ESCLAVA DE SANGRE

PIENSO DESCUBRIRLO

-¿Qué os pasa? -pregunté mirando a todas de una en una- ¿Sa... sabéis de qué estoy hablando? -se volvieron a mirar entre ellas como comunicándose tan sólo con sus miradas.

-Karen, estás demasiado cansada... Seguramente que ha sido producto de tu imaginación. Tanto lo de la cara como lo de los "recuerdos" -me rodeó los hombros con su brazo- Si quieres dejamos la fiesta para otro día que estés más descansada -animó a las demás a seguirle el juego con una mirada penetrante.

-Si, Karen. Saray tiene razón. ¿De verdad ves normal lo que estás diciendo? El médico te ha diagnosticado amnesia crónica. Eso significa que nunca vas a recuperar tus recuerdos -miré hacia bajo algo hundida por las palabras de Jane.

-Tal vez tengáis razón -dije al cabo de unos minutos en silencio. Todas suspiraron de alegría, pero no sabían que todavía me quedaba por decir- Pero yo sigo sintiendo algo en mi interior que me está llamando. Aún no noto mi vida lo suficientemente llena. No me siento... ¡satisfecha! -exclamé cuando encontré la palabra exacta- Sé que lleváis estos dos años ocultándome información... Seguramente por mi bien. Pero necesito saber que es lo que me falta -les sonreí lo más cariñosamente que pude- Os quiero. De verdad. Y os agradezco todo lo que habéis hecho por mí, pero creo que me merezco respuestas, y si no es con vuestra ayuda, pienso encontrarlas yo -les abrí la puerta para que fueran saliendo, dejándolas algo atónitas.

-Karen, estás cometiendo un grave error -me dijo Jane mientras que recogía sus cosas junto con las demás.

-No te lo vamos a impedir Karen, porque esta es tu vida y debes de hacer con ella lo que quieras. Pero, te pedimos y te aconsejamos que no trates en entrar en un mundo que tal vez no te vaya a gustar lo más mínimo. Una vez entraste, y no te gustó nada. Y cuando intentaste huir de él, mira lo que te paso -me dió un toque en la cabeza.

Yo negué con la cabeza mientras soltaba una risilla impresionada por la actitud de mis amigas.

-Chicas, ya -una vez que salieron, intentaron persuadirme con sus ojos tristes pero no lo consiguieron.

Me senté encima de mi colcha de seda y cogí el portátil dispuesta a buscar algo útil.

Tecleé el nombre "Derek" en el portátil por si tal vez salían imágenes de famosos o algo así que pudieran despertarme algo de mi maldita perdida memoria que pudiera darle algo de sentido a este embrollo.

Busqué y busqué y no encontré nada. Mordí el boli que tenía entre mis dedos sin cesar poniéndome cada vez más nerviosa. Parece ser que esa no iba a ser la mejor manera para intentar llenar mis vacíos mentales.

-Derek, Derek... No sé quien eres, pero pienso descubrirlo muy pronto -una sonrisa maliciosa se dibujó en mi rostro.

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¡Menos de 30 capítulos para terminar la historia! ¿Nos da pena? Porque a mi si :(
Me ha gustado mucho escribir esta historia. No sabéis cuanto lo he disfrutado al igual que leer vuestros comentarios.
Espero que esta historia haya alcanzado uno de los primeros puestos de vuestras novelas preferidas.
Gracias por todo y hacedme saber que os ha parecido este capítulo.