Capítulo siete

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Esa misma noche

Eran las siete de la noche. Harry ya se había mucho antes, dijo que tenía una reunión en la casa de Zayn con los demás chicos y Simon. Ahora me encontraba recostada en mi cama leyendo un libro, cuando alguien empieza a tocar la puerta con desesperación.

— ____, abreme la puerta. Tenemos que hablar —era mi madre.

Me levanté de la cama arrastrando mis pies, abrí la puerta y me crucé de brazos.

— No tenemos nada de que hablar, todo está claro, no hay nada más que hablar —bostece— Catherin trabaja en la agencia y yo renuncie. Todos felices.

Iba a cerrar la puerta, pero ella lo detuvo.

— ____, nunca más te atrevas a cerrarme la puerta en la cara, soy tu madre y me debes respeto —me advirtió— Y creeme que tu actitud de ésta mañana no me tiene contenta.

— Yo tampoco estoy contenta con lo que hiciste.

Ella suspiró.

— No entediendo por que odias tanto a Catherin. Ella necesitaba ese trabajo y yo la contraté. Tal vez, no lo parezca, pero ella es una buena persona.

— ¿En serio, mamá? ¿No recuerdas todo lo que me hizo? Y por favor, lo de buena persona no se lo cree nadie.

— ¿Todavía sigues con eso? Lo pasado, pasado. Todos cometemos errores y merecemos una oportunidad.

— Tu no lo entiendes, mamá —negué con la cabeza.

— Entiendelo tu, cariño.

— No. Yo no tengo nada que entender. Ella lo está aparentando todo, abre los ojos. ¡Ella es una maldita pu...!

— ¡____! —me gritó mi madre— Más resperto.

— ¡¿Respeto?! —dije incrédula— Si tanto la defiendes, ¿Porque también no se viene a vivir a esta casa? Que la primera que se va a ir soy yo.

— Bueno, ¡basta!

Hubo un silencio.

— Si pensabas que con esto harías que regresara a la agencia... Estabas equivocada —cerré la puerta.

¿Qué tonterías le estaría metiendo Catherin a mi madre en la cabeza? Está cegada. Catherin lo fingía todo, siempre lo hace y no sé como diablos se termina ganando a las personas y mi madre fue una víctima más de ella. ¿Para qué regreso? ¿Qué es lo que planea? Estúpida, mil veces estúpida.  Como desearía encontrarmela para romperle la cara de barbie plástica.

Me metí a bañar para luego salir y sacarme. Me lave los dientes y fui a mi armario. De ahí saqué un pantalón largo, ajustado a mis piernas y una camisa de The Beatles. Me puse un par de vans negras y la chaqueta.

Iría a dar una vuelta.

Salí de mi habitación cerrando la puerta, atravese el pasillo para luego bajar y salir de casa. De inmediato el viento frío de la noche dio contra mi rostro haciendo mover mi cabello. Sin más, ccaminé, sin rumbo alguno. Necesitaba despejarme, alejarme de los problemas y discusiones, aclarar mi mente. Estar en paz por primera vez en mi vida. La noche estaba tranquila, aunque un poco fría. Las casas vecinas permanecían encendidas y uno que otro perro se escuchaba ladrando. Todo ha pasado tan rápido en estos días. Primero conocí a Harry y resultó ser mi nuevo vecino, conocí a los demas chicos, le di la sopresa a las chicas, salí con Harry, me besa, me encuentro con que Catherin trabaja en la agencia, discuto con mi madre, Harry se me declara y vuelvo a discutir con mi madre. Sin duda, Harry era mi soporte en estos momentos, si el no estuviera no sé que estuviera haciendo ahora, probablemente en mi habitación llorando. Sonreí al recordar todo lo pasado con Harry y lo vuelvo a decir, todo parece un puto sueño. No me lo creo. Pero, a la vez me daba miedo de que todo fuera mentira o que todos se viniera en contra de nosotros.

El Sexy Vecino (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora