38. Fernanda

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Fernanda. 17 años.


Hola. No se si vayan a publicar mi historia, pero simplemente quería desahogarme, pese a que ya no sufro de bullying (por suerte) no suelo hablar de eso con nadie. Quiero decirles que está idea que tuvieron es bastante buena, creo que puede ayudar a más de una persona. Saludos a todos.

Mi nombre es Fernanda y tengo 17 años. Actualmente no sufro de bullying que yo sepa, o por lo menos no me importa.Pero cuando tenía 6 años, que es cuando ingresas a la primaria entre a un colegio religioso, de monjas. Pasé toda la primaria en ese colegio que hasta la fecha odio y deseo contratar a Miley Cyrus para que lo demuela. Siempre he sido la rara, en pre escolar no era muy aceptada por las niñas pero tenía amigos niños, sin embargo en la primaria las cosas cambiaron. No sé si en todos los colegios particulares sea así, pero me molestaban porque mi familia no tenía tanto dinero como ellos. Buscaban cualquier pretexto para molestarme.Tengo dislexia, siempre me ha costado un poco leer en voz alta ya que me equivoco y en primer grado era la burla de todos. Yo era la niña callada y tímida que solo hablaba cuando en verdad era necesario y no tenía amigos. Tenía dos "amigas", que ciertamente eran un asco de personas, pero eran las que menos me molestaban, me quitaban el lonche y me hacían perseguirlas todo el receso para recuperar mi lonchera, como siempre he sido de baja estatura era fácil para ellas hacerme eso de alzar la lonchera lo más alto que podían mientras yo saltaba en vano para alcanzarla.Básicamente los seis años que pase en ese colegio fueron iguales, llegaron chicos nuevos que se unían a los demás y se las arreglaban para hacerme la vida imposible, durante los primeros tres años de la primaria no dije nada a mis padres, yo solo enfrentaba todo eso todos los días. Jamás supe porque me odiaban tanto, hiciera lo que hiciera siempre estaba mal. Si no decía nada era la "muda tonta" y si decía algo hacían bobos comentarios como"¡Miren, si sabe hablar!" Si participaba en clase era una sabelotodo, si no lo hacía era una tarada. Fui de las mejores estudiantes por esos tres años, tenía diplomas de "estudiante de la semana" y "estudiante del mes", cosa que hacía que se burlaran de mi aún más.Jamás compartí los mismos gustos que las demás chicas de mi edad, yo no encontraba lo atractivo en una revista de chismes, en tercer grado fue que las niñas comenzaron a hablar de chicos, o mejor dicho de "Zack Elfron", me aburrían esas conversaciones y yo me aparté aún más de todo eso, comence a juntarme con niñas menores y todos (incluidas mis supuestas amigas) me rodeaban y comenzaban a cantar canciones infantiles, porque se burlaban de mis gustos, yo era la rara que debía largarse del colegio y en verdad, era lo que yo más deseaba. Los profesores veían lo que pasaba, incluso la psicóloga del colegio lo sabía pero nadie nunca hizo algo por ayudarme.En cuarto grado pedí a mis padres que me cambiaran de colegio, pero jamás lo hicieron. Baje mis notas a propósito (incluso saque 0 en un examen) y creo que solo quería llamar la atención de mis padres, quienes trabajaban mucho en ese entonces y no sabían mucho sobre mi. Solo conseguí un regaño, pero mis calificaciones no volvieron a ser las mismas de antes. Conforme crecía, las burlas eran más crueles y en ocasiones sentía que ya no podía más, incluso llegue a pensar en brincar desde el segundo piso, pero a los de primaria no se nos permitía ir arriba. Me encerraban en el baño, en el cuarto del conserje o en el baño del conserje. Cualquier lugar era bueno para encerrarme y adoraban apagar las luces y contarme historias de terror, para asustarme y luego se iban riendo. Ese año le dije a mis padres una pequeña parte de lo que sucedía, me arrepiento de haberlo hecho ya que no se interesaron demasiado, lo comentaron a mi profesora pero realmente nada cambió, solo que hasta la fecha mi madre dice que soy una tonta por no defenderme o hablar sobre