Capítulo 28

145K 6.2K 1.2K
                                        

Mi vista permaneció clavada en el familiar paisaje de California durante todo el viaje regreso a mi hogar. En mi mente vagaban demasiadas preguntas que no era capaz de responder y que tampoco sentía capaz de poder preguntarle a Will sobre todo ello.

El tema de Charles me estaba cansado, sobre todo porque era más que obvio que Will me ocultaba cosas y no tenía en mente decírmelo, al menos por ahora. Pero... ¿cómo iba a protegerme a mí misma si no sabía a qué ni a quién me estaba enfrentando? Sí, Charles era un tipo malo y estaba dispuesto a todo pero, ¿qué incluía ese todo? Ahora que sabía cuán importante era para Will que me mantuviera a salvo comenzaría a tener más precaución y poner atención en todo lo que ocurría a mí alrededor, aunque realmente no tenía la más remota idea de qué hacer si algo iba mal... correr, supongo.

Temía que Charles me estuviera usando como un anzuelo para atrapar a Will pero si así sucedía, ¿qué le haría? Las ideas más atroces volaron por mi mente y, aunque descarté esos horribles pensamientos de mi cabeza, no pude evitar estremecerme ante la idea de no volver a ver a Will nunca más.

Mis ojos seguían observando como pasábamos rápidamente los edificios pero se detuvieron en un alto rascacielos que a un lado llevaba un gigante anuncio publicitario que decía en grandes letras "Visite Nueva York, la ciudad que nunca duerme" con una imagen de fondo que mostraba el puente de Brooklyn que une al distrito que lleva ese nombre con Manhattan. La dulce voz de Sydney llamando Brooklyn a Will hizo eco en mi mente. ¿Por qué le había dicho ese nombre? Pensé que probablemente era algún tipo de broma familiar de la cual nunca había oído, aunque también cabía la posibilidad de quizá me había mentido diciendo que se llamaba Will, pero entonces también le habría mentido a Daxton e incluso al hombre que nos sirvió cuando fuimos a jugar al bowling. Eso no tenía sentido, sobre todo cuando era tan cercano con Daxton. Decidí descartar la segunda opción y olvidarme del asunto de momento, podría preguntarle más tarde ya que no era algo tan significante como para ocultarlo. Seguramente había alguna explicación razonable sobre eso.

El taxi estacionó y fue entonces que me di cuenta que ya habíamos llegado a casa. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no recordaba siquiera haber entrado a Los Ángeles. Luego de pagarle al taxista comencé a caminar hacia casa y vi mi auto estacionado frente a la entrada. Solo había una manera de que estuviera ahí y era que Brandon lo haya traído. Aún no sabía cómo le explicaría que Will y yo habíamos regresado, todo había sucedido demasiado rápido y no había pensado en ello. Aunque no estaba obligada a darle explicaciones a Brandon sentía que debía hacerlo, al igual que necesitaba decirle sobre el asunto de Charles y sabía que esto último lo volvería loco y comenzaría a detestar a Will aún más de lo que ya lo hacía, pero no tenía otra opción porque mentirle u ocultarle cosas ya no formaba parte de ninguno de mis planes.

Cuando entré a casa escuché las voces de Jennifer y Matthew provenientes de la cocina. Me alivié de no escuchar a Brandon así no tendría que verme obligada a hablar con él sobre todo lo que estaba pasando en mi vida.

-He llegado -anuncié mientras entraba en la cocina. Ambos quitaron la vista de un pequeño catálogo que había sobre el desayunador de la cocina para mirarme.

-Hola, Annie -saludó Jennifer mientras Matt me dedicaba una cálida sonrisa.

-¿Qué hacen? -pregunté mientras sacaba una manzana del frutero y la llevaba a mi boca.

-Arreglando unos últimos detalles de la boda, mamá quiere una escultura de hielo pero honestamente no nos agrada la idea, se derretirá en menos de una hora y quedará espantoso -confesó Jennifer.

-Si no te gusta entonces descarta la idea, es tu boda, no la de mamá -dije con total sinceridad. Sabía que algún punto ella también sentía que debía complacer a mi madre para que estuviera orgullosa de ella.

SCARS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora