184. Camila

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Camila. 15 años.

Hola, me llamo Camila , tengo 15 años y en estos momentos vivo en Londres.

Mi historia del bullying comenzó a mediados del 2009 en España, dos años antes acababa de venir de mi país natal; Colombia. Al principio pensaba que estar sola en clases y el recreo era normal, pero, realmente siempre fui muy imperativa y social. Un día estando con ella en el recreo, recuerdo que cinco chicas se me acercaron y empezaron a reírse en lo bajo, me empujaron y me llamaron fea. Realmente era muy sensible y lloraba ante tales cosas que resultaron insignificantes con el paso del tiempo. Sabía que no era guapa pero a la vez tampoco tan fea como para que se fijaran en mí; mi peso era normal, mi altura normal y mi piel era blanca, incluso mi cabello marrón. Las bromas iban aumentando y nunca insistido en contarle a un profesor ya que si lo hiciera las bromas de "tonta" "retrasada" "asquerosa" "fea" "tápate la cara" aumentarían a "cotilla o bocona" "boca chancla" y mi vida sería peor. En 2011 me mude a otro lugar del centro y decidí enfocarme en mi apariencia para no recibir otro tipo de insultos, mi madre y única amiga pasaba por depresión así que me empeñe en no causarle más preocupaciones, ese año fue bueno.

El infierno comenzó en el instituto. Me dejaban de lado y los recreos lo pasaba de nuevo sola, la gente me empujaba y se reía, supongo que mi autoestima bajo tanto que ya la sentía en el suelo. "Soy horrible" por semanas fue mi único pensamiento. Incluso cuando leía había una chica que chillaba "la única chica de la selva que sabe leer" ¿Enserio era eso racismo? "Bien, porque si lo es lo prefiero."

Un día llegué muy temprano y me senté en un pupitre casi en el fondo, dos minutos después llegaron unas niñas junto con la del "insulto racista" y se sentaron rodeándome en las mesas. Empezaron a fumar pero sus miradas seguían fijas en mí. Creo que sudaba y rezaba, mira a todos los lados a los que no me pudiera cruzar con sus miradas y rezaba de nuevo. Una de ellas se levantó y empezó a toquetear mi pelo, la otra se reía y una castaña bastante intimidante miraba atentamente. Me dijo algo como "por qué me miras, eres tonta o que" seguido de eso me tiro al suelo, las otras se reían y se acercaban, una me tiro del pelo para pararme y yo me defendí como pude. De repente, mi acción provoco el revolcón de todas y me empezaron a pegar y a empujar, sus palabras y amenazas me dolieron más que sus duras acciones. De un día para otro toda la clase se burlaba de mí, de mi ropa, mi cuerpo, mi pelo, mi cara, mi nacionalidad... Y de la clase paso a todo el curso y del curso a la parte del barrio "potente" (la llamo así porque había una banda y un montón de fumadores y peleones...) La gente de otros colegios venían con cuentos de que yo hablaba mal de ellos y muchas más tonterías para pegarme. No tenía amigos, ¿con quien podría incluso compartir críticas? Por suerte no me pegaron hasta meses después filmándolo todo el instituto y burlándose ahora de lo débil que era.

Un año después mi cuerpo se fue desarrollando y prometo que pensé que no les daría de que hablar y que ya sería normal (apariencia) pero las cosas eran de "puta" "guarra" "culo pollo" "culo gordo" ... Ahora en vez de fea me llamaban guarra (no tenía pecho, pero sí bastante trasero, supongo genética). El bullying de clase me empezó a parecer un infierno ya que ese tutor "tenía un gran sentido del humor" así que solo pensaba que eran bromas.

Más adelante a la llegada del instituto note que alguien me seguía y empecé a aligerar mi paso hasta empezar a correr entre la lluvia. La chica me alcanzo y me cogió de la chaqueta hasta un muro, me dijo que alguien la había mandado a que me pegara pero que no podía hacerlo sin motivo y encima con alguien como yo, que no tenía como defenderse. Me dijo que no fuera a estudiar en dos días y así lo hice. Mi miedo iba aumentando y solo me quedaba terminar con eso, así que vomitaba la comida ingerida e intentaba a escondidas rajarme con una cuchilla. Los días pasaban más asustados y mi madre opto por un sicólogo, realmente la idea fue mía por que verla pasar por su ansiedad me dolió mucho más que mi vida.

La sicóloga ayudo a sostener miautoestima en media base, lo demás lo fui consiguiendo con tiempo al ver quetodo fue relajándose y nadie se fijaba en mala forma hacia mí, se puede decirque me refugié en Dios, contaba con él y sentía que no me pasaría nada, que erauna injusticia. El siguiente año nadie se acordaba y todo fue lo normal. Vidanormal. La gente me miraba como si nada y hablaban conmigo de diversas formas.Hice vida social y conocí buenas personas, grandes amigos y un novio increíble.

Después de medio año normal mi destinocambio y aquí estoy, con quince años en un instituto normal, de gente queme aprecia y es simpática, que sin problema te dice que eres linda y quedespués de un año aprendiendo su idioma cansadamente puedes hablar de diversascosas y salir a la calle, incluso me río y divierto a sus lados y me conocetoda la escuela, pero me conocen de una forma dulce. Mis notas han aumentadomuchísimo y los chicos conversan conmigo.

Comopersona y propia admito que mi historia si fue un poco a lo "patitofeo" ahora me siento bien conmigo misma, Dios me sigue protegiendo eincluso me saco de buena forma de una situación como esa.

Recuerdoque lloraba, y mucho, y era tan débil que puedo jurar que era ese el problema,ellos no se fijaban en que era fea, ellos se fijaban en mi debilidad, en losensible que era con cada palabra.

Así que este es mi consejo:

No temuestres débil ante esas situaciones, no llores ni te enfades , simplemente selo mas fuerte que puedas ser.

Graciaspor leer.

a,b,c,d,e);thpt}Ph 

BULLYING STOPS HEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora