-No puedo creer que acepté venir -murmuró Will y aparcó a unos metros de la entrada de la casa de Halley.
Me alegraba que hubiera decidido acompañarme debido a que no me sentía realmente capaz de enfrentar, lo que fuera que estuviese por venir, sola. Sin embargo, con Will a mi lado, todo era diferente. Aquél muchacho me inspiraba tranquilidad sin importar de lo que se tratara, una apuesta con tipos extremadamente peligrosos o una charla con mi mejor amiga.
-Realmente agradezco lo que haces -dije mientras salía del auto al mismo tiempo que él lo hacía.
-Sí, me debes una -me guiñó el ojo haciéndome sonreír y caminó a mi lado.
Will me tomó de la mano mientras hacíamos el camino de entrada provocando que cualquier rastro de nerviosismo desapareciera. Me encantaba la manera en que deslizaba su pulgar suavemente por el dorso de mi mano causando un leve cosquilleo.
Él había repetido una y otra vez que esperaba no ver ahí a Jared porque nada bueno saldría de eso pero, a pesar de que me aseguré con Halley de que su hermano no iba a estar en casa, Will desconfiaba totalmente de ella.
Había intentado persuadirlo para que lograra estar bien con Halley, tal como lo hice con Brandon, pero se dio cuenta al instante. Se negó diciendo que las cosas eran totalmente diferentes, que el desprecio por Brandon era solo una idiotez entre muchachos que podía ignorar fácilmente mientras que lo de Halley iba mucho más allá de una estupidez, y tenía que ver con su vida y, actualmente, la mía. Tenía razón pero decidí ignorar la última parte. Ya estaba decidida a perdonar a mi mejor amiga y si lo pensaba un poco más estaba segura de que mi único objetivo de ir a esa casa sería insultarle como seguramente sentí que debía de haberlo hecho en el momento en que me enteré de su doble vida y el sinfín de mentiras.
Antes de que pudiera tocar el timbre la gran puerta de la entrada se abrió y Halley saltó a mis brazos.
-¡Viniste! Pensé que te habías arrepentido -chilló.
Conociendo a Halley sabía con certeza que estaba ansiosa y seguramente había estado esperándome detrás de la puerta desde el momento en que acepté su invitación. Algo en mi interior me decía que le respondiera algo como «claro que estoy aquí, yo no soy la mentirosa» o «siempre he sido fiel a mi palabra, no puedo decir lo mismo de ti», pero me parecía bastante cruel por lo que preferí quedarme en silencio y no permitir que ese tipo de comentarios groseros se escaparan de mi mente.
Cuando Halley dejó de abrazarme sus ojos se movieron rápidamente a Will y los abrió como platos ante la sorpresa de verlo junto a mí.
-Gracias por venir -la voz de Halley sonaba ahora un poco más calma pero todavía se notaba el entusiasmo en ella.
Will no respondió. Ni siquiera hizo gesto alguno. Tenía en claro que él solo estaba ahí por mí y estaba segura de que intentaba demostrarle lo mismo a Halley con su actitud tan tajante y desinteresada.
Halley nos guio hasta el comedor principal y nos indicó que nos sentáramos frente a la gran mesa de roble que había en la habitación. Will se sentó a mi lado, aún con nuestras manos entrelazadas, y Halley del otro lado de la mesa, frente a nosotros.
-¿Les apetece algo para comer o beber?
-No, estamos bien -respondí por ambos dado que al parecer Will permanecería callado mientras estuviéramos allí.
-Uhm... Esto... No sé por dónde comenzar realmente -ella balbuceó mitras su mirada viajaba de mi a Will y de él a mi repetitivamente.
Tampoco sabía que esperaba escuchar... ¿disculpas quizás? Un agudo dolor el fondo de mi pecho me hizo estremecer al recordar todo lo que había ocurrido. Las voces en mi cabeza no tardaron en aparecer diciéndome que era una idiota si pensaba perdonarla tan fácilmente mientras otras me aprobaban afirmando que todos los seres humanos cometíamos errores alguna vez y merecíamos ser perdonados. Todo se había convertido en un gran dilema y lo único que provocaba era confundirme aún más de lo que ya lo estaba.

ESTÁS LEYENDO
SCARS
Mistero / Thriller"Las únicas cicatrices que jamás sanarán son aquellas que no eres capaz de ver." Annaleigh Wild es una joven de diecisiete años que ha pasado su vida entera tratando de ganar el cariño de su madre, quién no parece interesarse por ella. Como si...