lo que me pasa. El colegio y la casa se volvieron una tortura, llegando a casa solo quería dejar de pensar en lo que me hacían, pero mis padres se encargaban de recordármelo e insistían en hablar de aquello, pero solo hablar no arreglaba nada. En quinto, mis supuestas amigas me ignoraron todo ese curso, lo cual fue un alivio de cierta manera, me sentía mejor sola, así nadie podía lastimarme.Jamás fui buena con los deportes, corría lento y jamás pude anotar una canasta de basket. Pero en quinto me tropecé y recuerdo que me golpee muy feo, todos hicieron chistes sobre lo ocurrido ¿Y algún profesor hizo algo? ¡NO! Me gustaba dibujar, aún me gusta. Los niños solían robar mis dibujos, borrarlos o romperlos. También me gustaba escribir cuentos, decían que eran ridiculos, que yo era ridícula. Estaba harta de todo, no me importaba en lo absoluto la escuela, no sé si todas las escuelas particulares sean iguales, pero en la mía no podían reprobarte. Debían mantener un buen nivel de educación, aunque era un asco y a los padres felices para que pagarán las colegiaturas de sus hijos.Así que, no hacía la tarea, no me esforzaba en los exámenes y aún así tenía buen promedio.En sexto, estaba enojada con todo y con todos. Hice pelear a mis antiguas "amigas" y dejaron de hablarse por un tiempo. En esa época todos comenzaron a usar Facebook y yo no tenía, cosa por la cual se burlaban de mí.Me hicieron un Facebook falso, yo jamás lo use aunque podía acceder a él, ya que quien lo hizo me dio la contraseña. Nunca entre. Sin embargo el que usaba ese Facebook ofendía a los demás por Facebook haciéndose pasar por mi, cosa que aumentó el odio que todos tenían hacia mi. Usaba Messenger y un día, ya cansada de todo. No comprendía porque las personas eran tan felices haciéndome la vida de cuadritos, así que había una chica que, les agradaba a todos y yo la moleste un solo día, quería que alguien sintiera lo que yo sentía. Me disculpe con ella al día siguiente, me sentía la peor persona el mundo entero y eso sólo me hizo preguntarme qué les hacía disfrutar tanto molestarme.La profesora se enteró de lo sucedido, de mis supuestos comentarios en Facebook y de lo que hice por MSN. Adivinen quien quedó como la villana de la historia.Desde primer grado hasta sexto, todos veían lo que me pasaba pero a nadie pareció importarle, pero cuando yo hice algo malo me fue como en feria, la profesora decidió tomar cartas en el asunto.Al fin y al cabo, yo no era de esas estudiantes que pagaba su colegiatura a tiempo, yo era hija del hombre que vendía plátanos y siempre quedaba a deber las colegiaturas, ¿Que mas daba si mis padres me sacaban del colegio? No importaba si eran malos conmigo, yo no importaba.En ocasiones quería decirles todas sus verdades a los chicos que se burlaban de mí, aprovechándose de lo que algunos llamarían "inocencia", no sabía que significaban muchas de las palabras que ellos decían (Luego me enteré que eran groserías). Me humillaban frente a todos, incluso frente a la profesora.Una vez, en cuarto grado un niño de mi curso dijo que yo le gustaba, el a mí no pero le sonreí por el lindo gesto, empezó a reír y dijo que nadie jamás llegaría a querer a alguien tan fea y tonta como yo. Cuando fue tiempo de elegir una secundaria, yo les rogué a mis padres que no me inscribieran a la secundaria en ese mismo colegio, quería ir a una escuela pública. Y así fue afortunadamente. Sigo siendo tímida y no hablo ya que temo que alguien se burle de mí. En la secundaria conocí personas fabulosas, actualmente estoy en la preparatoria (también pública) y aquí conocí a mis mejores amigas. Quienes me aceptan como soy.Lo que me causa cierra gracia de lo que pase en la primaria es que, era un colegio religioso donde nos "enseñaban a amarnos los unos a los otros", cuando en realidad allí lo único que querían de ti era tu billetera,ciertamente ir a ese lugar me cambio ya que ahora las personas que son fanáticas de Dios me parecen hipócritas.

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