28. Papá debe estar buscándote...

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Dedicaciones: Springtrap1983, TheVanenigga y MaFeGrunsven

-Chicos, yo ya me voy a trabajar. Os dejo con Leena hasta que llegue vuestro padre. No os portéis muy mal, ¿de acuerdo? –dice Ed antes de despedirse cariñosamente de Ashton y Luke e irse a trabajar a El Toronto. Volvemos a entrar los niños y yo al comedor de su casa y se sientan en el sofá mirándome expectantes.

-¿Qué vamos a hacer ahora Leena? –Pregunta el más pequeño con la dulzura de siempre en su rostro, derritiéndome el corazón.

-No lo sé... ¿Queréis ir al parque? –respondo encogiéndome de hombros, sentándome a su lado.

-¡Sí! –exclaman los dos a la vez mientras se levantan rápidamente y se dirigen a su habitación para ponerse los zapatos.


Antes de salir del edificio, desgraciadamente, con encontramos con Celestine en la entrada, fregando el suelo.

-Oh, ¿dónde vais queridos? -pregunta curiosa, observándonos como si fuéramos bichos raros.

-¡Leena nos lleva al parque! –salta emocionado Ashton antes de que pueda decir yo algo.

-¿Al parque? –Me mira sorprendida.- ¿Acaso sabes donde hay un parque?

-Eh, no. –mierda...- ¿Podría decirme donde hay alguno para llevar a estos diablillos? -pregunto con una sonrisa falsa.

-Claro, al final de esta calle hay un parque muy grande donde los niños pueden jugar sin problema.

-Gracias... -digo cogiendo a los dos niños de las manos protectoramente y caminando hacia la salida con rapidez.

Pero la anciana habla antes de que salgamos y lo que me dice me congela la sangre.

-Ve con cuidado, Leena... Es muy fácil que allí los niños se pierdan y desaparezcan... Para siempre...

Vale, ya he tenido suficiente. Salgo con prisas y me dirijo al lado contrario del que me ha dicho esa mujer.

-Leena, por aquí no es... -dice Luke tirando de la manga de mi sudadera. Yo detengo mi andar y me arrodillo, quedando a la altura de los niños.

-Lo sé, pero yo conozco un lugar mucho mejor. ¿Queréis venir conmigo? –improviso con rapidez pensando que en esa dirección solo conozco el bosque. Al ver que los niños asienten alegremente no tengo más opción que levantarme y caminar en esa dirección con ellos a mi lado.


Por suerte, a pocos minutos del bosque había un pequeño parque muy agradable lleno de padres con sus hijos, nada raro o peligroso. Por fin un poco de paz... Los chicos y yo llevamos aquí ya un par de horas pero nos quedaremos un poco más hasta que anochezca. Decido descansar un poco antes de continuar jugando con ellos así que voy a sentarme a un banco cerca de donde ellos están. Cojo el móvil y veo que hay un mensaje de Mike.

Hola Leena,

En el hospital hay mucho trabajo y no puedo irme.

Hoy me quedaré a dormir aquí, lo siento.

Mike.

PD: No me quemes la casa, gracias.

Sonrío ante el mensaje final y le respondo con un simple OK. Aprovecho también para llamar a Helen para preguntarle por Pitt y por si quieren venir a cenar con los pequeños y conmigo a "mi" apartamento esta noche.

Cuando termino de quedar con Helen, guardo el móvil y levanto la vista, buscando a los niños. Los veo jugando con una niñita morena de más o menos su edad. Va vestida con un vestido rosa algo sucio (supongo que por jugar mucho con la tierra) y tiene el peluche de un oso. Me acerco para preguntarles a los niños como están y para conocer a la niñita.

-Ey chicos, ¿todo bien por aquí? –pregunto con cariño a los dos niños y ellos asienten con la cabeza.

-Sí, estábamos jugando con nuestra nueva amiga. –habla Ashton. Me giro para mirarla y sus ojos verdes hacen que algo en mi cabeza despierte.

