SCARS

Capítulo 53

Capítulo dedicado a todas las personas que leen Scars. Gracias infinitas.

«Nunca se detendrán hasta vernos caer... así que corramos. »

Run - Bring me the Horizon

Annaleigh POV

Había permanecido junto a la puerta de la fría habitación durante un largo rato, ¿media hora? ¿Una? No lo sabía, pero eso no importaba realmente. Había estado atenta a todo lo que ocurría del otro lado y no escuché más que unas fuertes pisadas que se alejaron y que no regresaron.

A medida que el tiempo pasaba hacía más frío y agradecía que Will me hubiera dado su buzo antes de que todo sucediera ya que me mantenía caliente a pesar de todo y su aroma... su aroma y el recuerdo a él era lo que me había hecho mover del rincón de la habitación, lo que me había motivado a planear algo para salir de ese horrible lugar y poder volver a él.

Sabía que Jace había cerrado la puerta con llave cuando se fue, pude oírlo, pero no sería demasiado difícil salir de ahí. Había encontrado un pequeño alambre con el que podría manipular la cerradura y lograr abrir la puerta (no era la gran cosa cuando acostumbras a perder las llaves de tus diarios desde pequeña). El problema se encontraba del otro lado. No tenía ni idea de con qué me encontraría y, de lograr salir de ahí, no sabía dónde me encontraba ni adónde debería ir. Si aún estábamos en Los Ángeles, no sería para nada difícil lograr ubicarme, conocía mi ciudad natal como la palma de mi mano, pero si estaba en algún otro lugar...

«Si estás en algún otro lugar encontrarás la manera de largarte, Annaleigh, no hay tiempo para echarse atrás.» Pensé. Una vez en mi vida debía ser optimista, debía hacer lo que fuera para salir de ese lugar lo antes posible a pesar de mis temores. Lo tenía que hacer por Will.

De mi lado de la puerta, silencio. Del otro lado, silencio.

No estaba completamente segura de que la habitación del lado estuviera vacía. Quizá alguien a quien le gustaba el silencio estaba sentado esperando a que la estúpida chica a la que tenían secuestrada intentara salir y atraparla antes de que siquiera pudiera dar un paso. Pero debía arriesgarme, al menos para saber a qué me enfrentaba. Había tenido otros planes, como lloriquear que quería ir al baño y entonces intentar huir o golpear a Jace si volvía y entonces quitarle las llaves... pero todos tenían muy pocas probabilidades de funcionar. Estaba segura de que, en el primer plan, no me dejarían sola y, en el segundo, Jace se defendería como lo había hecho hacía un momento y terminaría riéndose de mí o diciéndole a los demás que no me quitaran el ojo de encima. Si fallaba la primera vez, las demás serían casi imposibles.

Llené mis pulmones de aire y me ubiqué frente a la cerradura. El orificio era tan pequeño que no podía ver lo que estaba del otro lado. La incertidumbre me ponía extremadamente nerviosa, pero debía dejar todo de lado y concentrarme en lo que realmente importaba: salir de ahí.

Metí el alambre en el diminuto orificio de la cerradura y comencé a manipularlo. No tardé mucho en oír el clic. Ahora, quedaba lo más difícil.

La verdad es que no tenía un plan concreto sobre qué hacer en el caso de que del otro lado hubiera alguien. ¿Golpearlo? Lo intentaría, por supuesto, pero sería ridículo. No había manera en que yo pudiera ganarle una pelea a ninguno de los tipos que trabajaban para Charles. Ni siquiera había podido con Jace, que era de la mitad del tamaño que los demás hombres.