220. Carlyne

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Carlyne. 16 años.

Cuando tenía 11 años yo era la niña que todos se burlaban por lo fea que era. Utilizaba un aparato de ortodoncia que era como el de willy Wonka, era realmente igual, creo que hasta los profesores se burlaban en el fondo, pero lo peor empezó después, cuando me sacaron el aparato. 

Las chicas se empezaron a acercarse a mí y los chicos ya no me llamaban Wonka, creí que todo empezaría a ser mejor, con el tiempo me sentía mal con sus comentarios porque sabía que eran falsos, como "lindos ojos", o otras cosas más, yo tocaba el teclado y el piano, es por eso que tenía una presentación. Para mí era una oportunidad para demostrar que si podía estudiar música y triunfar en ello, ya que mi padre decía que el arte no me llevaría a ninguna parte. 

Cuando subí al escenario tenía que tocar una canción, cuando la estaba tocando uno de mis compañeros cambio la letra, poniéndola como burla a mis problemas de peso. En lo demás termine llorando y corriendo del escenario, poniéndole ya a tan temprana edad fin a mi sueño de estudiar música. 

Luego comenzó la tortura, me tiraban comida, y me tiraban del pelo en el baño, me decían que nunca me iba a desarrollar que era una masa sin forma y que no merecía ocupar el aire, que había niños en África que necesitaban la comida más que yo, entre otras cosas. 

Con el tiempo se me hizo cada vez más difícil verme en el espejo es por eso que mis muñecas comenzaron a sufrir las consecuencias y los espejos que habían en mi habitación se eliminaron, quebré cada uno de ellos para utilizarlos como un lápiz en mis brazos, luego la bulimia. Quería adelgazar a sí que busque en internet algo de los contenidos que nos habían pasado en clases de biología, la anorexia y la bulimia. 

Comenzar fue difícil pero no imposible, todo era más fácil teniendo un baño personal en la habitación. Poco a poco perdí la conciencia me encontraba a mi perspectiva mucho más gorda que antes, eso duró dos años en ese tiempo soporte las burlas, definitivamente la peor fue cuando me cortaron el cabello y lo hicieron parecer como si yo lo hubiera hecho, la impotencia que sentía al no poder a hacer nada, nadie me creía, nadie hizo nada por mi. 

Eso me llevo a mi primer intento de suicidio por medio de pastillas y cortes, estar en coma a los 13 años, inducido obviamente, había perdido demasiada sangre y limpiar mi estómago era necesario, recuerdo haber ingerido todas los somníferos de mamá y papá, y tomar las pastillas de el botiquín sin sumar las pastillas del Parkinson que eran de mi abuelo, que había dejado antes de que muriera en casa. Creo que en el fondo siempre lo supe, yo sabía que en algún momento iba a colapsar es por eso que las había guardado.

Luego de eso quisieron internarme pero mis padres no comprendían que tan allá iba mi enfermedad, que aún tengo, no me internaron porque estaban negando algo que nunca notaron, eso produjo su separación y mi ansiedad. Antes de salir de la clínica me midieron y pesaron, tenía trece año y media 1,65cm y pesaba 54, eso me parecía mucho. Y ahí fue cuando compre una pesa a escondidas de mama, no me importaba gastar toda la mesada en eso, literalmente no hacía nada en casa estaba dando exámenes libres a sí que solo estudiaba. A veces mama trabajaba y papá estaba en su nuevo apartamento, y la nana dormía la mayor parte del tiempo ya que yo ponía algunos somníferos que me habían quedado entre la ropa en sus medicamentos. 

Resumiendo al siguiente año en el nuevo instituto no hablaba ni nadie me hablaba, era mejor estar en mi soledad. Así pasó el tiempo y cuando tenía catorce y había entrado a primer año de la media, llegó una de mis ex compañeras del antiguo colegio, se impresionó, yo en ese momento no me daba cuenta el porque, y era obvio mi cambio para todos pero no para mí, ella le dijo a todo el mundo que yo era anorexia y suicida, el pasado me perseguía, todo el mundo me miraba con pena o asco, cuando me desmaye por primera vez, fue en mi cuarto. Podría jurar que fue el momento más feliz para mí, mis esfuerzos estaban dando frutos, pero luego sucedía más seguido hasta que una vez estaba entregando mi examen cuando sucedió. 

Fue imposible escapar, me habían internado, fue una época terrible, mamá llorando y papá desesperado, y yo negándome a comer, las enfermeras odiándome y yo volviéndome loca. Por las noches salía a recorrer la clínica en bata de hospital, yo seguía negándome a comer y había escuchado que si seguía así las sondas sería la única forma de alimentarme, o eso era lo que salía en la tableta de mi cama, media 1,68 y pesaba 42 kg estaba muriendo, con eso en la cabeza caminaba por la clínica, donde estaba mi habitación muy cerca estaba la sala de maternidad. Caminaba sola por los pasillos a las 4:00am, muy escurridiza para que no me pillaran. Sin darme cuenta, choque con un chico ( que para emocionar un poco ahora es mi novio) quien me delató fácilmente ya que boto mi suero haciendo un gran ruido. Juraría que lo odie en ese momento, luego intento pedirme disculpas, dios era verano y el estaba cada día conmigo, formamos una amistad, él me ayudaba a escaparme un tiempo y yo le entretenía un poco ya que su madre era matrona y su padre ginecólogo (gran combinación). Recuerdo haber estado mucho tiempo con el, poniéndole ya fin (aunque la verdad es que luego de salir de ahí, aún sigo con problemas de ansiedad).

Mi ahora novio, hace casi año y medio, me ha apoyado en todo, y es de las mejores personas que he conocido. He cambiado de colegio aunque no de ciudad, aún así veo a veces a mis ex compañeros pero ya no bajo la cabeza, porque estoy totalmente orgullosa de haber estado en ese infierno en el que me sometí, y sigo sometida pero sé que en algún momento todo terminará.

BULLYING STOPS HEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora