Capítulo treinta y dos

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Un mes más tarde

Hoy se cumple un mes desde que no veo a Harry. Les cuento, él día que fuimos a mi cita con el doctor, tuvo que irse a reunir con Paul y los chicos ya que era algo muy importante. Resulta que ese mismo día tenían viajar a España para comenzar su pequeña gira. Cuando me enteré casi me da un heart attack, pero como ven sigo viva y deseando que este tiempo se vaya volando. Pero, me gustaba ver que Harry era feliz realizando su sueño. Cada vez que tiene un tiempo libre me llama o me escribe un mensaje o nos vemos por Skype. Lo extraño demasiado. 

Liam y Katie volvieron a ser novios, cosa que me ponía muy feliz. Katie ha logrado calmar sus celos y confiar más en Liam.

Daniel me ahora me visita con más frecuencia. La última vez me contó que ha decidido darse una oportunidad con el chico llamado Mark. Parecía muy emocionado de contarmelo.

Luis y Gemma, se casaron a escondidas en un viaje que hicieron a París. Mi madre y yo casi nos morimos al saberlo ya que no fuimos ni siquiera invitadas, pero fue decisión de ellos como pareja y lo respetamos.

Mi supuesta prima, Catherin, cayó en la cárcel ya que sus amigas declararon que ella fue la que me atropelló en el mall.

Mi madre se tuvo que ir a vivir a los Estados Unidos por un año ya que un proyecto de su trabajo de lo pide. Ella prometió venir cuando tuviera la oportunidad. La casa se sentía vacía sin ella.

Roberta casi no venía a la casa y es que si madre se enfermó y tuvo que viajar a Puerto Rico de emergencia.

Todo parecía ir muy bien, menos yo. Todo este mes me he sentido mal. Últimamente, me dan muchas ganas de comer y hasta he aumentado de peso. Otros días me dan mareos y vómito todo lo que me hecho a la boca. Tengo un atraso y no es normal. Debe ser un desorden hormonal por lo que hoy iría a mi doctor.

— ¡Hola, Sara! —salude a Sara por el móvil.

—  ¡____! —gritó con alegría. ¿No se cansaba de gritar?

— ¡Sara! —me quejé.

— Lo siento —se le escapó una risita nerviosa.

— ¿Qué harás hoy? —le pregunté.

— Lo que hace una pared —me contestó.

— Okay —me reí— ¿Quieres acompañarme al doctor?

— ¿Estás bien? —preguntó alarmada. Volví a reír.

— Sí, es solo que he tenido algunos cambios hormonales en todo el mes —miré el reloj— Te recojo en 20.

— Vale.

Tomé mi bolso y las llaves de mi auto. Sí, están leyendo bien. MI auto.

*Flashback*

— ¡Buenos días! —escuché la tierna voz de Harry.

Sonreí sin ni si quiera verlo. Poco a poco los abrí, encontrando a Harry en frente de la cama con una bandeja en las manos. Sonreía de una forma que los ojos se le achinaban y se notaban sus hoyuelos claramente.

— ¿Y eso? —pregunté con pizca de curiosidad.

— Desayuno para mi cumpleañera —dijo, se inclinó para poner a bandeja encima de mis muslos.

Y vaya que desayuno. En un plato habían tres pancakes, uno encima del otro, roseado de syrup. En otro, habían frutas. También, traía un vaso de leche y otro vaso con jugo de manzana. Y por último un girasol en un pequeño florero. Me percaté que debajo del plato de pancakes había un papel de maquinilla doblado.

— Leelo —dijo.

Levanté el plato con la punta de mis dedos y saqué el papel. Lo abrí, era una carta, comencé a leer.

"Querida, ____. Hoy es tu día. Quiero que antes que todo sepas que eres el ser más hermoso que hay sobre la tierra. Eres mi vida. Felices diecinueve, mi amor. Te prometo hacer de este día el mejor que hayas tenido. Gracias por llegar a mi vida, quiero estar junto a ti siempre. Eres la persona que hace que todo en mi se descontrole. La que me hace sonreír. Que cumplas muchos más, linda. Te amo con locura".

Miré a Harry sorprendida. Sentía mis ojos húmedos. El corazón me latía salvajemente contra el pecho mientras me lo sentía casi en la garganta. Este chico no paraba de sorprenderme, pero tendría que hacerlo que cualquier momento porque me va a matar de ternura. Él me miraba sonriente, como siempre. Era tan hermoso. Lo tomé de la nuca para darle un besó y lo abracé con necesidad. Sentí como me correspondía abrázandome la espalda.

— Gracias, Harry. Me ha encantado —admití.

— Te mereces eso y mucho más —me susurró.

Rompí el abrazo, para mirarlo a los ojos. Joder, esos ojos me volvían loca. Miré sus labios y los besé. Sus labios eran tan suaves, no me cansaría de besarlos.

— Me gustaría seguir disfrutando de éste momento, pero hay cosas que nos quedan por hacer —dijo Harry.

Chicas, lamento lo corto que fue éste capítulo, pero ahí no acaba el flashback. También, lamento decir que la novela está por llegar a su final :( y no tengo considerado hacer segunda temporada.

Les quiero agradecer a aquellas lectoras fieles que nunca se pierden un capítulo de la novela. Gracias por el apoyo incondicional y sus comentarios motivacionales.

Hice votación y resultó que son más las chicas que no quieren que rayita lleve nombre así que no lo tendrá.

¡Sigan comentado y dando sus ideas! ¿Qué les parece la novela? ¿Debería considerar una segunda temporada?

El Sexy Vecino (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora