Ultimos Capitulos
Entonces, ella no pudo más, volteó el rostro de Federico con sus manos. Una bofetada dura. Una que hizo que las cosas se tensaran más. Federico quedó petrificado ante lo que ella hizo.
- Andate... - le ordenó ella. – no puedo creer que por un momento se me pasó por la cabeza irme con vos...Federico tragó saliva. Aquella bofetada había dolido, pero no más que lo que sus oídos escuchaban.
- Sos tan impulsivo... tan, tan prepotente...- le dijo tratando de mirar sus ojos, aunque este tratara de esquivarla. - y si pensas que podes ser de esa manera conmigo te estás equivocando muchísimo. – Federico levantó la mirada. Aún tenso y lleno de ira logró sostener sus ojos con los de ella. – siento mucho lo que ha pasado con Martin... - se miraron. Por un segundo, a ambos se les había pasado el enojo, pero no duraría mucho. – sé que tengo que ver por haberle contado a Max toda la verdad... pero no más, no es mi culpa que robes bancos, que la policía te busque a vos y a tus amigos y que él haya tenido que pasar por esto. – él volvió a bajar la mirada. El pulso empezó a irle más lento.
- Vos no tenes idea de lo que es vivir como yo.
- Yo... lo siento muchísimo... te lo juro.
Federico soltó una pequeña risa mientras apretaba los
labios y aguantaba las lágrimas. A Gabriela le dio un repentino escalofrío al verlo así.- No lo voy a volver a ver nunca más. Nunca Gabriela. Se fue para siempre.
Y lo miró voltearse de nuevo mientras lloraba de espaldas. Aun así sus sollozos podían escucharse. Lloraba como un niño pequeño. No podía detenerse. Apretaba su cabeza con los brazos tratando de huir de este mundo de esa manera. Pero no podía. Seguía ahí, y con su mejor amigo en otro. ¿Qué mierda iba a ser sin él? ¿qué? Se lo preguntaba... y recordaba cada vez que se había lamentado por tener que aguantarlo o las veces en las que habían discutido. Pensar que ya no discutirían más, que ya no se gritarían más... se aferraba a aquellos recuerdos que le dolían tanto. Y cerraba más fuerte los ojos. Necesitaba gritar. Gritar fuerte todo lo que sentía en ese momento. El vacío de un tipo que no había sido el mejor del mundo, pero que para él había sido como un hermano. Se apretó la cabeza un poco más... más y más... no tenía control, no tenía límites... y poco a poco sus sollozos se iban convirtiendo en gemidos que Gabriela podía escuchar claramente. Y finalmente en gritos.- ¿Por qué? – gritó fuerte y claro. Al hacerlo, pudo sentir como unas pequeñas manos le abrazaban la cintura. Tenía la vista borrosa por haber apretado los ojos y aguantado las lágrimas. Pero podía verla a ella abrazándolo lo más fuerte que podía. Aferrándose a él. Pudo sentir su corazón latir contra el suyo. Y aunque el suyo tuviera un ritmo más rápido, recordó que ambos latían al mismo tiempo cuando estaban juntos. Sintió su cálido cuerpo abrazarlo. Bajó las manos y trató de corresponderle el abrazo. Y así lo hizo. Aunque sus fuerzas fueran totalmente pequeñas y apenas pudiera abrazarla. Apoyó su rostro sobre su hombro y fue recobrando las energías poco a poco. Se hundió en su cabello y la apretó fuerte, cada vez más y más... hasta llorar, mientras le repetía en el oído cuanto extrañaría a ese tipo que hoy ya se encontraba en otra parte. Mientras le repetía en el oído lo importante que él había sido en su vida. Y Gabriela, que acariciaba la espalda de Federico con sus manos mientras lo escuchaba llorar. Mientras su corazón se desgarraba por lo que sentía al ver a Federico de esa forma. – perdóname... - le pidió. ¿Cuántas veces le había pedido eso? Ambos habían perdido la cuenta. – mierda... - se quejó de nuevo mientras se despegaba de ella y se limpiaba las lágrimas para poder hablarle. – perdóname... por favor... - tragó saliva y se inclinó un poco para poder estar más cerca de ella. Sus manos le rodearon las caderas y la hicieron pegarse a su cuerpo.
Gabriela terminó de acomodarse y se inclinó de puntillas para alcanzarle los labios ligeramente húmedos por sus lágrimas. Se los besó suavemente. Moviéndolos sobre los suyos.
- Él va a estar bien... - le dijo despegándose de sus labios, pero sin disminuir la distancia en la que se encontraban. – va a estarlo mientras vos lo estés. – Federico asintió. La mandíbula empezaba a temblarle de nuevo. Aguantó una vez más sus ganas de llorar. – Fede... - le susurró Gabriela. – mírame. – pidió e hizo que este levantara la mirada para encontrarse con la de ella. – después de todo está en un mejor lugar que nosotros... - le sonrió. Federico también sonrió ligeramente.
- Siempre me pregunte a dónde van los tipos como nosotros...
- Al cielo.
- No creo.
- ¿Por qué?
- Porque yo ya estoy en el cielo. – suavemente le besó los labios una vez más. Esta vez un poco más intenso. Abriendo un poco más ambas bocas, mezclando sus lenguas como solían hacerlo en cada beso. – te amo... gatita... mucho, mucho... - le dio un pequeño beso en la nariz. – mucho. Más de lo que imaginas. – un beso más. Uno dulce pero a la vez caliente. Gabriela le hacía sentir tantas cosas a la vez.
- Esta vez vas a tener que hacer mucho más para que te perdone.
Federico hizo una mueca con la boca.
- Pedime lo que quieras. – le dijo. – pero nunca te alejes de mí. Vos no...
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TENTATION | TOSCALIA
ActionJamas pensó que enamorarse, le costaría tan caro. ADAPTADA Derechos de autor a: @SKYNOTHELIMIT