algo respira, está vivo. Me giro lentamente con los ojos cerrados y uso las manos para taparlos. No quiero ver lo que es.
-Leena, abre los ojos... -¡Y encima habla! ¿Quién es este hombre? –Por favor... -con sus manos aparta mis brazos. Las tiene heladas... Sigo con los ojos cerrados. No vuelve a hablar, pero oigo su respiración agitada, irregular, preocupada. Respiro profundamente y poco a poco voy abriendo los ojos.
Veo a Slenderman delante de mí. Espera... ¿Slenderman? Abro los ojos como platos y retrocedo rápidamente hasta chocar contra la pared donde había lanzado mi móvil.
-¿Qué quieres de mí? ¿Vas a matarme? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo sabes mi nombre? –demasiadas preguntas que no tienen respuesta ya que no dice nada. Miro su cara sin rostro y puedo notar cierta tristeza. -¿Estás bien? –Espera... ¿Acabo de preguntarle a mi futuro asesino si está bien? ¿Qué pasa conmigo?
Al preguntarle eso parece que reacciona y me "mira". Avanza lentamente hasta quedar a pocos centímetros de mí. ¿Por qué no me mata? Levanta una de sus manos y acaricia mi mejilla. Su mano es muy suave... Sigue estando fría pero su acto muestra cierta calidez que de alguna manera me llena.
-¿Por qué, Slenderman? –pregunto con una tranquilidad que no sé de donde sale. Él niega con la cabeza y su mano llega a la parte trasera de mi cuello. "Seguramente ahora me ahogará y matará aquí mismo...". Cierro los ojos al imaginarme la situación. Pero no me pasa nada, abro los ojos de nuevo y lo veo a pocos centímetros de mi rostro.
-No me gusta que pienses esas cosas de mí... -¿Ahora me lee el pensamiento? Esto es tan... irreal. ¡Ya sé! Esto es un sueño, un maldito sueño. Puedo hacer lo que quiera, nadie sabrá nada sobre lo que pase aquí. Noto unos labios sobre los míos y pestañeo repetidas veces. ¿Me está besando? ¿Slenderman me está besando? Vale, esto es raro... Pero no puedo negar que me gusta... Mucho... Me pongo de puntillas y rodeo su cuello con mis brazos para acercarme más a él. Lo beso con más fuerza y ganas. Se me hace... ¿conocido? Me separo de él y lo miro confusa.
-¿Por qué...? –solo soy capaz de preguntar eso. Me mira sin entender de lo que hablo. Vuelve a acercarse a mí y me abraza. Pero hay un problema... Yo no lo había visto en mi vida... Solo lo conozco de algunas leyendas urbanas.
-Lo siento tanto, Leena... Odio verte así, tan perdida... -susurra en mi oído como si fuese un animal acorralado y asustado. Vuelve a ponerse delante de mí y me besa la frente. –Buenas noches, Leena... -Y todo se vuelve negro.
Me levantó en una cama diferente a la que estoy acostumbrada. ¿Dónde estoy? Ah, sí. En el nuevo hospital. Giro un poco la cabeza y alcanzo a ver a Ben sentado en una silla, al lado de la cama. Debe de haberse dormido mientras me vigilaba.
-Ben... -susurro casi sin voz. Carraspeo un poco y repito. – ¡Ben! –Ben se despierta bruscamente y me mira. Antes de que pueda decir algo más, me abraza.
-Dios mío, Leena... Pensaba que te había pasado algo, no despertabas. ¿Qué te ha pasado? –me sonrojo levemente al recordar ese sueño.
-¿Prometes no reírte? –pregunto nerviosa, pensado si es buena idea decirle a Ben o no sobre Slenderman.
-¡Claro que lo prometo! ¿Por qué me pides eso? –me mira confuso.
-¿Sabes que son los Creepypastas? –me mira con cierta curiosidad, como si no entendiera que tiene que ver mi pregunta con la razón por la que no despertaba.
-Sí, he oído hablar de ellos... ¿Por qué? –dice no muy seguro.
-He soñado con Slenderman... -digo rápidamente, pisando las palabras entre ellas.
-¿Q-Qué? ¿Cómo que has soñado con Slenderman? ¿Qué pasaba? –me mira con cierto brillo en los ojos. Se le ve... emocionado.
-Lo-Lo besaba... -muerdo mi labio nerviosa. Esto va a acabar muy mal... Llamará algún psiquiatra y me encerraran por loca. ¿Quién te dice a ti que le cuentes tus mierdas a Ben?
-Relájate, ¿vale? No pasa nada... -busca en mis ojos algún signo que delate que es una mentira o una broma pero lo siento Ben, es la pura verdad. –Debes descansar, te han inyectado un líquido regenerador de células nerviosas. Mañana te harán unas pruebas. Es muy tarde, me voy a mi habitación a dormir, está delante de la tuya. Si pasa algo solo debes pulsar este botón y estaré aquí lo antes posible. –señala uno de los muchos botones que hay al lado de la camilla, me da un beso en la frente y se va a su habitación.
Cierro los ojos y, aunque haya dormido durante muchas horas, aun estoy cansada... Debe ser por este líquido regenerador o lo que sea... Me tapo con la manta e intento entrar en calor. Mi último deseo antes de dormir es volver a encontrarme con Slenderman en mis sueños.
Por favor...
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Recuérdame en Invierno
Fiksi PenggemarLuces y sirenas de coches policía, disparos, una casa en llamas, mi cuerpo quemándose en las cenizas, unos brazos arrastrándome hacia el exterior de la casa y un grito desgarrador que resuena en mi cabeza. Eso es todo lo que recuerdo de la noche en...