ESCLAVA DE SANGRE

HAZLO POR MÍ

Cogí una servilleta una vez que llegamos a casa y me limpié las comisuras de la boca de sangre. Miré hacia abajo, viendo mi ropa hecha un desastre.

-Me he manchado entera -cogí la camisa y la separé de mi piel con cierto asco.

-Vamos, yo me encargaré de quitártela -me susurró sexymente.

Una vez en la habitación, cerró de un portazo, y a velocidad vampírica se situó delante de mí. Me subió la camisa lentamente al tiempo que iba observando mi cuerpo.

Cuando estaba desnuda de cuerpo entero (pero con la ropa interior aún puesta), pasó sus manos de mi cintura a mis mejillas, las cuales sujetó para asegurarse de que el beso fuera aún más apasionado.

-No sabes cuanto me has puesto cuando estabas cazando a esos humanos -me mordió el labio inferior con sus colmillos.

La sangre de mi labio cayó, creando ríos rojos que caían desde mi labio hasta mi vientre.

Me tiró boca arriba en la cama y pasó su lengua por la sangre que resbalaba por mi cuerpo. Me reí ante las cosquillas que me producían sus lametones.

Me aupé un poco llamando su atención. Trepó hasta mí, obligándome a tumbarme de nuevo.

-También tengo derecho a desnudarte yo -le dije traviesamente.

-¿Olvidas quién manda aquí? -yo solté una risilla ante la gracia de la situación. Se sentía tan bien...

-Contrólate, Derek. No quiero tener que dar a luz otra vez -masajeó mi pecho mientras que yo estaba tendida a su merced.

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-Karen... -una silueta extraña apareció en la habitación- Karen... -esa voz...- Cariño, no te dejes dominar -de repente, esa silueta comenzó a tomar forma. Esos grandes ojos verdes, esa cabello lacio como el mío.

-Mamá... -dije en mi cabeza.

-Tienes que luchar contra ese sentimiento cariño. Tienes que luchar contra lo que sientes por él. No es una buena persona, y nunca lo será. Líbrate de él. Hazlo por mí, y por lo que me hizo -y se desvaneció.
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Derek entraba y salía dentro de mí mientras que yo recordaba esa ilusión ocurrida en mi cabeza. ¿Sería verdad o mentira lo que acababa "de ver"? No lo sabía, pero no me encontraba bien para seguir con lo que estaba haciendo.

-Derek -siguió sin escucharme- Derek -le puse una mano en el pecho- Para -salió y me miró extrañado.

-¿Ocurre algo?

-Necesito estar a solas. Por favor -le rogué cuando seguía mirándome, como intentando leerme la mente.

-No entiendo qué te pasa últimamente, pero cuando quieras contármelo, ahí estaré -y salió de la habitación, dando un portazo aún más mayor que el anterior.

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