Voltee al oír un ruido que provenía de las escaleras. Era Harry y llevaba un par de maletas. Lo miré con el ceño fruncido.
- Te preguntarás a donde voy -asentí- Iré para la casa de Louis un tiempo. Decidí irme porque así piensas mejor las cosas y de verdad quiero que me perdones... No te preocupes por los niños los vendré a ver.
Entonces fue donde mi corazón terminó de romperse.
- No mereces todo lo que te estoy haciendo. Soy un estúpido y creo que también tengo que pensar -terminó de decir.
Mis ojos se llenaron de lágrimas. Se iba y posiblemente para siempre.
- Adiós, __(tn) -me dedicó una sonrisa forzada y salió de la casa dejándome triste y vacía.
Caí de rodillas y escondí mi rostro entre mis manos. Obvio que no tenía el descaro de hacerle lo mismo o peor de lo que me hizo. No era una chica vengativa. El, mi vida, mi todo se había ido. Estaba consciente de separarnos un tiempo y era obvio que me iba a doler pero nunca pensé que llegaría a irse. Sentí mi estómago oprimirse cada vez más y pecho agitarse por los sollozos. Todo iba tan bien y de pronto todo de derrumbó.
Todo por Taylor que vino a dañar nuestro amor, pero ese era otro asunto pendiente que tenía con esa... zorra.
Alguien separó las manos de mi rotro, no vi quien era pues aun tenia mi vista al suelo con las lágrimas cayendo en mis propios muslos. Esa persona tomó mi mentón para así mirarlo claramente a los ojos, ojos mieles que hacía que me perdiera en ellos sin yo querer. Había entrado y sin permiso. Me miraba preocupado y enojado tal vez por la persona que me hizo llorar.
Sentí un impulso involuntario por abrazarlo y eso hice. Escondí mi rostro en su cuello y lloré mas de lo debido. Acariciaba mi espalda para calmarme pero no lo lograba.
- ¿Es el verdad? -pregunto acertando, no le conteste- Lo acabo de ver saliendo.
No le contesté. Seguía llorando en su pecho mojando su camisilla. Me hizo mirarlo y limpio mis lágrimas con su pulgar.
- El no merece tus lágrimas -dijo mirándome con ternura.
- Bieber, tu, tu no entiendes nada -me zafe de sus manos.
- Si, si lo entiendo -reprocho el- Se que Taylor esta metida en todo esto.
- ¿Cómo lo sabes? -le pregunte.
- Por Dios __(tn), esa noticia esta por todo el mundo -ah claro.
- Yo... quiero estar sola. -mire hacia la pared, nunca me atrevía a mirarlo a los ojos.
El asintió y me dio un beso en la frente. Me quedé ahí parada mientras el se iba y cerraba la puerta.
Entonces fui a la habitación donde dormía con Harry. Su olor se había quedado allí. Tomé el marco que descansaba en mesa de noche. Era Harry dándome un beso en la mejilla, yo sonreía. La presione contra mi pecho y volvieron las lágrimas a salir.
Oí el grito de mi madre avisando su llegada. Dejé el marco en su lugar y limpie mis lágrimas. Me miré al espejo tratando de esconder que había llorado. No quería preocupar a mi madre.
Baje y le di un beso a Darcy y a Edward, le di un abrazo a mi madre.
- Iré a darme un baño -dicho eso se fue.
Subí a Darcy y a Edward para darles un baño también. Los dejé en el pequeño mueble que estaba en su habitación para preparar la tina. Ya lista volví donde ellos y los tomé en brazos para meterlos a la tina. Con una pequeña toalla, bañe a Darcy y con otra a Edward. Ellos solo se divertían mientras tomaban el baño. Eso bastó para que un poco de felicidad llegará a mi.
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El Sexy Vecino (Editando)
Novela Juvenil____ Smith, una chica normal de dieciocho años que vive junto a su madre y su hermano mayor en Inglaterra. Su madre es dueña de una agencia de modelaje, lo cual trabaja mucho y casi no le dedica tiempo a sus hijos. Un sábado por la mañana, hay una...