Devoré como un auténtico animal el desayuno. Estuvo buenísimo. Me noté llena y quería salir un poco, aunque fuera por el jardín que podía divisar desde mi ventana. Era absolutamente precioso.
Probé a ver si estaba la puerta abierta, y así fue. Me alegré ante mi descubrimiento y salí de mi habitación. Supuse que Derek la dejó abierta aposta. Claro, no es tonto. Sabe que ahora dependo de él y que no me escaparía... Y tenía toda la razón en pensarlo.
Recorrí el pasillo tranquila, sin ninguna prisa en llegar al exterior. Bajé las escaleras y no ví a nadie en el piso inferior. Se ve que era muy temprano. Oí unos voces en una de las salas de esa planta, y decidí echar un vistazo.
La puerta estaba entornada y yo me asomé sin hacer ruido. Mi campo de visión dió a un enorme salón con lujosos sofás.
Derek estaba sentado en uno con su chica en su regazo. En ese momento, le cogió de la mejilla y la acercó, besándole con pasión. La chica se abrió de piernas y siguieron sin separar sus labios. Ella colocó sus partes en el miembro de Derek y empezaron a reírse.
-No sabes cuanto te amo -recorrió Derek con sus manos el cuerpo de aquella puta.
-Si lo sé -le besó ella rápido. Se quedaron mirándose, mientras que a mí se me rompía algo por dentro.
Me imaginé a Adrián y a mi así... En nuestra noche de pelis... Y luego acabar haciendo lo que sea. Pero lo que me estaba cabreando era que yo no era la que estaba allí con Derek... ¿Qué decía? ¡Adrián era mi novio!
Cuando noté que iba a empezar a llorar, me fuí corriendo de allí, sin querer ver a ese par de tortolitos.
Huí de allí. Me adentré en el bosque. Sólo quería alejarme de ese lugar. De ese cabrón. Sabía que podría marearme o algo peor si Derek no me mordía, pero me daba igual.
¿No quería a Emma? Pues que se quedara con ella. A mí no me necesitaba. Que se buscase a otra gilipollas.
No sabía cuanto tiempo llevaba semi corriendo, hasta que me tiré en las enormes raíces de un roble. Apoyé mi cabeza en el tronco y respiré hondo. Tenía que recuperar el oxígeno perdido. Un crujido de hojas me hizo ponerme atenta a lo que venía, pero en verdad, ya nada valía la pena.
-Vaya, vaya... -dijo la voz de un chico. Rodeó el tronco y apareció delante de mí- Si eres aquella ricura del bosque... Aún no puedo olvidar el sabor de tu sangre -me sonrió. Venía con dos chicos: uno de ellos lo conocía, y el otro era nuevo- ¿Estás sola? -se arrodilló delante mía.
-Si... Sola -dije triste. El chico miró a los otros, con las cejas enarcadas.
-¿Qué tienes ahí? -me quitó el pelo del cuello, y vió la señal- Estás marcada -abrió los ojos con asombro- Espera... -aspiró fuerte al aire- Ese chico -yo entrecerré los ojos sin entender que decía- Tienes su ponzoña... Puedo olerla -me dió a entender- Ese capullo mató a nuestro hermano -se señaló a si mismo y al otro chico que conocía- Y ahora pienso hacer venganza -sin esperarlo, me alzó del cuello.
Yo me arrastré por el suelo asustada cuando me estampó contra él. No podía mover mi pierna derecha.
-Primero te dejaré sin hueso diaponible, y luego, cuando estés paralítica, te chuparé la sangre -me cogió del mentón- Pero te dejaré la justa para que te quedes agonizando -me mostró sus colmillos- Tu dueño vendrá a buscarte, y te encontrará... irreconocible -comenzi a reírse horriblemente.
-Yo no te he hecho nada -sollozé. ¿Por qué todo lo malo me ocurría a mí?
-Ya lo sé preciosa -pasó su pulgar por mi rostro, simulando cara de pena- Pero a veces hay que arriesgar vidas.
Una patada de él me dió en el estómago haciendo que me contrayera. Puñetazos y patadas me hacían crujir cada parte de mi cuerpo.
Os seguiría contando, pero caí casi inconsciente. Lo único que volví a sentir fue dos cossas afiladas en mi cuello. La sangre salía de mí a una velocidad increíble. Notaba como la vida me dejaba...
-En fin, preciosa -me dijo el chico al oído- Un placer volver a verte -me susurró, y se fue.
Se fue, dejándome sola. No podía creérmelo... Iba a morir completamente sola.
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ESCLAVA DE SANGRE
Vampiros¿Qué pasaría si un día cualquiera te cogieran y tu vida cambiara para siempre? ¿Qué pasaría si tuvieras que elegir entre tu vida o el que dice ser "tu amo"?