Capítulo diez

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— ¡Hola! —saludó Catherin y me miró de forma malévola— Lamento haber llegado tarde.

— Oh, no te preocupes —dijo Gemma despreocupado— Ven, sientante junto a nosotras.

Ella lo hizo, se sentó al lado de Gemma en forma de indio. Volteó su cabeza para darle una rápida mirada a los chicos.

— Wow, que guapos están los chicos, esto de la fama les ha venido bien —comentó. Las chicas la fulminaron con la mirada— Sobre todo Harry.

Apreté los puños en la arena. Ella rió.

— Hey, ____, no te pongas así. Lo digo en buen plan, es que la verdad tienes un novio envidiable.

Les juro que no puedo estar con ella un segundo. De nada más verle la cara de puta, me dan ganas de partirle la nariz de nuevo. Yo no suelo ser agresiva, pero ella hacía que todo eso saliera de mi en un momento. No sé que quiere de mi, no sé que le he hecho para que me odie y me joda tanto la vida. Estaba consiguiendo sacarme de mis casillas.

Sara me miró, ya sabía aue en cualquier momento le echaría arena en los ojos a Catherin.

— ¿____, me acompañas al baño —me tomó de la muñeca— Ahora volvemos.

Me jaló hasta llegar a los baños.

— ____, necesitas calmarte.

— ¿Calmarme? Con Catherin aquí es imposible.

— Yo lo sé, pero no quieres armar un pleito aquí ¿o si? —negué con la cabeza— Ignora todos sus estúpidos comentarios, al menos, inténtalo.

Asentí.

— Todas estamos contigo, ¿de acuerdo?

Volví a asentir y la abracé.

— No sé que haría sin ti.

— Aw, para eso estamos las amigas.

Volvimos con las demás y los chicos habían regresado de bañarse en el mar. Aprovechamos nosotras y fuimos a meternos. Estaba helada y el sol daba fuerte.

El resto de la tarde, estuve ignorando a Catherin como me aconsejó Sara. Harry, estuvo evitándome y ni si quiere volteaba a verme. Estuvo conversando con Catherin y eso hizo mi sangre hervir, pero no sé como hize controlarme.

Por la noche, todos dormían en sus respectivas casetas mientras yo no lograba encontrar el sueño. Seguía pensando en Harry. Odiaba estar así con él. No me gusta ocurtarle cosas, pero si le digo que el chico de Nando's era Daniel seguro que vuelve a darle una paliza. No quiero que Harry haga eso y menos por mi. Por otra parte, es tierno, con eso me comprueba que me quiere, pero de todas formas me sigue sin gustar. Me econtraba sentada sobre la arena, abrazando a mis piernas, viendo hacia el mar que con furia azotaba la orilla con sus olas. Mis pies se hundieron el la húmeda arena a la vez que el viento sopló contra mi piel. Inhale, aspirando todo el aire y el rioc olor a mar. Me hizo sentir serena y en paz por un momento. Por el rabillo del ojo, vi a alguien sentarse junto a mi. Harry. Mi corazón latio de prisa. Hubo un silencio, en cambio fue uno tranquilo.

— Todavía estoy esperando una respuesta —su voz me hizo temblar.

— ¿Sobre? —fingi olvidarlo.

— Sobre quien era el chico de Nando's —me recordó— ¿Me lo dirás?

Negué con la cabeza. Me miró, mi corazón brinco.

— ¿Porqué?

—Harry, te dije que tal vez se equivocó de...

— Y no te creo —me interrumpió—____, no soy idiota, vi como reaccionaste al verlo —resignado, se puso delante de mi— Quiero saber de verdad quien era aquel chico.

Miré sus hermosos ojos verdes que pedían que la verdad saliera de mis labios. Si no estaba segura de decirle quien era, era por temor a su reacción. Pero, luego pensé que tarde o temprano lo sabría. Suspire y cerré los ojos para volver abrirlos.

— Esta bien —dije— Te lo diré con una condición.

— ¿Cuál?

— Que lo tomaras con calma y no reaccionarás como un loco.

El me miró por varios segundo.

— Lo prometo.

Bajé la mirada en silencio.

— Era Daniel —susurré.

Ahora el ambiente se tornaba tenso. No me atreví a volver a mirarlo a los ojos.

— ¿Que? —murmuró— Joder, ____. ¿Porqué no me lo haz dicho cuando estábamos allí? Me hubiera encantado romperle la cara a ese imbécil —escupió con Harry.

Continuó hablando y diciendo todo lo que le hubiera gustado hacerle.

— Basta —alcé la voz y él calló— De nada valdrá ensuciarte las manos con un tipo como él. Él quedó en el pasado y tu Harry —trague saliva mirándolo junto a los ojos—Tu eres mi presente y mi futuro.

Luego de segundos, tomándome de la nuca me besó. Poco a poco nos fuimos recostando en la arena. Cuando le di entrada a su lengua en mi zona bucal, se volvió intensa la situación. Harry, comenzó trazar un camino por mi mejilla hasta el cuello haciéndome jadear. Metió una de sus manos dentro de mi camisa y levemente apretó mi cintura.

— Harry —susurré débilmente.

— Hmm —dijo, aún besando mi cuello.

— Alguien nos puede ver —dije cerrando los ojos disfrutando de sus besos.

— ¿Y eso que? —besó mis labios de nuevo. Por más que me gustara y quisiera hacerlo con él no podíamos aquí, así que lo empuje.

— Aguanta, león —le sonreí, él hizo lo mismo.

— Chica mala —dijo— Me gusta.

Me reí. Una sonrisa de diversión apareció en mi rostro y me levante del suelo alejándome de él.

— Atrapame si puedes —le grité y comencé a correr lo más rápido que pude.

Miré hacia atrás y lo veía correr hacia a mi, cada vez más cerca. Me costaba seguir, los pies se me enterraban en la arena. Volví a mirar y lo vi muy cerca. Hice un esfuerzo por avanzar, pero sus manos alcanzaron mi cintura. Solté un chillido cuando me dio vueltas en el aire.

— Te tengo, nena —me voltee quedando frente a frente. Puse mis manos en su nunca y sonriendo me quedé observandolo— ¿Te he dicho hoy que te quiero?

— Nop —dije haciendo sonar la "p".

— Te quiero —susurró con voz ronca, que hizo que mis pelitos se pusieran de punta— Te quiero demasiado.

El Sexy Vecino (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora