ESCLAVA DE SANGRE

DEREN

El tacto con algo fino suave y fino cubriendo mi cuerpo, me hizo saber que me encontraba en una cama. Se fue adaptando mi visión, pudiendo descubrir que me encontraba realmente en una camilla con intravenosas metidas por mis brazos, junto a un gotero.

Me incorporé forzosamente notando que la barriga me iba a estallar de un momento a otro.

-No, no, no. No puedes moverte -me paró la chica misma que vino a hacerme la revisión días atrás.

-¿Dónde estoy y qué me ha pasado? -me pasé la mano por mi caliente frente.

-Estás en la enfermería y te desmayaste -me colocó bien las intravenosas haciéndome soltar algunos quejidos de dolor y de asco.

-Estáte quieta o te sacarás otra vez las intravenosas -me regañó como si fuera una niña pequeña.

-¿Dónde está Derek? -me salió sin pensar aquella pregunta.

-Ha ido a alimentarse ya que ha pasado toda la noche aquí -dejó los guantes que llevaba puestos sobre la mesa y se fue hacia la puerta- Vuelvo enseguida -y se fue.

Yo apoyé la cabeza en la almohada y suspiré profundo. Mira que desde niña siempre he dicho que querí ser mamá y tener muchos hijos, sobre todo hijas, para poder vestirlas como si fueran muñecas.

Pero nunca me habría imaginado encontrarme en el estado en el que me encuentro. Si mi madre estuviera aquí y se enterara de que estoy embarazada de un vampiro, y sobre todo que es de Derek, seguramente estaría dispuesta a matar a su propio nieto.

La puerta se abrió azotándose con la pared dándome un susto de muerte. Taylor entró hecha una furia, viniendo hacia mí.

-Taylor, ¿ocurre algo?

-¿Qué si ocurre algo? ¿¡Qué tienes contra mí!? Primero Jason, y ahora Derek. ¡Me enamoro de otra persona y ahora intentas quitármela también! -con su mano, tiró la bandeja de utensilios bien ordenada.

-¿Quitarte a Derek? ¿Qué estás diciendo?

-Ha pasado toda la puta noche aquí contigo y ha pasado de mi cara -se puso al lado mío con los puños preparados para golpear cualquier cosa- Y no entiendo por qué. Tu sólo eres la zorrita que tiene a su bebé.

-Yo no soy ninguna zorrita -me alzé un poco para quedar a su altura- La que lo eres, eres tú, que no eres más que su fuente de sangre. Eso es lo único por lo que le importas -y ahí desaté completamente la ira de Taylor.

Unos de sus puños golpeó mi mejilla y parte de mi nariz, la que me pareció notar que se rompió. Me tiró de las intravenosas, sacándomelas todas. No os podéis imaginar el dolor que produce eso, y más la cantidad de sangre que puede llegar a salir.

-¡Taylor! -gritó alguien. Por fin, ya no notaba los constantes golpes de Taylor sobre mí- ¿Qué coño estabas haciendo?

-Yo... ella...

-Vete, ¡no quiero volver a verte en todo el puto día! ¡Sal de aquí! -y Taylor salió mientras que yo me sentaba sobre la camilla con un dolor de cabeza terrible.

-Agh -me quejé al rozarme el antebrazo con la mano. Sangre resbalaba por mis ambos brazos.

-¿Estás bien? -me cogió el rostro y me examinó cada facción.

-Sigo viva -me reí flojito y él esbozó una sonrisa. Me quedé mirándola. Cuanto las había echado de menos.

-¿A qué coño ha venido eso?

-Está claro que me odia. Ese ha sido el motivo de esta rabieta -con un paño que había cerca comenzé a limpiarme la sangre.

-Sé que te odia. Pero no tanto para hacerte esto -pegó un golpe a la cama, ¿estaba cabreado por lo que Taylor me había hecho?

-Ella... estaba celosa -me decidí a confesarle la verdad de ese ataque- Dijo que le quité a Jason y que no me iba a dejar que me quedara contigo... No sé por qué dijo eso. Está claro que se le ha ido la pinza -me quité el pelo de la cara, encontrándome a Derek enfrente mía.

-No le he mordido en todo el día. Eso también tiene que haber hecho que reaccione fácilmente -tragó saliva. No había comentado nada de lo que le había dicho.

-¿Es verdad que has pasado toda la noche aquí? -me atreví a preguntar.

-Tenía que asegurarme de que no le pasara nada al niño -su semblante se volvió serio, ¿pero que le había pasado ahora?- Mandaré a qué te limpien -y salió sin más de la habitación.

Me quedé mirando la puerta anonanada sin entender ese cambio de actitud tan repentino. ¿Acaso había hecho algo mal?

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Y aquí está el capítulo prometido. Espero que hayáis disfrutado con este momento Deren. Habrán más.

No es seguro que vuelva a actualizar este fin de semana ya que tengo que estudiar para los exámenes. Lo intentaré.

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