SCARS

3

«Mírame a los ojos cuando te estoy hablando.

Es fácil ponerse nervioso, también lo he estado sintiendo.

Sí, es un poco de locura. Sí, es un poco de estupidez.

Pero nunca dejes que la presión domine sobre la diversión.»

Ready - Kodaline.

—Vamos, Annie, dijiste que lo harías —dijo Halley provocando que la fulminara con la mirada.

Tras pasar todo el día anterior pensando qué hacer, había decidido que no reprobaría historia sólo por un poco de adrenalina, como lo llamaba mi amiga.

Estábamos ocultas tras un arbusto observando a Walker y Holworth hablar en el estacionamiento del colegio. El primero sonreía, pero el rostro de Will se mostraba reservado en todo momento.

Ambos vestían con tejanos y camisetas negras, pero Holworth llevaba una campera de cuero del mismo color que todo lo demás. Jamás los había mirado por tanto tiempo como lo había hecho en ese momento. Mi nuevo compañero para el proyecto de historia era alto, pálido y tenía cabello color castaño. Su amigo debía de tener su misma altura, ya que no se notaban diferencias, pero su cabello era negro y su piel un poco más oscura. Tenían algo en común: eran realmente intimidantes.

—Rayos, ¿en qué me he metido? —murmuré—. Deséame suerte, Hall. La necesitaré.

—Todo saldrá bien, Anna —escuché que dijo mientras me encaminaba hacia donde estaban los dos muchachos.

Al parecer ninguno de los dos había notado que me aproximaba a ellos ya que ni se molestaron en mirarme.

Me paré de golpe frente a Will y con un poco de nerviosismo dije:

—Acepto tu propuesta, me meteré en las apuestas.

No esperaba recibir un abrazo por su parte o algo parecido, pero tampoco esperaba que me tomara tan fuertemente del brazo que de inmediato sentí el dolor.

Su mirada profunda me causó escalofríos. Tenía miedo. Por primera vez aceptaba que le temía a Holworth.

—¿Estás loca? —preguntó. Noté que su mandíbula estaba tensa.

—Me estás haciendo daño —me quejé—. ¡Suéltame!

—¿Cómo se te ocurre decirme algo así cuando hay alguien presente? ¿Quieres que nos maten? Daxton podría haber sido una de las personas con las quienes apuesto y te aseguro que lo que acabas de decir no les gustaría para nada. —Will no me soltaba y el dolor era cada vez mayor.

—¿Tú apuestas con Will? —le pregunté a Walker.

—No, para nada —respondió Daxton entre risas—. Estamos juntos en esto.

—Por favor, Will. Me estás haciendo mucho daño —estaba casi de rodillas estremeciéndome a causa del dolor.

—Nunca más vuelvas a hacer algo como eso, Annaleigh, ¿entendido? —dijo aumentando la fuerza de su agarre.

—¡Ya, Will! —exclamó Daxton haciendo que me soltara—. Los dejaré a solas, arreglen sus asuntos.

Daxton caminó hacia el interior del colegio dejándonos a Will y a mí en el estacionamiento. ¿Qué pasaría? Tenía miedo tras lo que Holworth acababa de hacer, había dejado una marca roja en mi brazo que tardaría días en desaparecer.