*P.V de Justin*
Mierda, mierda, mierda y más mierdas. Sus labios, sus malditos labios sabían a gloria. Literalmente, me encontraba flotando en las nubes.
Rodeó mi cuello con sus delicadas manos lo cual me gusto. Apreté su pequeña cintura. Deseaba que esto no terminara nunca. Paramos por la falta de aire. Ella logró reaccionar lo cual me empujo. Sus labios estaban totalmente rojo debido al beso. Eso me dio satisfacción.
Se giro soltando un suspiro de frustración. Hecho su cabellera hacia atrás. Bien, creo que la cagué.
- Bieber, esto, esto es mal, muy mal -dicho esto entró corriendo a la casa dejándome solo.
*P.V de __(tn)*
Me levanté porque así lo quiso mi sueño. Frote mis ojos y solté un largo bostezo. Miré al techo fijamente y los recuerdos del beso vinieron a mi mente. Dios mío, ¿cómo pude? Le seguí el beso. Lo peor fue que me encantó el beso, tanto que lo volvería a besar. No, no señor, me siento puta. ¿Qué estoy haciendo?
Esto es confuso. Cuando estoy con Bieber siento cosas raras y no es normal que el beso halla gustado. Con Harry, siento que es el amor de mi vida y no lo puedo dejar.
No le puedo reclamar nada a Harry, lo estoy engañando con Justin, si, así lo creo. ¿Con que cara lo miro ahora? ¡Dios, ayúdame!
Me levanté, me bañe y me vestí. Fui a la cocina a preparar los biberones de Darcy y Edward. Ya preparado subí al cuarto de los niños y Edward lloraba sin consuelo.
- Aww, mi amor, ya mami llegó con la leche -dije y le di el biberón.
Con sus manitas aguantó el biberón y dejó de llorar. Caminé a la cuna de Darcy y esta jugaba con sus pies muy entretenida. Reí y le di el biberón.
Esperé que terminarán de tomarse la leche aún pensando en lo ocurrido. A Harry no lo he visto y mejor así, no quiero tener otra discusión, no lo pienso perdonar al menos por ahora.
Tomé los biberones y baje a la cocina, los fregue y los guardé. Oí abrirse la puerta lo que me hizo mirar al instante, era Harry. Venía despeinado, su camisa desabotonada y su cara llena de frustración. ¿Harry no paso la noche aquí? me acerqué a el y el paró en seco.
- ¿Dónde estabas? -le pregunté. El alzó una ceja y me contesto.
- Tuve una reunión del team y me quedé el casa de Zayn -se encogió de hombros.
Esto me olía a mentira. Vi en su camisa la marca de un lápiz labia, un beso. Claro, debí imaginarlo, estuvo con ella. Sentí mi corazón romperse de nuevo. ¿Se acostaría con ella?
- Ah -me acerqué a el- No sabía que Zayn usaba lápiz labial -dije y toqué el área del beso.
El tragó saliva y me miro nervioso.
- __(tn), perdóname, no sé como paso -lo interrumpí.
- Harry, lo mejor es que nos demos un tiempo -me miro.
Sabía que me iba arrepentir, pero ya no aguanto. Nos estábamos engañando mutuamente y lo mejor es darnos un tiempo.
El me miraba perplejo tratando de asimilar lo que le había dicho.
- No, no tu no puedes estar hablando enserio -dijo. Al no recibir respuesta de mi parte supo que si estaba hablando enserio.
El se giró y con sus dedos peino su cabellera y soltó un suspiro. Se giró de golpe y me abrazo fuerte, muy fuerte, como si me necesitará toda la vida.
- No me hagas esto, por favor, yo te amo y sin ti no, no puedo, ¿entiendes? -sollozo. ¿Estaba llorando? No, pendeja.
Le correspondí al abrazo inhalando su aroma de nuevo sintiéndome segura en sus brazos.
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El Sexy Vecino (Editando)
Ficção Adolescente____ Smith, una chica normal de dieciocho años que vive junto a su madre y su hermano mayor en Inglaterra. Su madre es dueña de una agencia de modelaje, lo cual trabaja mucho y casi no le dedica tiempo a sus hijos. Un sábado por la mañana, hay una...