Trato silencioso

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DYLAN PDV

Mi corazón late tan rápido que pareciera un zumbido. Sí, me siento intimidada como nunca antes. Tal vez sea la sangre, tal vez sea su mirada, pero algo en él hace que mis piernas flaqueen y no de esa buena forma.

Cierro los ojos por unos segundos, no lo he podido evitar. Me doy un golpe mental, acciones como esta siempre muestran debilidad.

Al abrir lo ojos mi agresor ya no ocupa mi campo de visión. Sonidos extraños llegan a mis oídos, volteo en la dirección de los sonidos y sin dudarlo ni un segundo me acerco al chico de los rizos, quien esta con Ryan.

El ojiazul se esta ahogando, el de los rizos intenta ayudarlo sin éxito. Luego de esta vista todo parece ir en cámara lenta.

Ryan poniéndose morado e intentando respirar, el chico de rizos sacándolo del auto a tirones y con desesperación, yo dando saltos mientras grito que le haga la maniobra de Heimlich.

La escena termina resultando tan cómica para cualquiera que la viera de fuera, pero para los protagonistas siendo una verdadera agonía.

El de ojos azules logra expulsar lo que le impedía respirar, un liquido azul sale de su boca, en lo que podría ser el vomito más extraño que he visto. Y gracias a esto, Ryan toma grandes bocanadas de aire mientras el chico de rizos lo suelta, tomándose los cabellos con fuerza y respirando agitadamente.

Yo solo puedo agradecer el hecho de que todo esto no haya pasado a mayores. Mi noche ha sido una completa locura.

-¡Mierda! - Escucho gritar a Ryan mientras cae de rodillas al suelo, a casi nada de distancia del liquido extraño. No puedo ver su expresión, está de espaldas, pero noto la sorpresa en su voz.

Veo como el chico de los rizos de acerca a Ryan, preguntándole si se encuentra bien, el pelinegro solo asiente mientras tiende sus brazos para que lo ayude a levantarse.

Doy media vuelta, soltando un suspiro largo y paso una mano por mis cabellos ¡Demonios! ¡La sangre!

-¿Dylan?- Escucho a mis espaldas. Volteo y me encuentro a Ryan con los ojos vidriosos y apariencia desaliñada. Todo este lío me ha dejado ver un lado de Ryan que estoy segura, no le muestra a nadie - ¿Estas bien? - Se muestra preocupado. Unos pasos y ya puede poner su mano en mi cabeza, manchándose con la sangre que hace unos segundos, sin querer, puse ahí.

-Woow gracias Percy  pero ¿ Que te pasó?¡Tu nariz sangra! - Dice con sarcasmo el chico de rizos, que aparentemente se llama Percy. Veo por encima del hombro del ojiazul, y "Percy" no hace mas que mirar en nuestra dirección para luego poner su cabeza hacia atrás, tapando su nariz. 

Ryan voltea de inmediato y se topa con la imagen sangrienta del que supongo, es su amigo. Vuelve su mirada en mi dirección, con el ceño fruncido y poniendo sus manos a los lados de mi cabeza - ¿Que les ha pasado? - No deja de examinarme con la mirada, mientras intento no moverme. No sé si Ryan se haya dando cuenta, pero está muy cerca.

No es que me incomode, pero no puedo pensar bien teniendo a un chico como él a centímetros de mí. Después de todo, aun soy una adolescente hormonal.

-¿Y como es un chico  como yo? - Su pregunta repentina hace que sienta mis mejillas calientes y las piernas como gelatina ¡Maldita sea! Esto de ser una boca suelta no me ayuda en nada. Le veo hacer una sonrisita de lado, se está burlando de mí, lo sé.

Al notar que no iba a responder, suelta mi cara y se aleja mientras empieza a preguntar que rayos a pasado.

No sé porque, pero algo me impulsa a no querer contarle lo sucedido antes de que despertara.

"Percy" parece querer lo mismo, me da una mirada y en lo que parece un trato silencioso, asiento con las cabeza, con esto dando inicio a una historia descabellada contada por el chico de los rizos, empezando por el hecho de que nos conocíamos desde antes. Bueno, puede que eso tenga algo de verdad, pero a fin de cuentas, todo esto inventado para darle razón de ser a la sangre en mi cabeza, en mis manos y por supuesto, su nariz rota.

Yo solo afirmaba con un sonido nasal a cada cosa que él aseguraba que yo hice. 

Minutos después, con un Ryan mas sobrio y calmado, empieza a preguntar el porque no recuerda nada de la fiesta. Esa pregunta no tenía respuesta en la boca de "Percy" , lo note por como miraba hacia todas las direcciones posibles, evitando  a Ryan.

Ahí es cuando por fin tomo la palabra y empiezo con la mentira mas grande que haya dicho. Quiero que me crea,  estoy segura de que no le va a gustar saber que alguien lo estaba drogando.

Luego de mi historia, el pelinegro se muestra mas tranquilo y yo no puedo hacer nada más que sentirme como la mierda por ser yo quien está ocultándole la verdad. Me convenzo de que es por su bien, la ignorancia hace la felicidad ¿No?

***

TYLER PDV 

Con el corazón en la boca y una erección dolorosa en los pantalones, escapo de lo que ha sido mi peor pesadilla.

Me niego a repasar lo sucedido, lo que menos deseo en estos instantes es recordar. Me limito a correr lo mas rápido que mis piernas y las personas al rededor, me permiten.

Las luces de colores me marean, el sudor me hostiga y siento los pulmones estallar. El lugar no me había parecido tan grande hasta ahora. Me encuentro con un balcón, y por fin caigo en cuenta de que había mas de un piso. En mi afán de escapar  me lanzaría, pero son tres pisos y no estoy lo suficientemente loco como para intentarlo.

Con paso apurado, bajo las escaleras, una que otra vez casi caigo de cara, pero no importa, ya estoy lo suficientemente lejos.

Logro ver el cartel de la entrada, tan brillante que no me hace dudar y me escabullo hasta él.

Una vez fuera  del local de mis futuras pesadillas no logro sentirme tranquilo. Veo al rededor, aun está oscuro, pero no lo suficiente como para no ver a algunas personas en plena devolución de su comida, o a otras casi teniendo sexo entre los autos.

Veo mi muñeca, en busca de mi reloj para ver la hora, pero me encuentro con la pulsera verde, el vivo recuerdo de lo que acaba de suceder. Intento arrancarla con los dientes, a tirones, pero no sale y me rindo. Esta vez si veo mi reloj y marca las cuatro de la mañana. 

Necesito salir de aquí.

Busco mi celular en todos mis bolsillos, a la espera de que no lo haya perdido como en otras ocasiones. Por suerte sí lo encuentro y al primero al que marco es a Ryan, él es el que siempre me salva de estas situaciones ya que para estos momentos a Percy ya debe estar siendo lamido por las moscas.

Después de varias timbradas mi salvavidas no contesta. La desesperación me embarga. Ya sin esperanza intento con Percy, y por primera vez es él quien coge el teléfono y acepta pasar por mí. 

Percy no estando inconsciente y Ryan incomunicado, me hace pensar que algo ha pasado.

Ella es míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora