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-¿Por qué no le compras eso?-, preguntó Wanda al señalar un hermoso collar -. Ella lo amaría.
Pietro suspiró y comenzó a caminar más rápido, alejándose de su hermana. Odiaba cuando ella hacía eso.
-No voy a pedirle para salir, Wanda-, dijo cuando Wanda lo siguió.
-¿Por qué no?-, dijo ella, molesta -. Siempre estas hablando de ella y, ¡He visto como la miras! ¡Vamos! Quiero ser tía, Pietro.
-¿Y qué pasa cuando vayamos a hacer esas pruebas?-, Pietro paró y miró a su hermana fijamente -. Tú y yo sabemos que hay altas probabilidades de muerte. No quiero que ella pase por eso. No por mi.
Wanda abrió la boca para protestar pero la cerro antes de decir algo, ella entendía a lo que su hermano se refería. Los experimentos en los que se habían anotado para defender a su país podría matarlos; pero aún así la frustraba.
-Esta bien. Pero cuando volvamos de allí, vivos, la invitaras a salir-, dijo alegremente. Pietro rió entre dientes y ambos volvieron a caminar.
-Esta bien.
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