Era viernes por la noche y estaba saliendo corriendo de mi apartamento. Mi móvil comenzó a sonar:
-¡Karen! ¿Dónde estás? -me chilló al otro lado del teléfono. Se oía un estruendo de música-
-Estoy cogiendo el coche -metí las llaves para arrancar el coche mientras sujetaba el móvil con la oreja-
-¿Aún? ¡Te estamos esperando! -me chilló histérica-
-Voy pesada -era muy pesada. Comenzé a salir del garaje-
-Adrián te está esperando -me puso voz de burla-
-Calla Saray, sabes que no me gusta que tontees con eso -me ruboricé-
-Rápido. Ashley le está acechando -esa so guarra...-
-Cinco minutos, ¡búscame aparcamiento! -aceleré para tardar menos-
-Ok, voy -y colgamos. Con suerte, no me pilló ningún semáforo. Llegué en seis minutos a la discoteca. Me encontré a Saray esperando de pie con los brazos cruzados. Parecía enfadada. Me bajé del coche esperando una buen reprimenda- Hola -nos dimos dos besos-
-¿Qué horas son estás de llegar? -se dió con el dedo en la muñeca simulando que tenía un reloj-
-Te dije que en cinco minutos llegaría -emprendimos el camino hacia la discoteca-
-Da igual, deberías haber llegado hace una hora -me regañó-
-Saray, ya he llegado -le pasé el brazo por los hombros mientras que ella abría las puertas de la discoteca- Vamos a pasárnoslo genial esta noche -la animé-
-Y a poner este sitio patas arriba -me cogió la mano ilusionada y me dirigió hacia donde estaban los demás. Adrián me dedicó una sonrisa al verme aparecer al fin. Ashley se mosqueó al verme, se le había acabado el chollo. En verdad no era de nuestra "pandilla"... No sabía que hacía ahí-
-Por cierto, ¿por qué está Ashley aquí? -le susurré en el oído-
-Nos la hemos encontrado y se ha venido con nosotros por ya sabes quién -me susurró mirando a Adrián-
-Zorra... -la maldije por lo bajo. Entonces unas manos por detrás me estrujaron a su cuerpo-
-¿No vienes a saludarme guapa? -una voz me susurró. Me giré y esa voz era de Adrián-
-Estás muy ocupado con Ashley según me han dicho -le contesté un poco fastidiada por eso-
-Sabes que no me interesa en absoluto -puso los ojos en blanco-
-Pues a ella eso le da igual -enrolló sus manos en mi cintura. Sonreí ante aquel acto-
-Porque es tonta -se rió- ¿Quieres una copa? -me señaló un copa de cubata-
-No, gracias -le negué. No me apetecía nada- Prefiero un gymtonic. Voy a por él, ahora vengo -me libré de su agarre-
-No me dejes solo con ella, por favor -me suplicó--Oh, venga, no la dejes con las ganas -le guiñé un ojo y le saqué la lengua. Me dirigí a la barra para poder pedir mi muy deseado gymtonic. Tuve que gritar debido a la fuerte música- ¡Un gymtonic por favor! -le grité al camarero que era bastante mono. Se me acercó bastante al rostro. Creía que iba a intentar a hacer algo, pero tan sólo se dedicó a hablarme:
-No quedan. Están en la planta de arriba -me indicó con los ojos- Se los han llevado varios camareros para servirlos a los de arriba. Si quieres uno, ya sabes -me guiñó un ojo y se fue a servir a más gente. Me liberé de la masa que se estaba formando en torno a la barra y me dirigí hacia las escaleras. Suspiré. Genial, allí arriba estan los "ricos" por así decirlo con sus dulces acompañantes. Todo por un buen gymtonic. Creedme. Lo necesitaba. Subí esquivando a gente que bajaba y divisé a un camarero-
-Perdona -le dí toques en el hombro. No me hizo caso- Perdona -entonces se giró- Tan sólo quiero un gymtonic -me sonrió y me lo dió- Gracias -me dí la vuelta y me choqué con una chica a la cual, accidentalmente, le tiré todo el gymtonic sobre el vestido-
-Ah -se quedó mirando a su ya no tan bonito, vestido- Serás... -me miró cabreada-
-Lo siento, lo siento muchísimo -le pedí disculpas. Estaba muerta de la vergüenza- No te he visto, de verdad.
-Que no me has visto -me pareció notar un tono muy raro, como gruñendo por parte de ella. Un destello rojo apareció por sus ojos y fue directa hacia mí cuando un mano le cogió del brazo-
-Jess... Tranquila -le susurró un chico. Levantó el rostro hacia mí y me quedé maravillada. Era alto, con piel blanca, pelo negro, completamente negro y unos ojos profundamente verdes. Me quedé hechizada ante él. La chica con la que me había chocado, respiró hondo y ese destello rojo desapareció-
-Lo siento -volví a repetir una vez más. Esta vez hacia el chico, quien suponía que sería su novio- No pretendía estropearle el vestido. Me giré, no la ví y... ocurrió esto -me pasé las manos por el pelo nerviosa-
-No te preocupes -dijo tranquilo- Por el vestido no hay problema -me dijo- Te compraré otro -se dirigió a la chica-
-Pero este me gustaba -me miró desafiante--No seas niña chica -le regañó. Ella se rió y se besaron. Me sentía incómoda ante aquella escena y decidí que ya era hora de irme. Sin mi gymtonic. Me dirigía hacia la escaleras cuando la voz de ese gran chico me llamó- ¡Hey! -vino corriendo hacia mí- Tu gymtonic -me tendió un vaso-
-Oh, gracias -le sonreí sorprendida ante aquel gesto-
-¿Pasa algo? -se dió cuenta de mi cara de asombro-
-Me extraña que después de tirar un gymotnic a una chica, venga su novio y me "devuelva" el vaso -solté una risilla. No sé por qué pero pensar que tenía a ese chico delante, me ponía muy nerviosa-
-¿Novia? -se rió- ¿Qué te hace pensar eso?
-No sé... Os habéis besado -recordé aquella escena que me hizo sentir ciertos celos-
-Ah, esa es una de mis muchas chicas de compañía -me quedé estupefacta ante aquella tranquila respuesta-
-Yo... -entonces mi móvil sonó: el nombre de Saray estaba en la pantalla. Miré hacia la planta de abajo y la distinguí entre la masa de gente bailando buscándome por todas partes- Tengo que irme. Mis amigos me están buscando -agradecí internamente la llamada de Saray. Estaba muy incómoda con la presencia de aquel chico- Lo siento, una vez más.
-No te preocupes, es una mimada -se rió y yo le acompañé también de lo nerviosa que estaba- Encantado, eh...
-Karen -le sonreí. Que ojos...- ¿Y tú?
-Derek -se presentó. Mi móvil volvió a sonar-
-Oh, debo irme -puse los ojos en blanco- ¡Encantada! -me despedí finalmente bajando por las escaleras. ¿Era yo, o ese chico me estaba mirando mientras que bajaba las escaleras?
Salí de la discoteca con mis amigos riéndome. Pero en el fondo, en lo único que estaba esperando era poder encontrarme otra vez con aquel chico tan... enigmático.
ESTÁS LEYENDO
ESCLAVA DE SANGRE
Vampire¿Qué pasaría si un día cualquiera te cogieran y tu vida cambiara para siempre? ¿Qué pasaría si tuvieras que elegir entre tu vida o el que dice ser "tu amo"?