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Clint Barton odiaba cada vez que Analia Strech tenía una misión.El arquero odiaba no estar con ella, no poder asegurarse que se encontrará bien y no escuchar su risa por la mañana. Sin embargo, cuando más notaba su ausencia era en las largas noches en las que no podía conciliar el sueño.
El espía giraba sobre su espalda una y otra vez, intentando dormirse. Él estaba consciente que no podía dormir porque la chica no estaba a su lado, no podía tenerla en sus brazos y mucho menos oler su aroma.
Abrió ligeramente los ojos y suspiró, observando la fotografía que se encontraba en una mesita al lado de su cama: él y ella en un soleado día. Parecían personas normales, disfrutando de un día normal en una plaza.
Una pequeña sonrisa se apoderó de su rostro mientras recordaba aquel día —. Te extraño tanto—, murmuró antes de volver a cerrar los ojos y pensar en diferentes días que habían pasado juntos.
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