22

140K 6.9K 2.1K
                                    


«Sólo puedo decirte cómo se siente.

Y en este momento hay un cuchillo de acero en mi tráquea.»

Love the way you lie – Eminem feat. Rihanna.



—Estoy definitivamente enamorada de esa banda —dije cuando acababa de sonar If you Were There, Beware.

Luego de regresar al departamento de Will, pedimos pizza y él conectó su teléfono a los parlantes de la sala. Permanecimos allí escuchando sus canciones favoritas, en su mayoría de Arctic Monkeys.

Will estaba sentado a mi lado en el sofá, ambos teníamos los pies sobre la mesa de té. Acabábamos de comernos una pizza y bebernos una cerveza entre los dos, eso nos había dejado algo atontados.

—La razón por la que me gusta no es solo por sus increíbles letras, sino que son fieles a su estilo —comenzó a explicar—. Desde el comienzo hasta ahora no han cambiado, y han tenido éxito por como realmente y no por como el mercado desea que sean.

R U Mine? comenzó a sonar provocando que una sonrisa apareciera en el rosto de Will.

—Sí, soy tuya, Will —dije enderezándome.

—Estás en manos de la perdición misma, Annaleigh —él también se enderezó y se acomodó para poder mirarme a los ojos—. ¿Lo sabes?

—Quiero estar contigo, no me interesaría ir al infierno si ese fuera el castigo por querer hacerlo —dije encogiéndome de hombros.

—Eres ridícula —frunció el ceño—, pero de una manera hermosa.

—No sé si alegrarme o desanimarme por eso —reí.

—Seguramente muchos tipos te han dicho que eres hermosa, ya debes tenerlo manejado.

—Pero ninguno de ellos era el jodidamente apuesto William Holworth.

—William —repitió entre risas, puse los ojos en blanco—. ¿Quieres otra cerveza?

—¿Quieres emborracharme para meterme a tu cama, Holworth? —bromeé.

—Si hubiera querido hacerlo, Wild, ya lo hubiera hecho —contestó con demasiada seguridad.

—¿Por qué no...? —Will no permitió que terminara con mi pregunta. Me había callado con un beso, literalmente.

Una de sus manos acariciaba mi mejilla y la otra estaba en mi espalda acercándome más a él. Cerré mis ojos mientras Will me tumbaba sobre el sofá haciendo que mi cabeza quedara en el apoyabrazos y mis piernas atrapadas entre las suyas, al igual que todo mi cuerpo.

—¿Eres mía? —murmuró en mis labios al mismo tiempo que la canción.

—Toda tuya —dije para volver a besarlo.

Will estaba sobre mí, pero no sentía todo su peso. Se había arrodillado en el sofá un poco más abajo de mi cadera dejando mis piernas extendidas en el sofá entre las suyas. Sentí como mi cuerpo comenzaba a mí vibrar con mayor intensidad que nunca.

Había empezado a besarme con más pasión y ahora sus manos se encontraban a cada lado de mi cintura, acariciándola al ritmo del beso. Luego se separó un instante para permitir que me quitara mi camiseta. Debía admitir que lo había hecho torpemente, pero en lo único que pensaba en aquél momento era en cuánto deseaba a Will.

SCARS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora