ESCLAVA DE SANGRE

LA PERSONA QUE AMAS

Contemplaba a mi hijo durmiendo sobre nuestra cama. La que se encargaba de cuidarlo me lo trajo poco después de que Derek se fuera de la habitación.

-¿Qué debo hacer, cariño? -le acariciaba su cabezita castaño claro.

Lo más sensato era ir a buscar a Derek, pero no sabía por qué, no me veía capaz de hacerlo y mirarle a la cara.

Un "toc, toc" en la puerta me avisó que alguien esperaba al otro lado, y por el olor, sabía que no era Derek.

-Adelante -alzé un poco la voz procurando no despertar a Deren.

-Hey, hola -me saludó bajito Emily entrando con cautela.

-Hola -le invité a sentarse al lado mío en la cama para que lo viera dormir.

-Qué cosa más mona -pasó su mano por su manecita- ¿Y tú qué? ¿Pelea de parejita?

-No ha pasado nada -le quité importancia.

-Pues la manera en qué estaba chillando Derek a todos ahí abajo no era de "no ha pasado nada" -hizo las comillas con los dedos- Sabes que puedes confiar en mí -me quedé callada- Lo sabes, ¿verdad? -repitió, esperando una respuesta.

-Claro que lo sé. Es sólo que... Creerás que estoy loca -me quejé.

-¿Más todavía? -se rió y yo le acompañé. Deren se quejó en sueños y yo me callé al igual que Emily.

Le indiqué con la mano que nos fuéramos al sofá situado al otro lado de la habitación para no molestarlo.

-Venga, ¿qué es lo que estás deseando contarme? -me preguntó intrigada.

-Mi madre -hice una pausa- Se me apareció -confesé.

-¿Qué quieres decir?

-Se apareció, así sin más... Me dijo que... me librara de Derek. Que lo hiciera en modo de venganza por todo lo que le había hecho -Emily me miraba asombrada- No sé qué debo hacer -me pasé las manos por el pelo.

-No te lo estarás ni planteando, ¿verdad? -se puso seria.

-Yo... lo amo. Nunca le haría una cosa así, pero tengo otra parte... Que se opone. No sé. Tengo los sentimientos confundidos... -Emily se levantó de un salto del sofá.

-No, Karen. NO. Tu le quieres. Él te quiere. Está cambiando. Lo sé. Tú le estás cambiando. No puedes llegar ahora y romperle de esa manera -me dijo histérica.

-¿De verdad te crees que sería capaz de que dejaría que ese lado me dominara?

-Eres capaz de todo -me miró con incredulidad.

-Me duele que pienses eso, Emily. Creía que me ibas a comprender. Ella era mi todo... No sé si es verdad que él le mató... Lo que si sé es que si le hizo mucho daño... Le amo sobre todas las cosas, pero en el fondo, mi madre tiene razón.

-¿¡Pero qué estás diciendo Karen!? ¿Acaso te estás oyendo? Tu madre ya no está. ¡Olvídate de ella! Seguro que fue sólo una imaginación -me puso una mano en el hombro- No dejes que nada ni nadie no te deje ser feliz con la persona que amas -una lágrima me resbaló por la mejilla.