ESCLAVA DE SANGRE

MÁS DE LO QUE DEBERÍA

Observaba a Emily montándose en su gran lumusina negra conducida por uno de sus sirvientes humanos. La despedí con la mano al tiempo que ella me gritaba que volvería en cuanto pudiese para que saliéramos juntas.

No aparté la mirada hasta que el coche desapareció por entre las puertas que daban la entrada al gran jardín de Derek.

-Vamos adentro -me susurró Derek en el oído. Me cogió de la mano como para asegurarse que no saliera corriendo.

-Derek, quiero agradecerte que hayas dejado a Emily mar... -me atrajo hacia él y me calló con un gran beso- Derek -pronuncié su nombre entre su beso- Derek -lo aparté con delicadeza.

-Hey, ¿algún problema? -me miró preocupado.

-No... Tan sólo quiero hablar contigo -le rogué.

-Claro. Vamos a la habitación -le ordenó unas cuantas cosas a otros vampiros y nos fuimos a su habitación.

Cerró la puerta tras de sí y vino a pasos cortos hacia mí, que estaba sentada sobre la cama. Me alzó la barbilla con sus dedos.

-¿Qué ocurre? -me preguntó serio, sin poder esperar más.

-¿Por qué tenías al niño y creías que estaba muerta? ¿Por qué no trataste de indagar más? De tratar de encontrar la verdad -le dije bastante nerviosa.

-Emily, me dijo que no habías logrado superar el coma. Insistí en ir a verte, pero se ocupó de traer al niño tras lograr que te lo sacaran los médicos. Me dijo que era demasiado duro verte de la manera en la que estabas... -se arrascó la frente con sus dedos- No sé por qué, pero después de esas palabras, no fuí capaz de querer averiguarlo personalmente -cayó al lado mío en la cama.

-Entonces... ¿de verdad te importaba? ¿De verdad estabas verdaderamente preocupado por mí? -le pregunté con mis ojos cristalinos de la emoción.

-¿Qué si de verdad me importabas? Joder, Karen, te quiero demasiado. Más de lo que debería. He intentado siempre ser duro contigo, desearte incluso la muerte... Pero la idea de vivir en un mundo en el que tu no estuvieras... Era inimaginable -me tiré a sus brazos, besándole ferozmente al igual que él había hecho unos minutos atrás- ¿No decías que querías hablar?

-Todo. Todo lo que acabas de decir... Ha sido más que suficiente -y a continuación, nos perdimos entre las sábanas.