TENTATION | TOSCALIA

Capitulo 25

  Y estoy de nuevo aca. Fumando un Derby y mirando por el retrovisor cada paso que ella da. Me acomodo las Ray Ban. Y exhalo todo el humo que tengo en la garganta. Si Gabriela me ve fumando, me mata. Sonrío al recordar su sonrisa. Y lo bonita que se ve cuándo se enoja. Otra canción pasa. Es de Maroon 5. Carajo, Gabriela está en todos lados. Como en las novelas o películas. La diferencia es que eso a mí no me molesta. Me gusta todo esto. Me gusta verla. Me gusta hacerla sonrojar. Intimidarla y a la misma vez verla convertida en esa Gabriela salvaje que sabe hacerlo de una manera alucinante. Y la recuerdo. Al mismo tiempo miro en el retrovisor, da justamente a su oficina, la diviso... está cruzando las piernas y hablando con alguien por teléfono. Bonita vista. Tratándose de ella... y me mantengo tranquilo. Mirándola sin perderme de nada... mojo mis labios... de pronto, alguien se acerca a su escritorio.

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- ¿Puedo hablar con vos? – le preguntó Max. Gabriela subió la mirada y se encontró con sus ojos. De alguna manera, llenos de rencor.

- Tengo que colgar... - dijo Gabriela contra el teléfono. – te llamo después para que me pases las cifras que te pedí. – asintió y colgó el teléfono. Vaya quilombo en el que se metio con Max. – Max yo... lo sien...

- No digas nada, ¿dale? Solo quiero arreglar las cosas con vos.

- ¿Qué no diga nada? - Gabriela se puso de pie, para acercársele y hacer que la conversación sea algo más privada. - Estás loco, me porte muy mal con vos y...

- Te portaste como una zorra.

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Gabriela se puso de pie. Está hablando con el mismo tipo. Parece ser el mismo que le ha venido jodiendo desde que la conozco. El tal Max. Ese que me tiene reventando los huevos. Me quito las Ray Ban y me fijo sigilosamente en el semblante de Gabriela. Está sorprendida.

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- Max perdon... yo no...

- ¿Vos qué? ¿eh? Dijiste que ibas a salir conmigo y ni siquiera apareces al siguiente día. ¿Con quién te revolcaste esta vez? ¿con el mismo tipo que encontré en tu departamento?
Ella entreabrió los labios.

- Todos aquí deberían saber el tipo de mujer que eres antes de acercarse a vos, Gabriela Toscano.

- Si no salí con vos, fue porque tenía otras cosas que hacer.

- ¿Cojer?

- No es tu problema.

- Cojer es todo lo que hacen las perras.

Una cachetada volteó la cara de Max hacia un costado.

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Abro más los ojos. Se están gritando y los de las oficinas siguientes se han volteado a mirar. Ahora ella, que le dado una bofetada en el rostro. Agarro el celular y marco su número rápidamente.

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- Son un pelotudo... - le dijo ella. Sus ojos se habían envuelto en lágrimas. De pronto su celular empezó a sonar sobre el vidrio de su escritorio.

- Y vos, la zorra más grande que jamás debí conocer. – le volvió a decir, esta vez yéndose de su oficina. Gabriela tomó asiento, cerró los ojos... varias lágrimas se le vinieron sin autorización. Tomó aire... y contestó la llamada.

- ¿Hola? – contestó con la voz debilitada.

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- ¿Te hizo algo? – le pregunto al verla aguantándose las lágrimas. – respóndeme.

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- ¿Pero... cómo...

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- Decimelo Gabriela. ¿Qué te hizo ese imbécil? – dije esta vez sin contenerme los gritos.

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- No importa ¿dale?... estoy bien...

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Me lo pienso dos veces. Eso sono como la mentira más grande del mundo. Endurezco la mandíbula. Y tiro el cigarro por la ventanilla.

- ¿Qué te dijo? – le pregunto tratando de parecer tranquilo para ella.

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- Nada importante Fede, ya te dije... - se limpió las lágrimas e intentó buscar con la mirada a Federico en algún lugar de todo el pasillo de oficinas.

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- ¿No vas a decirme? – y necesito saberlo. Necesito saberlo para decírselo cuando este golpeándolo tan fuerte a ver si tiene los huevos de decirlo de nuevo. Cuando de repente, lo veo salir del edificio del banco central. Se sube a un Mazda del 2014 y arranca completamente enojado. Enciendo mi auto.

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- ¿Fede?... – murmuró Gabriela, al otro lado de la línea. Escuchó el motor de su auto y cerró los ojos con fuerza. Ya estaba teniendo una pequeña idea de lo que pasaría en unos minutos...

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- ¿Qué? – le pregunto antes de irme.

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- Por favor... no vayas a hacer nada malo...

Pero él, ya había colgado.