ESCLAVA DE SANGRE

CON EL CORAZÓN EN UN PUÑO

Derek lucía realmente sexy. ¿Por qué tenía que estar incluso más bueno que mes y medio atrás? Decidí no aparentar encontrarme nerviosa, con miedo, dudosa...

-¿Qué hago aquí? -me atreví a preguntar, soprendiéndome a mí misma.

-Creo que eso es algo obvio -me indicó con su dedo mi barriga. Me la miré cayendo segundos después a lo que se refería.

-¿Cómo...? -ví a Taylor que se encontraba detrás de él- ¿Has sido tú? -le pregunté con dolor al saber que la respuesta era sí- ¿Por qué me has hecho esto? Somos amigas -comenzé a alzar la voz.

-No, no lo somos -apretó los puños. Se notaba que me odiaba bastante- Y me arrepiento de haberlo sido.

-¿Qué mosca te ha picado? ¿Qué te he hecho yo? -perdí ya los nervios, y Taylor también.

-¡Me has arruinado todo lo que conseguí! ¡Eso es lo que has hecho! Y pienso hacerte sentir lo mismo de perderlo todo -me dijo con los dientes apretados.

-¿Todo lo que conseguiste? ¿Qué dices?

-¡A Jason! ¡Eso es lo que me has quitado! -lágrimas salieron de sus ojos.

-Jason nunca te ha querido de esa forma Taylor, y lo sabes. Ya te lo he dicho que fue...

-Si, que fue él... Pero horas antes me diste apoyo y luego te encuentro besándote con él -sollozó. Derek me miró mal al oír a Taylor decir aquello- Me mentiste. Me dijiste que no sentías nada por él. Pero si, estás enamorada de Jason.

-Estás muy equivocada -negué constantemente con la cabeza- Jason no es el chico al que amo -volví a mirarlos, escapándoseme una mirada rápida a Derek.

-Ya, Taylor -le paró Derek justo cuando iba a volver a hablar- Vete a tu cuarto a relajarte -me quedé viendo como le acariciaba el rostro tiernamente.

-No hace falta, puedo quedarme a hacerle compañía... -se limpió las lágrimas.

-No. Ve -Taylor terminó aceptando y se fue, echándome una mala mirada.

-Le has hecho tuya -le dije cuando Taylor salió de la habitación. Lo descubrí al ver todos los mordiscos que recorrían su cuello.

-¿Envidia? -comenzó a venir hacia mí.

-Asco -hice una mueca de repugnancia con la boca- Déjame ir y podrás estar a solas con tu nueva tortolita.

-Es increíble que te hayas liado con un asqueroso cazador -apoyó sus palmas en la pared dejando su rostro muy cerca del mío.

-Es uno de los míos. Tendría sentido que tuviera relaciones con él -le hice frente, alzando la ceja, haciéndome la valiente.

-Al mismo tiempo en el que estás embarazada del hijo del vampiro más poderoso -miró hacia mi barriga- ¿Qué pensabas? ¿Crear la familia feliz, tu y Jason como el padre del hijo que me pertenece?

-Es igual mío que tuyo -puse mis manos sintiendo las pequeñas patadas que me daba en ese momento- No pienso dejar que le hagas nada.

-A él no voy a hacerle nada -se apartó de mí- Darás a luz al bebé. No me hará falta deshacerme de ti.

-¿Y eso? -pregunté con ironía.

-El parto ya se encargará de matarte -y salió de la habitación dejándome con el corazón en un puño.