Capítulo dieciocho

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Le pagué al taxista y caminé con el paso rápido hacia dentro de la casa, olvidándome completamente de que Sara aún seguía conmigo. Ella intentó detenerme varias veces, pero no tenía ánimos de hablar. Solo quería estar sola. Vi a Luis salir de la cocina, lo ignore siguiendo mi ruta a mi habitación. Me encerre en ella. Me tiré de pecho sobre la cama, capturando una de las almohadas.

Punto de vista de Sara

— ¿Qué le pasa? —preguntó Luis, confundido.

Me encogí de hombros sin saber tampoco.

— Ni idea —dije— Fuimos al estudio a darle una sorpresa a los chicos y de pronto me dijo que nos fueramos, así, sin más.

— Que extraño —fruncio el ceño— Espero que no haya sido por Harry porque es que...

— No —lo detuve— No creo.

El suspiró y asintió.

— Tengo que irme, voy tarde al trabajo —me dio un beso en la mejilla— Estás en tu casa. Cualquier cosa que suceda, no dudes en llamarme.

— De acuerdo y gracias —reí.

Esperé a que Luis se fuera para subir a la habitación de ____. La puerta estaba cerrada con seguro, de manera que no podía entrar. Entonces, con mis nudillos toqué, pero no recibí respuesta.

— ____, ¿estás bien? —pregunté preocupada— ¿Que pasó en el estudio? ¿Peleaste con Harry?

— Sara —su voz sonó raramente quebrada— Será mejor que te vayas a tu casa.

— No me iré de aquí hasta que me abras y hablemos.

No escuché nada más por su parte. Con un bufido de resignación, bajé a la sala a ver televisión, por si a ____ se le ocurría salir. Odiaba ver a mi mejor amiga así. Estaba preocupada. Tuvo que haber peleado con Harry. No podía estar tranquila por más uqe quisiera. La televisión no me distraía para nada. Tenía que hacet algo por ____. Busque mi celular y marqué el número de Camila.

— ¿Hola? —contestó alguien, pero no era Camila, sino, Katie.

— ¡Katie! —chille— ¿Dónde esta Camila?

— Aquí a mi lado —contestó— ¡Camila para de lamerme el brazo!

Solté una risa. Camila siempre lamia a Katie para molestarla, le daba asco.

— Lo siento —dijo fastidiada— ¿Porqué preguntabas?

— Verás, es que ____ esta encerrada en su habitación desde que llegamos del estudio, creo que algo pasó con Harry. Estaba pensando si nos reuníamos todas aquí para darle ánimo y hacerla sentir mejor.

— Claro —dijo inmediatamente— Todo por nuestra amiga, en un momento estamos ahí.

Colgamos. Le di una llamada a Cristina y también venía en camino.

Oí pasos lentos venir hacia abajo. Giré mi cabeza, encontrándome con una ____ totalmente destrozada. Aún estaba vestida con la misma ropa. Su cabello castaño estaba alborotado, tenía su nariz colorada, los ojos hinchados y su mirada perdida. Me acerqué a ella sin dudarlo. Removí parte de su cabello que le cubría la cara, lágrimas volvieron a salir en sus ojos. La tomé de los hombros y la abracé con fuerza, quería que supiera que estaba ahí para ella.

— Shh, eso es —dije cuando la oí sollozar, se aferró a mi— Llora, sacalo todo.

En ese momento el timbre suena. ____ se separó de mi sobresaltada.

— Tranquila, solo son las chicas. Pensé que invitándolas podría hacerte sentir un poco mejor.

No recibí ni una sola palabra por su parte, ni si quiero suspiro. Giró sobre sus talones, corriendo escalera arriba de vuelta a su habitación. Era yo la que había suspirado. Fui a abrir la puerta, allí estaban las chicas con unas bolsas de compras. Me hice un lado para que pasaran, cada una me saludó. Dejaron las bolsas encima de la mesa del comedor. Cerré la puerta y fui a donde estaban.

El Sexy Vecino (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora