ESCLAVA DE SANGRE

SEPARADOS

Yacía tirada en la esquina de la habitación llena de chicas gimiendo de dolor o de necesidad porque Derek las mordiera. No paraba de morderme las uñas intentando comprender que es lo que había pasado para que Derek estuviera haciendo esas cosas.

-Karen... -se sentó mi "nueva amiga" que me dijo que se llamaba Annie- Ya sé de que me suena tanto tu nombre -puso su mano sobre la mía.

-Tal vez lo hayas oído por la calle o... -comenzé a decir, pero me interrumpió.

-O aquí -yo giré mi cabeza para mirarle, sin saber a qué se refería.

-¿Aquí? ¿A quién has oído hablar de mí? -le susurré, interesada por saberlo.

-Al amo -tembló al nombrarle.

-¿Al a...? ¿A Derek? -pregunté sin creérmelo- ¿Qué decía de mí?

-Yo... Al principio lo oía hablar de ti como enamorado... Luego llegaron los caza vampiros, se complicaron las cosas, ocurrieron cosas... Y pidió a todos los caza vampiros, sin excedencia, su cabeza -tragué fuerte saliva.

-Incluida la mía -me levanté y me pasé las manos por el pelo- ¿Pero por qué? ¿Por qué a mi también?

-No lo sé. Algo ha ocurrido. Algo...

-¿Pero qué? -chillé llorando- Yo lo amaba... Lo sigo haciendo -me caí al suelo, haciéndome algo de daño.

-Seguro que él lo sigue haciendo Karen -me pasó su mano por mi espalda.

-Si lo hiciera, no querría deshacerse de mí -la puerta se abrió y entró el mismo chico que antes. Lo miré con desprecio y volví a mirar hacia Annie.

-Sé que me has visto Karen. Vamos -me habló a mis espaldas. Yo puse los ojos en blanco.

-¿Para qué? ¿Para cortarme la cabeza o algo parecido? No, gracias -le hice un ademán con la mano para que se fuera, pero me cogió del brazo, levantándome.

-No te he dado para elegir. Vamos -y me empujó para que andara delante de él.

Me condujo por un pasillo lleno de habitaciones hasta que entramos en una de ellas. Capté cada detalle de los pasillo y demás para ver si lo conocía.

-¿Dónde estamos? No me suena nada este sitio -le pregunté mientras abría la habitación con llave.

-El amo tiene muchas propiedades en todo el mundo -terminó de abrir la puerta.

-¿Me estás diciendo que estamos en una parte del mundo que no es norteamérica? -pregunté asombrada, pero no me contestó.

La habitación a la que entramos no tenía muy buena pinta. Una tía muy extraña estaba de espaldas a nosotras moviendo varios frascos.

-Te la dejo aquí, Way. Haz lo qu tienes que hacer -y me dejó con esa extraña.

Cuando la chica se dió la vuelta, pude ver quien era. Me tapé la boca de la sorpresa y corrí a abrazarla de la alegría.

-¡Taylor! Oh dios mío, no sabes lo que me alegro de verte -ella me sonrió, también muy contenta de verme.

-Vamos a dejar las celebraciones para cuando salgamos de aquí -me llevó a una pared de la habitación que tenla un rendija de ventilación. Como en las películas de acción, la abrió y me indicó que entrara- Venga, entra.

-No... Ni de coña entro ahí. Soy claustrofóbica -le susurré con miedo a que nos pillaran.

-Pues si quieres salir de aquí, debes pasar por aquí -yo suspiré e hice lo que me dijo.

-Y, ¿cómo coño has entrado a aquí?

-Luego te respondo a eso. Ahora hay que estar atentos por donde vamos -al final de ese estrecho pasillo por donde íbamos gateando, ví una luz.

Taylor me dijo que le diera una patada a la rendija y eso hice. Salimos al exterior de un gran jardín. Muchísimo más grande y bonito que el de la casa de Derek donde pasé tanto tiempo.

-Hay que darnos prisa. Corramos -ocultándonos en árboles que encontrábamos por medio del jardín o detrás de la cantidad de coches que habían, conseguimos salir del recinto.

-Demasiado fácil -conseguí decir mientras recuperábamos el aliento.

-Hemos conseguido inhabilitar varias cámarad y seguridad. Si no hubiera sido por eso, no hubiera sido tan fácil -ya con más tranquilidad, me llevó por un camino de grava donde a lo lejos había un coche bastante moderno. De él, salió un chico bastante mono.

-¿Jason? -aquel chico sonrió, asintiendo para confirmarme que era él- ¡Jason! -y me tiré a sus brazos- Pero tú... Yo te ví...

-Conseguimos salvarlo -me comentó Taylor orgullosa.

-Pero, le rompió el cuello... Es imposible tal cosa -dije impresionada.

-Dorothie tiene muchos truquillos -una alarma a lo lejos nos sacó de nuestra conversación- Mierda, ya se han dado cuenta -se giró Taylor hacia de donde provenía la alarma.

-Hora de pirarnos -dijo esta vez Jason. Me cogió del brazo y abrió la puerta del coche- Adentro, preciosa -yo me sonrojé, él se dió cuenta y me guiñó un ojo.

Taylor, sin darse cuenta de lo ocurrido, se montó rápidamente en el asiento del copiloto. Jason se montó en el del piloto, y arrancó el coche, rugiendo, así, el motor como un auténtico león.

-Por favor, pónganse los cinturones -nada más decir eso, ambas nos lo pusimos y Jason pisó el acelerador saliendo pitando de allí.

-¿Y ahora adónde vamos? -pregunté mirando a la casa nueva de Derek entre los árboles.

-Lejos de estos chupasangres -y en tan sólo unos segundos, perdí de vista la casa. Y otra vez, Derek y yo habíamos sido separados.

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¡50 capítulos! ¿Podré llegar a 50 más? Sé que muchas de vosotras queréis que Derek y Karen estén juntos, pero quiero llegar a los 100 o más de 100 capítulos y si acaban ya juntos, la historia no tiene más.

Por eso se me ha ocurrido una gran continuación. ¡Espero que la disfrutéis! Acepto ideas.