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-¡Vamos! ¡Tenemos que bailar!
-No, Peter. No quiero.
-¿Por qué no? Solo una canción, por favor-, comenzó a insistir.
Suspiraste.
-No se bailar, Peter. Es por eso-, dijiste avergonzada.
Peter te miró con la boca abierta y miró hacia otro lado.
-Yo puedo enseñarte-, dijo sonriendo.
-¿Qué? No, Peter. Hay mucha gente aquí, voy a hacer el ridículo.
-Claro que no. Vamos, linda-, Peter te tomo del brazo y te arrastro hasta la pista.
Peter comenzó a bailar y tú te quedaste quieta, mirándolo.
-Vamos, linda. Dejame ayudarte-, dijo y tomó tus manos, guiándote.
Te sentías incómoda, más que nada porque la canción era rápida. Cuando la canción termino, estabas dispuesta a marcharte alegando que Peter dijo solo una canción, pero comenzó una canción lenta y Peter te tomó de la cintura y te acerco a él.
-Peter... Dijimos una sola canción.
-Pero... ¿Vas a dejarme solo?-, dijo haciendo puchero.
Enternecida, terminaste negando con la cabeza.
-Cuando esta canción terminé no bailo más.
-Gracias, me hubiera visto ridículo bailando solo.
Reíste y él te acerco aún más.
-Te amo-, dijo mirándote a los ojos.
Le sonreírse y te acercaste a él.
-Yo también te amo-, dijiste antes que sus labios se unieran.
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