Me desperté en mi cama. Iba recuperando el conocimiento a medida que iba oyendo susurros. Cuando dejé de ver nublado, pude ver a mi madre y a Adrián a los pies de mi cama mirándome. Mi madre le dijo algo al oído y salió de la habitación dejándome a solas con Adrián. Me incorporé:
-Al fin te has despertado -me dió un beso en la frente- Te he traído un vaso de agua -me lo tendió y me lo bebí entero-
-Gracias -lo deje sobre mi mesilla- Siento el haberme desmayado -me froté la frente. ¿Era yo o estaba ardiendo?-
-No tienes que disculparte preciosa -me susurró- Es normal en gente que recibe noticias inesperadas -me sonrió-
-Ya empiezas con tus dotes de médico -le cogí la mano que me tendió-
-Tomate esta pastilla -abrió la palma de su mano enseñándome un antibiótico- Te olvidarás... de todo -me hizo una sonrisa triste-
-No me va a ser fácil olvidarlo Adri -noté mis ojos amenazando con volver a llorar-
-Ni a ti ni a ninguno de los de la pandilla -me cogió de los hombros- Pero hay que ser fuertes. Juntos lo superaremos -me acarició la mejilla-
-Fue culpa nuestra... No teníamos que haber bebido tanto esa noche en la discoteca -sollozé. Todo eso era nuestra culpa-
-No fue culpa nuestra Karen... Él fue el que decidió beber tanto esa noche y él fue el que decidió coger la moto aún sabiendo que no estaba en condiciones -se levantó. Sabía que se había alterado ante aquello-
-Si, pero... En cierto modo, me siento culpable -me tapé el rostro enfadada conmigo misma-
-Karen, no -me interrumpió-
-¿Cuántos días llevo inconsciente? -pregunté tras unos minutos para romper el silencio-
-Tan sólo un día -suspiré. Tampoco había sido tan grave- Justo para mañana ir a la uni -me sacó la lengua. Mierda-
-Mierda de vida -estampé la almohada en mi cara-
-Vea, no seas tan negativa -me quitó la almohada- Al final acabas pasándotelo bien.
-Si, pero no cuando tienes millones de exámenes acechando en la esquina -hize un puchero. Era mi último curso de periodismo y no quería fastidiarlo-
-Eres una empollona -me revolvió el pelo- Los superarás.-¡Oye! -le cogí la almohada y se la tiré- No soy una empollona -me tiré hacia él- Tan sólo soy responsable con mis estudios -nos quedamos riéndonos muy pegados, demasiado. Fuimos parando y me dí cuenta de nuestra cercanía. Es verdad que Adrián tenía muchos gestos cariñosos, muy cariñosos conmigo. Pero ambos, en esa situación nos pusimos un poco incómodos. Entenderlo, esa postura en una cama... Pues como que no era muy normal entre amigos-
-Lo eres, y lo sabes -dijo para romper el silencio, pero ninguno nos reímos. Decidí poner yo la separación y sentarme correctamente sobre la cama-
-Yo... Será mejor que baje para tomar algo -me rasqué la cabeza. Estaba muerta de vergüenza- Tengo mucha hambre -me levanté de la cama dirección a las escaleras- ¿Vienes?
-Si, si, claro -bajé las escaleras con él a mis espaldas. De repente, había aparecido mucha tensión entre nosotros. Creedme, durante muchi tiempo me planteé tener algo con él, pero eramos amigos de toda la vida, y el amor de amigos era mayor que el de llegar a ser algo más. Por lo menos para mí...-
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ESCLAVA DE SANGRE
Vampire¿Qué pasaría si un día cualquiera te cogieran y tu vida cambiara para siempre? ¿Qué pasaría si tuvieras que elegir entre tu vida o el que dice ser "tu amo"?