SCARS

Epílogo

«Tú y yo tenemos una gran cantidad de historia

Podríamos ser la cosa más grande que el mundo haya visto jamás.

Tú y yo tenemos una gran cantidad de historia

Así que no dejes que se vaya, podemos hacer un poco más, podemos vivir para siempre.»

History - One Direction.

El frío viento de finales de otoño arremolinaba mi cabello a la vez que perturbaba las aguas del lago creando pequeñas olas.

Había salido un rato de la casa para tomar un poco de aire fresco mientras comenzaba a disfrutar el receso invernal.

Hacían ya dos semanas que todos mis miedos habían sido dejados atrás. Aquella vida en la que estaba constantemente envuelta en gran temor había sido suplantada por una llena de tranquilidad, en la que ya no tenía que preocuparme por mirar a todos lados cada vez que salía sola o porque la gente que amaba saliera lastimada.

Chales ya no existía en nuestras vidas. Tampoco volvimos a saber nada de sus hombres, ni siquiera de Mark... o de Jace.

Will me había dicho que las actividades en Dark Game se habían detenido junto a la muerte de Charles y eso no hizo más que tranquilizarnos a ambos. Todo de lo que tanto temíamos se había esfumado...

Se había acabado, finalmente se había acabado.

—Pensando, ¿eh?

Miré hacia arriba y sonreí mientras Will se sentaba a mi lado y me rodaba con sus brazos para protegerme del aire gélido.

Will había cambiado completamente desde el día de lo sucedido. Aunque aún se comportaba de manera protectora, no vivía con el temor constante de que algo malo pudiera suceder cada vez que salíamos, y la preocupación que había llevado sobre sus hombros desde el momento en que lo había conocido había desaparecido, haciendo que la relación fuera más fluida y llevadera.

Apoyé mi cabeza sobre su hombro y me quedé contemplando el tranquilo paisaje, disfrutando de lo perfecta que eran nuestras vidas ahora.

—¿Ya has hecho las maletas? —preguntó acariciando mi brazo con la yema de sus dedos.

—Aún no —dije negando con la cabeza.

Faltaban dos días para que tomáramos el vuelo con destino a Londres para pasar Navidad y Año Nuevo con Sydney. También iríamos por su cumpleaños y, entonces, le daríamos su regalo. Realmente no podía esperar a ver la cara de Sydney cuando abriera el paquete y viera dentro de la caja el pasaje sin regreso a Los Angeles. Ni siquiera pensaba que pudiera imaginar que su hermano finalmente había cedido a que volviera a su hogar después de años de insistencias. Pero, a diferencia de los demás años, ahora no había que preocuparse porque alguien pudiera hacerle daño. Ahora estaba a salvo, todos lo estábamos.

Cuando le contamos a Daxton que Sydney volvería a vivir a los Estados Unidos se puso tan contento que por poco Will no le quitó la sonrisa de su rostro con un puñetazo. Estaba seguro de que Will estaba celoso y con razón. Los ojos de su mejor amigo habían brillado de una manera que jamás antes había visto y sospechaba que, sin importar las amenazas de Will, Daxton y Sydney terminarían juntos.

—Entiendo las razones por las que no te gustaría ir a Londres, así que si no quieres ir, podemos quedarnos aquí, sólo dímelo —murmuró en mi cabello.

Habíamos hablado de aquello al menos tres veces desde que Will me propuso viajar al Reino Unido para pasar las fiestas con su hermana. Él pensaba que no desearía ir a un lugar en el que había pasado decenas de noches borracho y acostándose con quién sabe cuántas mujeres... pero eso a mí no me importaba, era su pasado y había aprendido a aceptarlo por el simple hecho de que amaba a Will. A él y a todas las cicatrices que su pasado había dejado.