Capítulo veintiséis

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Punto de vista de ____

Me desperté al sentir que alguien me acariciaba la espalda. Abrí los ojos con pesadez y parpadee varias veces seguidas para acostumbrarme a la luz. Sonreí al recordar lo de la tarde. Me giré hacia el otro lado, encontrándome a Harry acostado boca arriba, arropado de cintura para abajo. Me miraba con ternura.

— Hola, bella durmiente —su voz sonó más ronca de lo normal.

— ¿Hace cuánto estas despierto? —pregunté.

— Lo suficiente para admirar lo hermosa que te vez durmiendo.

Sentí mis mejillas calentarse. Él pareció darse cuenta por lo que sonrió más. Le sonreí de vuelta. Me acosté en su pecho y entre lace mi mano con la suya.

— Fue muy especial —comenté, mirando nuestras manos unidas.

— Sí, para mi también lo fue —dijo— Te amo, ____ Smith.

Volví a sonreír. Alcé la cabeza y le di un corto beso en los labios.

— Yo más, risitos.

— Uh, extrañaba que me llamaras así.

Solté una risita.

— Iré a bañarme —le dije y me levante, quedando sentada en la cama y tapando mi cuerpo con las sábanas— No me mires, Harry —le puse la almohada en la cara. Rió.

— ¿Por qué? —se quejó— Ahí no hay nada que no haya visto antes —guiño un ojo. De nuevo me estaba sonrojando.

— Da igual —insistí— No me mires.

— De acuerdo, no lo haré —tomó la almohada, poniéndosela en la cara. Me levanté, aún con la sábana tapando mi lado frontal, para buscar algo se ropa.

— Lindo trastero —habló Harry en tono divertido.

— ¡Harry! —chille cubriéndome.

— Esta bien, esta bien —dijo resignado, entre risas.

Entré a baño y metí a la ducha, sin antes tirar de la sábana. Giré el grifo, nivelando la temperatura del agua. Me paré junto debajo del chorro, dejando que el agua recorriera cada espacio de mi cuerpo. Aproveché de una vez y me lavé la cabeza.

— ____ —oí la voz de Harry al otro lado de la puerta— ¿No era mejor que nos bañaramos juntos? Es decir, para ahorrar agua —noté la perversión en su voz.

— No, Harry —reí.

Lo imaginé haciendo puchero como niño pequeño.

— Ya, pero por lo menos déjame un poco de agua.

Apagué el grifo y salí de la bañera. Me seque con la toalla y enrolle otra en mi cabello para secarlo más rápido. Me puse unos cortos, desgarrados y una camisa negra sencilla. Me miré al espejo y vi una pequeña marca morada en mi cuello. Puto Harry. Por lo menos el cabello lo cubriría. Liberé mi cabello de la toalla y lo dejé suelto. Salí del baño y me encontré con un Harry en boxer. Me mordí el labio inferior inconscientemente, me gustaba esta vista.

— ¿Te gusta lo que vez? —Harry alzó una de sus cejas.

— Uf, no sabes cuanto.

Él sonrió y se acercó a mi. Agarró mi cintura, pegándome a él. Comenzó a dar pequeños besos en mi cuello. Cerré los ojos, disfrutando de ellos, pero no podía ocurrir de nuevo, no aquí. Luis y mi madre deberían haber llegado ya a la casa.

— Será mejor que te vayas a bañar —susurré con debilidad— Si no quieres que esto acabe de otra manera.

— Deseo que acabe de otra manera —con sus dientes, rozó el lóbulo de mi oreja, enviando corrientes por todo mi cuerpo y feminidad. Lo empuje un poco.

El Sexy Vecino (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora