Capítulo 44.

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Capítulo dedicado al comentario número 100.

Canción del capítulo: What If - Coldplay.



Los dedos de Will tamborileaban en el volante del auto mientras esperábamos a que la luz del semáforo se pusiera en verde. Su nerviosismo era cada vez más evidente a medida que nos acercábamos al colegio, lo que me parecía adorable y gracioso a la vez. Se ponía de esta manera por un simple baile pero que un sociópata estuviera detrás de él parecía causarle gracia. ¡Era único!

Will dobló en la siguiente esquina y aparcó en uno de los pocos lugares libres que quedaban en el estacionamiento. Miré el reloj: habíamos llegado una hora y media tarde. Pero, para ser honesta, eso no me importó en lo absoluto.

Miré a Will, quien aún lucía nervioso, y giré para abrir la puerta del auto pero en ese instante él tomó mi brazo impidiéndome hacerlo.

—¿Algo va mal? —pregunté.

—No, pero quiero abrir la puerta para ti —dijo sonriendo.

No dije nada. Sólo observé cómo bajaba del auto y lo rodeaba para luego abrir la puerta y tenderme su mano para ayudarme a bajar. No pude evitar plantar un beso en sus labios después de lo que acababa de hacer. Will podía ser de lo más romántico cuando se lo proponía y yo amaba cada uno de esos momentos y procuraba guardarlos en un rincón de mi memoria para no olvidarnos nunca.

Siempre había esperado que los bailes escolares fueran perfectos, esperaba divertirme y ser feliz por un momento, pero acaba de darme cuenta de que esa vez era totalmente diferente. El chico que caminaba a mi lado, sosteniendo mi mano, era la razón de mi felicidad. Una felicidad auténtica que no podía comparar con un baile ni con nada que fuera material... comprendí el dicho que dice que a la felicidad no la compra el dinero. Puedes comprarte un hermoso vestido, los tacones más caros o una cartera de diseñador, pero no puedes comprar la sensación de que el corazón saldrá de tu pecho cuando te sientes amado, una sensación única que te hace sentir vivo, que le da sentido a tu vida.

Caminamos hasta el gimnasio de la escuela y entramos. La pista de baile ocupaba casi todo el gimnasio, un DJ estaba situado sobre el escenario, justo frente a la entrada, y cerca de las gradas había una barra de tragos en la que un profesor controlaba que no le pusieran alcohol a ninguna de las bebidas. Alrededor de la pista de baile, había mesas con manteles blancos y sillas revestidas con telas del mismo color. Había demasiados estudiantes que ya habían comenzado a bailar en medio de la pista, pero no puede ver a Brandon ni Halley entre ellos.

—Dime que el profesor que está junto a la barra solo se ha parado ahí de casualidad —dijo Will con tono gracioso.

—Lamento decirte que es causal. Años atrás los de último año se emborracharon y por poco incendian la escuela. Desde entonces los controles son un poco más... estrictos.

—Luego me dirás sus nombres porque los mataré —esta vez no descifre si estaba hablando en serio o seguía bromeando—. De cualquier manera, he traído la droga que me vuelve más loco conmigo —dijo clavando la mirada en mí.

Sonreí tímidamente al sentir todas las miradas sobre nosotros. Por primera vez, Will ignoró a nuestros espectadores y tiró de mi mano, conduciéndome hasta la pista de baile.

Will depósito sus manos en la parte baja de mi espalda y yo rodee su cuello con mis brazos mientras nos dejábamos llevar por el suave y calmo ritmo de Fix You de Coldplay.

—Todo el mundo nos está mirando, lo sabes, ¿verdad?

—Sí —dijo sin apartar sus ojos de las míos.

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