Aunque era un insolente de primeras, Elías Kane era inevitablemente encantador. Era provocador, demasiado despreocupado para el bien ajeno e indiscutiblemente pretencioso. Y si las personas se aprendieran a querer solo la mitad de lo que Elías se quería a sí mismo, el mundo sería sin duda alguna un lugar mejor.Shad Taylor era la viva prueba de que la crueldad podía no conocer límites. Era intolerante, competitivo, testarudo y fiel creyente de que la violencia era la solución para todo. Y si en algo era bueno, además de ser insufrible, era en odiar a todo ser vivo que se atreviera a respirar el mismo aire que él.
Thais Icke era su perfecto contraste. No era muy partidario de la violencia y mucho menos de la crueldad como solución para los problemas, aunque sus métodos no eran mucho más éticos. Podía ser amable, cálido, prudente y empático, pero también podía ser ligeramente manipulador si te descuidabas solo un momento.
Lo que Kilian Dayes tenía de calculador y estricto, lo tenía también en astuto y leal. Serio, honesto —a veces demasiado—, reservado, crítico y frío. No era muy conversador y tampoco tenía mucho sentido del humor, pero... bueno, no había ningún «pero». Las conversaciones y el humor no eran lo suyo.
Me gustaba pensar que Cyre Ankleer era como un libro semicerrado. Era silencioso la mayor parte del tiempo, intrigante, introspectivo y observador. A veces podía resultar extraño y excéntrico, y aunque a menudo parecía tener mucho que decir, solo intervenía cuando era preciso.
Aran Seinn tenía la inocencia de un niño y el cerebro de un genio. Inteligente, ingenioso y, cuando no tenía la nariz metida en alguno de sus libros, estaba metido en... en fin, en otras cosas que no quiero adelantar ahora. Aunque a veces era inevitablemente tímido y dulce, era igual de letal que cualquiera de los demás cuando había que serlo.
Isaac Stepario no creía en intermedios. Podía ser malhumorado, distante y sombrío un instante, y al siguiente resultar atento, considerado y cuidadoso. Era frío e intenso a la vez. Reservado y cercano. Juicioso e impulsivo. Podía lucir tranquilo pero al mismo tiempo ser capaz de desencadenar un caos aterrador a su alrededor sin mover un solo dedo.
Los alumnos que llegaban al instituto Reems —no muchos, cabe añadir—, lo hacían por dos razones muy obvias: estudiar y graduarse.
Y tal vez porque ninguna otra razón atraería a siete jóvenes a un pueblo tan pequeño y aburrido como Vinton, nadie sospechó el motivo por el que ellos habían llegado realmente. Porque ninguno de ellos había llegado para estudiar. Ni mucho menos para graduarse.
Habían llegado por mí.
Y si te estoy contando esta historia ahora es porque, para cuando me di cuenta de eso, ya era demasiado tarde para escapar.
Advertencias
▫️ Esta es una historia de fantasía urbana, romance y acción, por lo que es posible que te encuentres con algunas escenas explícitas de violencia, tortura y sexo que podrían herir tu sensibilidad.
▫️ Esta es una segunda versión de la historia original. Esto quiere decir que ha habido algunos cambios con respecto a la primera versión (escenas eliminadas, escenas nuevas añadidas y otras modificadas, especialmente en los primeros capítulos). Pero la mayoría de las escenas, los sucesos principales, el hilo de la trama y el final no han cambiado en lo absoluto, así que no hace falta volver a leer esta nueva versión para entender un potencial segundo libro.
▫️ Advierto, tras leer algunos comentarios de la primera versión de la historia, que este libro no trata sobre poliamor. Por mucho que abunden los personajes masculinos, en el caso de que hubiera un interés amoroso, solo habría uno.
Dicho esto, muchísimas gracias por estar aquí. ¡Disfrutad!
Con mucho amor,
N.
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SEVEN ©
ÜbernatürlichesTras la muerte de su padre, Kirsen Edevane se esfuerza por recuperar las riendas de su vida. Sin embargo, la llegada de siete nuevos y misteriosos alumnos al Instituto Reems convertirá su intento por recomponerse de las heridas del pasado en una mis...