Recuérdame en Invierno

50. Voy a tener que ponerte unos cascabeles como a los gatos... (Maratón 2/2)

Dedicaciones: ycraM-The-Proxy-Love y Mephilver248

Leena's POV

Nos quedamos mirando el uno al otro por unos largos y silenciosos segundos. Mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas y antes de que siquiera una pueda escapar de mis ojos siento los brazos de Slender rodeándome y dándome de su calor. Lo abrazo de vuelta y sollozo escondida en su pecho mientras él acaricia mi cabeza con suavidad.

-Shh, tranquila, no llores más por favor... -susurra con un tono bastante íntimo sin detener las caricias.

Pasamos así un largo tiempo hasta que consigo calmarme poco a poco y todo vuelve a quedar en silencio. La luz del sol ya empieza a brillar con fuerza y la habitación empieza a verse de otra forma más agradable y familiar. Oímos unos ruidos que provienen del piso de arriba a los que no damos mucha importancia hasta que escuchamos unos apresurados pero suaves pasos bajar por las escaleras. Nos separamos lentamente, sin importarnos mucho lo que esté por venir, y vemos a una pequeña niña morena de ojos verdes vestida de rosa con su osito de peluche abrazado al pecho.

-Sally, cariño. –digo sorprendida antes de levantarme del sofá e ir a por ella para darle un gran abrazo de oso. La tomo en mis brazos y me la llevo al pecho, dando algunas vueltas y haciendo que ría alegremente sin parar.

-¡Leena, has vuelto! ¡Por fin! –grita emocionada mientras me abraza de vuelta con una fuerza algo superior a la que debería tener una niña de su edad.

Con ella aún en mis brazos, camino de vuelta al sofá donde he dejado a Slenderman disfrazado de humano y me siento a su lado con Sally encima de mí. Juego con sus rulos, enamorada de la pequeña, y cuando me giro para volver a hablar con Slender este ya ha vuelto a su apariencia original. Me tenso e intento disimularlo, pero creo que él ya se ha dado cuenta. Aún no me acostumbro a ver creepypastas como si nada... Por suerte, ninguno de los dos comenta nada sobre el tema y podemos seguir como antes.

-Sally, amor, ¿por qué no le recuerdas a Leena quién eres? Aún está un poco perdida... -pregunta dulcemente el hombre a mi lado a la pequeña niña. Esta asiente feliz con su cabecita antes de girarse hacia mí y sonreírme con ilusión e inocencia.

-Yo soy Sally, Sally Play With Me.

Le sonrío de vuelta y le revuelvo el pelo divertida. Me sorprendo a mí misma al no sobresaltarme o pensar un poco de más sobre todo lo que estoy descubriendo. Ha llegado un momento que todo lo que me dicen me lo creo y lo acepto como tal. No dudo, no niego y, sobre todo, no juzgo...

Pasamos hablando y jugando un buen rato hasta que oímos más ruidos que provienen del segundo piso. En nada vemos como los mismísimos Jeff The Killer y Homicidal Liu bajan las escaleras como si nada.

-Por favor, Slendy, dime que hay algo para desayunar... ¡Me muero de hambre! –grita Jeff entre divertido y nervioso, supongo que por tener el estómago vacío.

-¿Cuándo no estás tú hambriento, Jeff? La verdad es que no me sorprende... -comento como si nada, dejando que las palabras escapen de mi boca sin haber pasado antes por ningún tipo de filtro. Cuando me quiero dar cuenta tengo cuatro pares de ojos mirándome sorprendidos.

-¿Acabas de...? –pregunta Slendy aún en shock.

-¿Recordar algo sobre casa? –termina Jeff la pregunta, con el mismo tono que el mayor.

-S-sí... Supongo...

Todos quedamos en silencio y yo me muerdo el labio nerviosa.

Mierda, mierda, mierda...