MARVEL

154. Odinson

Te despediste de Frigga con una sonrisa cuando ella anunció que debería irse y, mientras observabas a los demás invitados de la fiesta, te llevaste el vaso a la boca. Cruzaste miradas con el hijo de Odín y este te guiñó un ojo. Le devolviste la sonrisa mientras sentías tus mejillas arder y maldeciste el momento en el que decidiste atarte el pelo.

Te diste la vuelta y dejaste el vaso sobre la barra cuando sentiste a alguien pararse al lado tuyo y, con voz firme y segura, pidió dos tragos. Levantaste un poco la cabeza para encontrarte con el mismísimo Thor, el cual no sacaba sus ojos de encima de ti.

-Señorita, temo nunca haberla visto antes-, dijo a modo de disculpa, aunque su galante sonrisa no se había reducido ni un poco. Asentiste, nerviosa por la cercanía del rubio.

-Soy T/N-, te presentaste y estiraste tu mano. Él la tomó y, antes de besarla, paró y te miró a los ojos.

-Soy Thor, hijo de Odín-, se presentó, como si fuera necesario, y tu piel se puso de gallina cuando sentiste su aliento pegar contra la palma de tu mano. Cuando la besó, sentiste un hormigueo recorrer todo tu brazo.

La música elevó su volumen considerablemente en ese mismo momento y Thor te sonrió. Se agachó un poco, para llegar a tu oído.

-¿Me concedería este baile, señorita?-, murmuró en tu oído y sentiste tus pelos ponerse de punta. Asentiste con una cordial sonrisa antes de aceptar tu mano y este tiró de ti hasta la pista.

Ambos bailaban lentamente. Tú, más que nerviosa, intentando no pisarle y desviando la mirada hacia otro lado; ya que el rubio no sacaba sus ojos de sobre ti en ningún momento. Recordaste las bebidas y soltaste una pequeña risita, volviste a mirar a Thor y te paraste de puntitas para llegar a su oído y poder explicarle el por qué, sin tener que gritar.

-Me parece que alguien olvido los tragos que había solicitado-, dijiste a su oído y volviste a tu posición anterior. Él sonrió y volvió a agacharse, para hablarte también al oído.

-Sólo eran una excusa para acercarme a ti. Supongo que no los necesitare ya que estamos aquí-, explicó y alzó sus manos entrelazadas. Sonreíste nerviosa y te percataste que ya ni siquiera se dedicaban a tambalearse y sólo hablaban -. ¿Quieres ir a un lugar más privado?-, preguntó y, al notar tu nerviosismo, sonrió con ternura -. Vamos, te gustará-, insistió y tiró de tu mano. Lo seguiste de cerca, aunque no te quedaba de otra ya que él no soltaba nunca tu mano. 

Thor te dedicó otra sonrisa antes de abrir una cortina y ambos salieron a un balcón. Jadeaste al notar las tan bellas vistas; el agua y el cielo parecían conectarse en uno y las galaxias y estrellas parecían puñados de brillantina arrojados aleatoriamente.

-Es hermoso-, balbuceaste, sin ser capas de desviar tus ojos de allí.

-No tanto como tú-, alegó Thor y lo miraste. Al notar su sonrisa, reíste y miraste hacia abajo.

-¿Sabes? Nunca estuve acostumbrada a esto; a los halagos. Siempre me mantuve en silencio, entre la multitud. Y..., no puedo creer que me estés hablando, en realidad-, te sinceraste, sin levantar la vista en ningún momento.

-No entiendo por qué. Eres realmente hermosa y, aunque no te conozco demasiado, puedo notar que tienes un alma noble. Y el que yo te esté hablando no es gran cosa, sólo son títulos y títulos; pero nunca preguntan por la persona.

Miraste a Thor a los ojos, sorprendida de que compartiera esa información contigo. Negaste con la cabeza y abriste la boca para contestar cuando Thor acarició tus mejillas, haciendo que te congelaras. Antes de que supieras que estaba sucediendo, los labios de Thor se presionaban contra los tuyos de forma angelical. Le correspondiste el beso y no pudiste llevar tus manos a su nuca, queriendo profundizar el beso. Las manos de Thor viajaron hasta tu cintura y te sentó sobre el pequeño barandal que yacía en el balcón. Rodeaste tus piernas alrededor de su cintura y envolviste tus brazos por detrás de su cuello.

Cuando se separaron, volviste a apreciar el fantástico paisaje. Volviste a mirar a Thor, con las mejillas enrojecidas, y una sonrisa se formó en tus labios al ver la de él.