Perdidos

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TYLER PDV

Para mí, las fiestas son una parte fundamental de mi vida, son de las pocas situaciones en las que logro tener una confianza plena. Y a pesar de estar en contacto constante con este tipo de situaciones sociales, aún no llego a acostumbrarme a las resacas, de hecho, las odio.

Las resacas son la peor parte de la fiesta y esto es porque no puedo evitarlas. Salir de fiesta sin beber alcohol es algo que no he podido hacer ni creo que logre en un futuro cercano.

No sé cómo, no sé porque, pero en mi memoria guardo una frase que me parece graciosa y cierta: Emborracharse es como pedir prestada la felicidad del día siguiente.

No recuerdo haber bebido ni una sola gota de alcohol a noche, pero siento como si un martillo cayera sobre mi cabeza cada dos segundos. Es simplemente insoportable.

Intento no moverme demasiado para no acrecentar la molestia, para este punto de las resacas, el solo hecho de existir es doloroso y como este malestar se siente como una, pues voy a intentar superarla como si ayer hubiera tenido una noche loca.

Maldita sea.

Es lo primero que viene a mi mente cuando llego a escuchar como alguien baja las escaleras. No suelo prestar atención, no me gusta prestar atención, pero en este tipo de momentos no puedo evitarlo, estoy susceptible a todo.

Quiero creer que es Percy, según yo estoy en su casa, o eso recuerdo.

Él suele ser más considerado cuando se trata de mi descanso, no como Ryan, quien no sabe hacer otra cosa que interrumpir mis sueños.

No pasa mucho tiempo para que sienta como me despojan de mi mantita y de inmediato siento una brisa que me hace estremecer.

- Despierta, bello durmiente – Es la frase que me recibe. Sé que es Ryan, pero eso solo hace que no quiera levantarme, seguramente es más temprano de lo que debería. Me remuevo mientras mantengo cerrados mis ojos – Vamos, Ty, te necesito despierto ahora mismo – Y ahí es cuando recién noto ese tono de voz que no me gusta y de inmediato abro los ojos.

Normalmente, Ryan actúa como si le apestara la vida y todo en general, por eso parece no emocionarse por nada, tanto en el bien como en el mal. Se le pueden ver muecas parecidas a sonrisas, una que otra carcajada seca o hasta muecas graciosas, pero lo que no varía en casi ningún momento es tu tono al hablar, es la constante en su personalidad. Por eso, cuando notamos que este pequeña que gran variación sucede, ya sea con alegría o preocupación, es cuando tanto Percy como yo nos preocupamos porque siempre significa problemas.

No tengo tiempo para espabilar, la mirada penetrante de Ryan no hace más que angustiarme. Mi cabeza no deja maquinar en busca de la razón de su presencia ¿Él estaba aquí cuando vine? ¿Ha venido a buscarme? ¿Acaso pasó algo ayer y por eso no recuerdo nada? Tal vez ayer dije algo que no debía y me noqueó, eso tendría sentido, tal vez quiere disculparse...

Aunque por esa mirada...está bien, mejor sigo preocupándome.

- ¿Qué pasó, diablillo? – Okay, Tyler, sé natural, dudo mucho que hayamos podido hacer algo que en verdad moleste a Ryan. Vamos, él es muy paciente, sino cuantos dientes ya no tendrías.

Y para mi sorpresa, veo como Ryan sonríe – Vamos a perdernos – Es lo único que responde.

***

Estoy confundido, feliz, pero confundido. Como hace mucho no hacíamos, Ryan, Percy y yo pasamos un fin de semana juntos, simplemente paseando por la ciudad en busca de nada.

¿Extrañaba esto? No, porque no lo recordaba. Pero ahora, luego de haber ido a jugar a "La casa de los frikis", ir a devorar todos los postres posibles a la pastelería "Cake" y terminar en una casa de empeños en busca de juguetes para recrear la escena de Toy Story, creo que voy a querer repetir esto todos los fines de semana.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2022 ⏰

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