¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llevabas las bolsas de compras en una mano mientras en la otra sostenías las llaves. Era tu cumpleaños y Peter tenía que trabajar. Él, como en una forma de decir perdón, te dio $200 para ir a comprar. Podría decirse que lo perdonaste casi instantáneamente cuando te dio el dinero.
Era de noche y dentro de tu casa no habías dejado ninguna luz prendida, por lo que dejaste todas las bolsas en el suelo y con la luz del celular iluminaste lo suficiente para saber donde colocar la llave.
Cuando, finalmente, lograste abrir la puerta, entraste a tu casa y frunciste el ceño. Hacía bastante calor dentro, aunque habías apagado la estufa antes de irte, y también había olor a comida en la habitación. Tiraste las bolsas al sofá y, después de cerrar con llave la puerta, prendiste las luces.
-¡Sorpresa!-, te diste la vuelta al escuchar las diferentes voces gritando la palabra a coro. Pero, la primera persona que viste fue a Peter, quien estaba parado más cerca de ti, sonriendo como un idiota.
-Idiota-, bromeaste acercándote a él.
Peter te rodeó la cintura y te acercó a él, haciendo que sus labios se rozaran.
-Feliz cumpleaños-, murmuró aún rozando sus labios y te besó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
