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El tratado de Sokovia se había presentado, dividiendo a todos en dos bandos. Tú estabas de acuerdo en que el Gobierno tendría que tener algo de control sobre ustedes, tú admitías que todos hacían destrozos por doquier y luego el Gobierno tenía que encargarse de arreglar todo. Estabas de acuerdo con firmar el tratado pero, no estabas de acuerdo en que había que llevar a Bucky tras las rejas.
Tú habías desarrollado una muy buena relación con él en poco tiempo y, además, no podías evitar alegar que Bucky no era consiente de sus actos. Él era una de las tantas marionetas de Hydra y él no tenía la culpa. Pero tú no podías simplemente irte y ser llamada una 'Rebelde', tu hermano, Tony, te necesitaba. No hacía mucho que había dejado a Pepper porque él creía que era lo mejor para ella, para alejarla del peligro. Tú eras lo único que le quedaba a tu hermano y, sus ataques de ansiedad iban en aumento.
Después de tanto reflexionar e intentar decidir un bando, decidiste estar de acuerdo y firmaste el tratado. Lo que tú nunca creíste, ni nadie se imaginaba, es que ese tratado llevaría a una guerra. La cual comenzaría a una guerra amistosa por así llamarla, todos eran amigos, no eran capaces de herir de muerte a otro. Pero las cosas fueron empeorando con el tiempo y se convirtió en una verdadera guerra.
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-Quédate aquí-, repitió Tony por tercera vez.
-Pero...
-¡Te quedas aquí!-, te gritó -. No tienes tu traje, puedes salir herida. Prométeme que te quedaras aquí.
Asentiste y te quedaste donde tu hermano te dijo, entre unos muebles. Pudiste ver como Bucky aparecía corriendo y llevaba un arma en su mano, Tony se había colocado en su mano uno de sus nuevos inventos. Era como una prótesis que le serviría en los casos de apuro, como este.
Observaste como Bucky levantó el arma y le apuntaba en la cara a Tony, tú te levantaste y corriste hasta ahí. Llegaste a tiempo para levantar las manos de Bucky, junto con el arma, causando que la bala saliera disparada hacia arriba, impactando con un viejo cartel pesado de metal.
-¿Estás loco?-, gritaste asombrada. Tú nunca hubieras creído que él fuera capas de intentar asesinar a tu hermano, tú creías que su lazo era especial.