-Hola, soy Leena. ¿Cómo te llamas? –pregunto amablemente, buscando la razón por la que mi cabeza está empezando a doler.

-Creo que no habla... -dice Luke con algo de tristeza.

-Vaya... -me la quedo mirando unos segundos y vuelvo a preguntar.- ¿Estás con alguien? –Ella niega con la cabeza y abraza con más fuerza el osito.- No pasa nada, cariño. Si no viene nadie a buscarte puedes venir con nosotros y te ayudaremos, ¿verdad que sí, chicos? –ellos asienten y la niña me abraza con fuerza, escondiendo el rostro en mi cuello.


Ya está anocheciendo, y los tres niños y yo caminamos de vuelta a casa.

-Y sobretodo chicos, que nadie le diga a Celestine donde hemos ido. Será nuestro lugar secreto.

Al entrar al edificio nos encontramos con la anciana recogiendo todos los productos de limpieza y guardándolos en un armario cerca del ascensor.

-Oh, ya habéis llegado. ¿Cómo ha ido? –pregunta con una sonrisa en la que puedo ver la maldad reflejada.

-Muy bien, gracias por preguntar. –respondo con rapidez sin intención de pararme para hablar con ella. Llamo al ascensor y suplico que no intente continuar la conversación... Sin lograrlo.

-¿Y quién es esta niñita de aquí? –pregunta acercándose demasiado a nosotros. Escondo los niños detrás de mí y puedo sentir el miedo de la pequeña como si fuera el mío propio.

-Una amiga de los chicos, hoy se quedará a dormir en su casa. Harán una fiesta de pijamas, ya sabe cómo son los niños... -digo algo dura con una pose bastante agresiva.

-Sí, ya lo sé... -añade ella tensando la mandíbula y dándonos una sonrisa falsa se aparta y nos abre la puerta del ascensor.- Entonces no os quiero entretener. Buenas noches, queridos.

Entramos al ascensor y nos dirigimos al último piso. ¿Qué le pasa a esta mujer?

Los niños y yo estamos sentados en el sofá con un gran plato de sándwiches cuando Pitt y Helen llaman a la puerta y entran como si nada hubiese pasado la noche anterior.

-Hola familia, ¿cómo va todo? –pregunta Helen saludándonos a los niños y a mí. Pitt le va detrás copiando sus acciones y cuando llega a mí me abraza y me susurra un pequeño y tímido Lo siento que hace que lo perdone al momento.

Poco después de haber empezado a comer oímos unos pequeños pasos y enseguida la pequeña niña está sentada a mi lado con un camisón mío, una de las muchas prendas de la bolsa que ese desconocido me envió al hospital. Le he tenido que hacer nudos en los tirantes y en el borde de la falda para que no le fuera tan grande.

-¿Sally? –pregunta Pitt con los ojos abiertos como platos, al igual que Helen, al ver a la niña.- Dios, pequeña, ¿qué haces aquí? –Helen le da un pequeño codazo a Pitt y este calla enseguida.

-Sally, papá debe estar buscándote... -añade Helen. La pequeña "Sally" no dice nada, solo se abraza con fuerza a mi cuerpo y niega con la cabeza.

-Mamá... -susurra ella, diciendo algo por primera vez. Los niños y yo estamos alucinando. ¡Sí que puede hablar! Espera, ¿qué? ¿Cómo qué "mamá"?

-No cariño, yo no soy tu madre... Yo no tengo hijos. –ella levanta la vista y veo que sus ojos están llorosos. Poco a poco empieza a llorar y la abrazo con fuerza. Joder.- Pero puedes quedarte aquí esta noche. Mañana con ayuda de Pitt y Helen llamaremos a papá y volverás con él y tu verdadera madre, ¿vale? –levanto la vista y miro a mis vecinos confundida. Ellos asienten y entiendo eso como un: Te lo contamos luego...

Recuérdame en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora