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«Debo hacer una elección. Una decisión difícil.»

The first of me – Hoobastank.

Cuando llegué a casa no oí a nadie, por lo que me dirigí directamente a mi habitación para llamar a Halley y contarle lo que había sucedido con Will.

Me tiré sobre la cama y luego de dar un pesado suspiro la llamé.

—¡Anna! ¿Cómo te ha ido? ¿Holworth aceptó hacer el proyecto? Apuesto a que te ha invitado a una cita, eres tan guapa que seguro no se resistió.

—Primero que nada, la próxima vez que te vea, te mataré.

—¿Por qué tanta agresión? —se quejó.

—Me ha ido pésimo. Dijo que aceptaría hacer el proyecto sólo si me metía en las apuestas.

—Debes estar bromeando.

—No, no lo estoy. Gracias a ese idiota reprobaré historia y no podré ir al baile.

—¿Quién dice que reprobarás? No te vendría mal algo de adrenalina.

—¿Estoy loca o estas sugiriendo que haga cosas ilegales?

—No, para nada —pude notar el sarcasmo en su voz—. Pero recuerda que, si no lo haces, no irás al baile.

—¡Ya, no me tortures! Sabes que Will es peligroso.

—¿Will? ¿Lo llamas por su apodo? Creo que ya se están enamorando.

—Ni en broma —escuché que la puerta de la entrada de casa se cerraba—. Creo que mi madre ha llegado. Te llamaré luego.

Terminé la llamada y caminé hasta la habitación de mi madre. Al parecer recién llegaba de entrenar, su raqueta y su bolso deportivo estaban en el corredor.

Aunque no podía quejarme de la madre que me había tocado, a veces deseaba que fuera más cariñosa y que pasara más tiempo conmigo. En vez de eso, tenía a una madre fría que lo único que quería era que fuera la hija perfecta, como lo había sido mi hermana mayor, Jennifer... pero yo estaba realmente lejos de ser como ella.

Mi madre salía con Daniel Jones, se podría decir que eran novios, aunque por suerte él no vivía en nuestra casa. No sería capaz de soportarlo más de lo que ya hacía.

Daniel era abogado y conoció a mi madre cuando se estaba divorciando de Ben. Al principio creía que lo hacía por interés, que quería quedarse con todo nuestro dinero, pero, por más que no lo soportara, al correr del tiempo me di cuenta de que estaba equivocada: él realmente la quería.

Me alegraba que fuera Daniel quien estuviera con mi madre y no Ben.

Ben era mi padre, aunque realmente no merecía ese título. Un padre es aquél que te acompaña en tu niñez, el que te quiere y te protege, no solo por una noche de sexo sin condones mereces ser llamado padre.

Él nunca me quiso, pero si a Jennifer. La relación de Georgia, mi madre, y Ben era suficientemente buena, hasta que se enteraron que yo iba a nacer. Fue simple. Ben tomó sus cosas mientras mamá trabajaba y Jennifer estaba en el colegio y dejando una cobarde nota se largó.

—Annaleigh, has llegado temprano del colegio —mi madre notó mi presencia.

—Sí. La clase de tenis ha terminado antes. ¿Irás a algún lado? —pregunté al ver que estaba estirando un lindo vestido azul sobre la cama.

—Dan y yo iremos a beber algo al club de golf con unos amigos.

—Me encanta ese vestido —aún tenía mi mirada en él.

SCARS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora