MARVEL

131. Stark

-¿Qué haces, lindo?-, preguntaste a Tony al entrar al laboratorio. Apoyaste su café en la mesa en que él se encontraba trabajando y te sentaste en una silla que se encontraba cerca.

-Esta cosa en la que Bruce y yo pensamos. La Hulk Buster. Es por la seguridad-, dijo algo distraído mientras escribía rápidamente en su computadora. Él tomó su café y, cuando te miró, se quedó quieto, mirándote.

-¿Qué?-, reíste incómoda mientras que tus mejillas se ruborizaban levemente a causa de la fuerte mirada de Tony sobre ti. Siguió mirándote hasta que abrió la boca y la volvió a cerrar, como si se hubiera percatado de lo que hacía.

-A partir de ahora, tienes prohibida la entrada al laboratorio-, anunció, tomó un sorbo y volvió la vista a su trabajo, con una pequeña sonrisa en los labios.

-Y la razón es...-, seguiste el juego.

-Porque contigo aquí, no voy a concentrarme y no terminaré el trabajo-, rió. Acarició tu rodilla desnuda con su mano y, luego, te guiñó un ojo.

-Eso es lo más dulce que me hayas dicho-, bromeaste y te paraste detrás de él. Te acercaste a su oído lentamente -. Pero, a partir de hoy, voy a bajar más seguido-, dijiste sensualmente y le mordiste la oreja. Él giró la cabeza y te besó apasionadamente pero tú cortaste el beso y saliste del laboratorio.

-T/N-, te llamó antes que salieras por la puerta, tú lo miraste -. ¿A dónde vas?

-Voy a tomar una ducha-, dijiste, aún con un tono sensual.

-Entonces, ¿Puedo unirme?

-No se le permite el paso al baño, señor Stark-, dijiste con una sonrisa antes de salir.

-Bueno, nunca fui del tipo que respeta las reglas-, dijo Tony aunque sabía que no lo escuchabas y se levantó para ir contigo.