SCARS

Capítulo 56

«Tu boca es un revólver, disparando balas en el cielo.

Tu amor es como un soldado, fiel hasta que mueras.

Y yo he estado mirando las estrellas durante un largo, largo tiempo

Yo he estado apagando incendios toda mi vida

Todo el mundo quiere una llama pero no quieren quemarse

Y hoy es nuestro turno.»

Bonfire Heart - James Blunt

WILL POV

La silla golpeaba el suelo mientras trataba, desesperadamente, de librarme de las cuerdas.

Charles estaba golpeando la cabeza de Annaleigh con el revolver una y otra vez y la sangre no dejaba de caer de su ceja, como un río caudaloso.

Le gritaba que se detuviera hasta que mis pulmones se vaciaban completamente y, luego, volvía a gritar. Anna ya estaba inconsciente, si seguía golpeándola, la mataría.

De repente, Charles dejó de golpearla y sonrió, como si una idea hubiera cruzado su mente. Pensé que se detendría, pensé que ya se había cansado de hacerme sufrir. Yo ya estaba muriendo por dentro y si eso no era suficiente para él, no tenía idea de que lo era.

El hombre me miró y su sonrisa se hizo aún más grande. Es mi turno, pensé y me sentí aliviado por un segundo pensando que Anna ya no sería quien recibiera los golpes de Charles... Pero él nunca vino a mí. En vez de eso, presionó el revolver en la sien de Anna.

Sentí un fuego dentro de mí. Traté de liberarme aún con más fuerzas. Podía sentir las cuerdas lastimándome pero no me importaba una mierda.

Anna... mi amor...

—NO. POR FAVOR. NO.

Pero no importaba cuánto luchara contra las cuerdas, no podía liberarme. No había nada en el mundo que pudiera hacerme sufrir más que lo que estaba viendo en ese momento. El amor de mi vida, la persona que le había dado luz a la oscuridad que tenía en mi interior, estaba a punto de irse, frente a mis ojos... y por mi culpa. Alguien que amaba estaba a punto de morir por mi culpa, la historia se repetía otra vez.

No solía llorar, jamás me habría dejado ver tan vulnerable, pero en aquél momento no podía cesar las lágrimas que caían desconsoladamente de mis ojos.

Di un grito sordo cuando vi a Charles apretar el gatillo lentamente, sentía que mi alma se estaba a punto de ir junto con Anna. Ya no podía soportarlo. Quería gritarle a ella que la amaba aunque sea una última vez, quería rogarle a Charles que no lo hiciera a la vez que quería maldecirlo... pero nada más que alaridos salían de mi boca.

El click del revolver fue apenas audible. Otro click y otro más. Yo no paraba de revolverme en la silla incluso aunque sabía que era imposible que pudiera liberarme por mi cuenta, ver a Anna frente a mí, con Charles a su lado apretando el gatillo una y otra vez en su cabeza me hacía querer librarme de la forma que fuera. Quería matarlo, pero aún más quería besar a Anna y decirle lo mucho que la amaba. Pero esencialmente quería que estuviera a salvo y, luego... luego me ocuparía de ese hijo de perra. Pero mis deseos eran muy lejanos... era muy difícil que pudiera hacer todo aquello, rozaba lo imposible.

Mi silla cayó y me golpeé con fuerza el lado izquierdo de mi cuerpo contra el suelo. Esperaba que al menos la silla se hubiera roto o las cuerdas aflojado, pero nada de eso sucedió. Seguía igual que antes, solo que ahora ni siquiera podía moverme.