127. Maky.

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Mariana. Edad desconocida.

Pero bueno antes de empezar quería hablarles un poco sobre mí antes de bueno... hablar sobre mi.

Me llamo Mariana (Maky) mido 1.61 peso más de setenta kilos, tengo problemas alimenticios y de vez en cuando pensamientos "raros".

Desde pequeña he sido muy acomplejada de mí misma y siempre me gustaba estar sola, tal vez, porque le tenía miedo a todo y en cierta manera todavía lo tengo. Durante mi vida en la primaria (incluso en preescolar) mis compañeros me ignoraban o simplemente no me querían cerca, tuve amigos durante la primaria, pocos pero los tuve y una vez que empezamos a crecer todos me dejaban de lado, lo peor, sin excusa alguna, simplemente me dejaban.

Cuando entre a la secundaria (actualmente curso el segundo año) me sentía pequeña a mi alrededor y aunque empezaba a hacer amigos me sentía sola y llegue a cortarme, sé que muchos lo sabían o cuando menos lo sospechaban pero aún así no decían nada, en el fondo una parte de mi piensa que ellos tenían la esperanza de que yo cambiara y aunque eventualmente lo estoy haciendo, ese no es el caso. Durante todo ese año aunque había hecho amigos me seguía sentido sola y solo pedía cambiarme de escuela o morir lo que ocurriera primero, y todo eso pasaba porque me estaba sobre exigiendo, y no funcionaba para mis calificaciones, sé que de seguro están diciendo que solo estoy diciendo tonterías, pero lo juro... siento que teniendo conocimiento de ésto entenderán a lo que quiero ir.

Finalmente, a un bimestre de acabar mi primer año en secundaria con calificaciones mediocres para mi gusto, mi mamá me dio una noticia que en ese momento fue como si me sacara la lotería y no miento cuando digo que contaba los días para que iniciara el próximo ciclo escolar, sobretodo porque también beneficiaria a mi mamá quién es la responsable de llevarme a la escuela despertarse antes de las seis de la mañana para montarnos en el coche a más tardar las seis y media, llegar a la escuela a las siete en punto y mi mamá terminar haciendo casi una hora para volver a casa para así llevar a mi hermano menor a la escuela y llegar a penas a tiempo para que no le cierren la puerta.

Por ahora me saltaré todos esos momentos antes de salir de aquella escuela y unas tutorías de inglés que me eran obligatorias, ya que era de nuevo ingreso en un colegio, para segundo año solo éramos yo y otra chica entrando por primera vez a aquel colegio, pero desde el primer día cambie por completo; era callada, tenía miedo de todo y de todos, y aunque la tutora, maestras, coordinadoras e incluso la psicóloga, trataban de que me sintiera cómoda no podía, no podía por el hecho de que:

En el receso me juntaba con las de tercero ya que conocía a una de ellas, quien vive por mi casa, pero aún así me sentía rara entre todas y más porque habían veces en las que ella no se podían juntar conmigo, pero siempre en todos los recesos siempre que comía (al menos las primeras dos semanas) las de mi salón me miraban con asco, me señalaban y se reían y yo no hacía más que perder el apetito al mirar mi gordo estomago, tirar la comida (con cuidado de que no me vieran las maestras) y me iba.

Durante los recesos empecé a evitar a todos me daban miedo, todos ahí eran mejores que yo por el simple hecho de que en esa escuela casi nadie era gordo; de hecho, muchos eran muy atléticos y yo me sentía como una bola de grasa con pies .

Pero el problema empeoró cuando llegó él. Su nombre es Francisco, y desde que llegó lo único que hacía era burlarse de mi fuese por lo que fuese aunque yo anteriormente me había ofrecido a prestarle mis apuntes para que estudiara porque en esa escuela por no ser un bimestre completo hicieron un examen mensual y pues este se iba acercando.

Él descubrió que me encantaba la lectura, lo cual no era muy difícil porque como en este año había vuelto a tener buenas calificaciones terminaba mis trabajos antes y me ponía a leer libro tras libro y claro, cada vez que me veía leyendo trataba de tirarme el libro, que perdiera mi lectura o simplemente me llamaba "bicho raro". También me molestaba diciendo que yo estaba con uno del salón, siendo que lo que en realidad hacían todos los niños de mi salón era molestarme a cada rato y burlarse de mí.

Llego un punto en el que directamente me criticaba por mi peso, en educación física en ciertos deportes no soy la mejor y en algunos sí, pero en cada deporte en el que fallaba aunque sea por una vez se burlaba y me decía que era una buena para nada, hasta que un día por accidente le di con una pelota de tenis pequeña en la cabeza y trate de pedirme disculpas, ¿y que fue lo que hice? Me defendí no muy violenta, no bruscamente, pero sólo le dije que al menos yo si cumplía con los trabajos y me fui no antes de escuchar de una compañera le dijera que no valía la pena y él dijo: "No voy a dejar que un hipopótamo como ese me pisotee" Y fue ahí donde todo en mí se derrumbó , quise ir a vomitar o hablarle a mi mamá para que viniese por mí, y aunque el profesor me vio llorar y todo solo se quedó ahí .

Pocos días después en esa misma semana estábamos en clase de español y me preguntaron algo y mi voz salió más aguda de lo normal y mis compañeras sólo se la pasaban burlándose de mí durante toda la clase, la maestra no pudo hacer más que pedirles que se callaran y llamarles la atención no sin antes de mírame con compasión, pues ella sabía muy bien lo que me estaba pasando, ella, la maestra de español, la de teatro, la tutora y la psicóloga .

Lloraba cada día, inclusive trate de cortarme en los baños, el lugar donde siempre lloraba... pero tenía miedo de que me escucharan, todos los días mis maestras trataban de hablar conmigo pero yo solo les decía lo mismo extrañaba mi antigua escuela. Me di cuenta que aquel lugar que llegué a odiar tantohabía sido el único lugar donde me sentía cómoda, tal vez, no como para sentir que pertenezco ahí porque hasta la fecha sigo sin un sentido de pertenencia en el lugar donde estoy.

Pasaron los exámenes mensuales y por fin mi tutora se dio cuenta de lo mal que estaba, inclusive mi hermano, que también había cambiado, no la pasaba bien pues en realidad solo extrañaba a sus amigos, y ni él ni yo estamos diseñados para estar en lugares como ese... Bueno, mi tutora me pidió nombres y los que les día en realidad fue la mayoría del salón y nunca supe que paso con ellos solo con Francisco que llevaba un reporte lo cual en los colegios ya es muy serio un reporte, pues es como una advertencia.

Para esos momentos lleva a cerca de mes y medio en esa escuela pero para mí llevaba más de dos años en el mismo lugar, así que decidí por fin decirles a mis papás lo infeliz que era en aquel colegio y dos días después mi hermano ya estaba de vuelta a su primaria y una semana después yo estaba en mi antigua escuela, solo que como ya no había lugar me pusieron en otro grupo. Aún sigo sintiendo que no pertenezco a ningún lado, pero los amigos que he hecho en ese grupo hacen que olvide todo por un rato, y de hecho, me defienden de quién me trate mal .

Así que... sí, tal vez no soy la persona más feliz, pero tengo a personas que hacen que me olvide de ese sentimiento de soledad por ocho horas al día durante cinco días a la semana. 

Bueno creo que esos es todo por hoy .

Gracias por tomarse el tiempo de leer esto :)

Atte: Maky.

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