17

166K 7.7K 1.7K
                                    

«Los hombres sabios dicen que solo los tontos se apuran.

Pero yo no puedo evitar enamorarme de ti.»

(I Can't Help) Falling In Love With You– UB40.



—¿No me dirás qué cenaremos? —pregunté mirando a Will que estaba de espaldas, frente a la cocina.

—No seas molesta —resopló.

Ya eran las nueve de la noche, habíamos planeado dirigirnos hacia el lugar de las apuestas cerca de las diez y volver antes de la medianoche.

Durante la tarde Jennifer me llamó para decirme que había convencido a mi madre para que no me obligara a ir, sin darme castigo alguno. Agradecía que todavía se creyera que pasaría la noche con Halley.

Le mandé varios mensajes de texto a mi mejor amiga y me dijo que aún se sentía algo mal, pero me aseguró que iría a clases al día siguiente, eso me alegraba.

—En diez minutos cenaremos —dijo Will quitándose el delantal y caminando hacia mi lado.

Me causo gracia ver como pasaba de verse como un cocinero a un empresario.

Llevaba un traje color negro con una camisa y una corbata del mismo color. Sus notablemente caros zapatos iban a juego con todo lo demás. «¿Acaso no tenía nada en su armario que fuera de un color diferente?» De cualquier modo, se veía tan apuesto como siempre, solo que un poco más elegante.

Yo me había puesto el vestido y los zapatos que llevaba en mi cartera y me había atado una coleta que, según Will, me hacía ver mayor y más sexy.

—¿Annaleigh? —murmuró en mi oído provocando la sensación de vibración que se apoderaba de mi cada vez que estaba junto a él.

—Ese es mi nombre —bromeé. Estaba de espaldas a él y podía sentir que estaba sonriendo.

—¿Recuerdas lo que te dije antes de que entraras a Dark Game?

Intenté recordar, pero no me fue posible. Will anulaba la mayoría de mis sentidos con solo hablar. Al ver que no respondía dijo:

—No hables con ningún tipo del lugar, esta noche eres mía.

La intensidad de la vibración aumentó al oír sus palabras. Esa noche sería suya.

Volteé a mirarlo y lo encontré con una pícara sonrisa torcida, pero notaba que hablaba en serio.

Sin bajarme del taburete me estiré un poco hacia él y rodeé su cuello con mis manos.

Mía —repitió acariciando mi mejilla.

Cerré mis párpados y me acerqué a él para darle un corto y dulce beso, pero él tubo intenciones contrarias y lo hizo de manera apasionada. Le seguí el ritmo, tan solo quería no separarme de él.

Amaba cuando cada vez que el beso estaba a punto de concluir Will le daba un suave mordisco a mi labio inferior.

—Me gusta tu aroma —susurró al alejarse unos centímetros de mi rostro.

—Gracias, Halley me ha regalado esa colonia para mi cumpleaños —comenté.

—No. Me gusta tu aroma, no el de la colonia.

Sentí mis mejillas sonrojarse, y más aún cuando noté que Will reía a causa de ello.

Will volvió frente a la cocina y sacó del fuego lo que fuera que había dejado, luego lo sirvió junto a algo más en dos platos. Antes de ponerlos sobre el desayunador sacó dos copas de la alacena junto a una botella de vino —odiaba el vino, pero haría una excepción sólo para no rechazárselo—, dejó las copas sobre el desayunador y luego de servir el vino colocó un plato frente a mí y otro a mi lado.

SCARS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora