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Después de que SHIELD haya descubierto tus poderes, ellos decidieron integrarte al equipo de los Vengadores. Aún no sabías controlarlos perfectamente, pero estabas progresando cada vez más. Cuando llegaste, te habías llevado bastante bien con todos, menos con Clint. No sabías por qué, pero desde el principio sus personalidades habían chocado. Cuando veías a Clint bromear con otras personas, no pudiste evitar preguntarte por qué tú y él no podían bromear juntos.
Todos sabían que Clint y tú se llevaban mal y, por eso, nunca los dejaban solos. Sabían que si lo hacían, la guerra empezaría. Y, claro, no era cómodo que un equipo haya discordia. Se supone que al ser un equipo, todos tienen que llevarse bien.
Los que no sabían de la rivalidad entre ellos dos era SHIELD, por eso, cuando la organización les asignaron una misión juntos, ellos no tuvieron otra opción que aceptarla.
Los dos estaban callados, viajando en el Quinjet rumbo a una isla en medio del Pacífico. Su objetivo era recuperar información de SHIELD y rescatar a los agentes que habían sido tomados como rehenes. Cuando bajaron, ambos se adentraron al lugar.
No habían intercambiado palabra alguna cuando soldados comenzaron a atacarlos. Ambos se defendieron y terminaron con todos.
-¡Cuidado!-, gritó Clint y, te empujó a un lado y noqueó a un hombre que estaba viniendo por las escaleras que tenías detrás y tú ni te habías percatado.
Te quedaste callada unos minutos, sorprendida porque Clint te había salvado.
-Gracias-, dijiste después de unos minutos.
Él te miró a los ojos y te sonrió sin mostrar los dientes. Te quedaste muda ante ese hecho, pero lo seguiste en cuanto él avanzo.
No tardaron mucho en encontrar a los rehenes y, después de desatarlos, llamar al Quinjet para sacarlos de allí. Cuando volvieron a entrar, para ir en busca de la información, se encontraron con más agentes dispuestos a pelear. Esta vez, pelearon en equipo, no uno en cada punta como antes. Inclusive, parecía como si estuvieran conectados para luchar. Cuando terminaron con eso, corrieron hasta las computadoras y recuperaron toda la información que había sobre SHIELD. Cuando salieron de allí, ambos se tiraron en el suelo del Quinjet mientras volvían.
-Lo hiciste bien allí fuera-, habló Clint al rato.
-Tú también-, sonreíste.
El silencio volvió a tomar poder de la nave. No podías evitar pensar en hablar sobre ustedes, sobre su relación.
-Clint...
-¿Mmh?-, murmuró acomodándose.
-¿Por qué no me tratas como a los demás?
Clint no respondió y, cuando pensaste que no iba a contestar, él se recostó sobre su brazo y te miró a los ojos.