SCARS

4

«No lo entenderás. No entiendes lo que necesitas.

La vida es una cosa extraña ahora.»

Strange thing – Oasis.

Estacioné en la entrada de la casa de Halley y bajé junto a ella ya que me había invitado a almorzar. Entramos a la casa y nos dirigimos a su habitación a esperar hasta que Judith, la empleada doméstica, terminara de cocinar.

—Will es apuesto —dijo distraída mientras revisaba su teléfono.

—No es mi tipo —dije sin interés.

—¿Cuál es tu tipo de chico entonces? Jamás has salido con uno, sin contar Brandon porque solo le hacías un favor y no fue en serio.

Halley estaba en lo cierto. Jamás había salido con un chico que no fuera Brandon, pero la verdad era que jamás me había fijado en un chico como algo más que un amigo. No significaba que no me gustaran los chicos, pero no me interesaba ninguno de los que había conocido en toda mi vida. Moría por los guapos muchachos que aparecían en las películas, pero los chicos que conocía estaban a años luz de interesarme como lo hacía por ellos.

Ahora que Brandon se había vuelto popular, varios muchachos habían intentado salir conmigo en una cita, pero jamás accedí. No me haría sentir cómoda salir con alguien con quien estaba segura de que no pasaría nada de que ellos pretendían.

—Tienes unos hermosos ojos celestes y un cabello rubio natural que a los chicos les encanta y por el cual muchas chicas matarían —dijo Halley.

—¿Qué lograrían matándome por mi cabello? —reí a carcajadas.

—Conseguirían extensiones —bromeó.

—Ya, en serio. Te quiero, no necesito tus halagos, Hall.

—¿Y qué hay de tus largas piernas? Son envidiables.

—Halley, ya basta.

No me sentía cómoda al hablar de mí. Sí, tenía largo cabello color rubio, ojos azul cielo y mis piernas eran largas y esbeltas, pero ¿eso realmente importaba? La razón por la que no salía con nadie, por más que sonara algo ególatra, era porque yo no quería, no porque a los muchachos no les interesara.

—¿Qué hay de Bryan? —pregunté para lograr que Halley cambiara de tema.

—Nos veremos esta tarde para comenzar a hacer el proyecto, pero creo que no le intereso —dijo torciendo sus labios.

Halley no era tan alta como yo, pero era una linda morena de ojos verdes y tenía unas envidiables curvas.

Mi amiga había tenido cuatro novios, pero estaba perdidamente enamorada de Bryan desde que había ingresado al colegio, al comienzo del año escolar. Era alto, atlético, de pelo castaño y ojos marrones que provocaban que mayoría de las chicas se sintieran especiales cuando posaba su mirada en ellas, pero tenía un defecto: su ego. Por suerte nunca me había hablado con ironía o con desprecio, pero podía ver cuando lo hacía con otras chicas y era desagradable. Se sentía superior tan solo por el efecto que causaba en las ellas y eso me disgustaba. Quizá, y suponiendo que Halley no estuviese interesada en Bryan, si fuera un poco más amable y no tan ególatra, podría interesarme en él. Pero ninguna de las dos cosas sucedía, Halley estaba enamorada de Bryan y él tenía tanto ego que ya era palpable.