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Natasha presiono la carpeta contra su pecho mientras caminaba a tu oficina. Después de meses, finalmente había tomado el valor suficiente para pedirte una cita. Tomó una bocanada de aire cuando llego a la puerta. Confiada, abrió la puerta y abrió la boca para comenzar a hablar antes de que se arrepintiera; pero su corazón se rompió cuando vio lo que estaba sucediendo.
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Tony estaba sentado sobre tu escritorio, mirándote feliz. Cuando Natasha entró en la habitación, te sonrojaste. Ella no se dio cuenta el por qué hasta que Tony se paró.
-Entonces, te recogeré a las siete-, dijo él y te guiñó el ojo. Él pasó al lado de Natasha y se fue de allí con una gran sonrisa.
-¿Todo bien?-, le preguntaste a tu amiga cuando ella se quedo parada en la puerta sin decir nada.
Ella te miró como si acabaras de sacarla de un trance. Negó, apenas perceptible, con la cabeza y, con la una mirada triste, volvió la vista al suelo y se fue; sintiéndose humillada y rota.
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Tú habías notado que tu amiga, Natasha, había estado más distante. Te preocupaste por ella y, cuando estabas dispuesta a preguntarle si le pasaba algo, llego Tony para llevarte a su cita.
En cuanto Tony entró, buscaste a Natasha con la vista para despedirte, pero ella ya no estaba en la habitación. Con una mueca, saliste de allí y seguiste a Tony hasta su auto.
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-La mejor noche de mi vida-, comentó Tony mientras caminaban hasta tu puerta.
-¿No exageras un poco, Stark?-, dijiste riendo. Tú conocías muy bien la fama de Tony con las mujeres.
-En realidad, no estoy exagerando ni un poco. Me gustas, realmente me gustas-, dijo él y te beso.
Cuando le contestaste el beso, pudiste sentir la sonrisa en sus labios; pero tú no dejabas de pensar en tu amiga. Cuando se separaron, Tony te pidió para otra cita y tú aceptaste rápidamente, querías ir a hablarle a Natasha.
-Nos vemos mañana entonces-, dijo él despidiéndose con una gran sonrisa en su rostro.
-Nos vemos, Tony-, te despediste y entraste a tu casa -. ¿Nat? ¡Natasha!-, la llamaste al no verla en la sala.
-¿Qué sucede?-, preguntó la pelirroja apareciendo por el pasillo. Aun tenía esa mirada triste -. ¿Cómo la ha pasado en su cita?
-Eso no importa. ¿Qué te pasa?
Natasha negó rápidamente con la cabeza.
-No me pasa nada. ¿Por qué me lo pregunta?
Frunciste el ceño y te sentaste en el sillón.
-Nat, deja de tratarme de usted. Sientate aquí y cuentame que te pasa, a mi no me engañas.
Natasha a paso lento se acerco a ti y se sentó a tu lado. Tú esperaste a que comenzará a hablar, pero ella guardo silencio.
-Nat, cuéntamelo. ¿Son problemas con un chico?-, preguntaste picara -. Apuesto a que tienes una larga fila de hombres detrás tuyo. Digo, eres ardiente-, dijiste y, al apoyar un dedo en su pierna, hiciste un sonido como si apagaras el fuego.
Natasha se río por primera vez en toda la noche. Después de todo, la estabas halagando.
-Esa es la sonrisa que quería ver.
Natasha te miró y te sonrió, pero luego bajo la vista y volvió a su triste mirada. Se iba a arriesgar, te lo iba a decir. Estaba decidida a ello.
-Lo que paso es que... Estaba decidida a pedirle para salir a alguien hoy, pero cuando fui... Otra persona se me había adelantado. Stark me ganó.
La miraste con el ceño fruncido, sin entender. Natasha mantenía la mirada en sus manos, incapaz de mirarte.
-¿Stark? Pero él salió conmigo hoy... Oh-, cuando entendiste, te quedaste en silencio.
Pensaste en todas las veces que le habías dado indirectas a Natasha pero que ella nunca se había dado cuenta de ello. Al ver que ella no demostraba interés en ti, decidiste seguir adelante. Pero aún te sentías atraída a ella.
Sin pensarlo dos veces, tomaste a Natasha de su barbilla y la obligaste a mirarte a los ojos. Natasha te miro y su vista se desviaba a tus labios. Mientras que tú apreciabas sus labios sin disimular, imaginándose como sabrían. Te acercaste a ella y la besaste y Natasha no tardo en responderte. Cuando se separaron, ambas sonreían.
-Tendrás que cancelarle a Stark.
-¿Me estabas espiando, Nat?-, dijiste riendo.
-Tengo que tener un ojo en mi propiedad.
-¿En tu propiedad? Te gusta como suena eso-, dijiste sonriendo y volvieron a besarse.
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